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» Misionesopina
Fecha: 13/07/2025 06:00
Por Brenda Casco* La Provincia reafirma su liderazgo ambiental apostando a una producción sin agroquímicos, mientras el mundo enfrenta las consecuencias del modelo extractivo Una vez más, Misiones se posiciona como pionera en políticas ambientales. En junio de 2023, la Legislatura provincial sancionó la Ley XVI-124, que prohíbe el uso de glifosato, sus componentes y sustancias afines en diversas áreas del territorio. Además, promueve activamente la adopción de bioinsumos. La medida fue tan disruptiva como coherente: somos una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta y no podemos seguir utilizando agroquímicos que atentan contra nuestra salud, nuestros suelos y nuestras fuentes de agua. Nuestra provincia es selva viva. No podíamos seguir permitiendo que la producción se base en el envenenamiento silencioso de nuestros suelos y cuerpos. Desde mi perspectiva, esta decisión se fundamenta firmemente en el Principio Precautorio del Derecho Ambiental, consagrado en la Ley General del Ambiente (Ley 25.675). Este principio establece que, ante el riesgo de un daño grave e irreversible, la falta de certeza científica no debe usarse como excusa para postergar medidas eficaces. La ciencia ya ha emitido suficientes alertas: el glifosato representa un riesgo para la salud humana y para el ambiente. Sin embargo, sigue utilizándose. La reciente reglamentación de la Ley, que extiende hasta 2030 el plazo para la eliminación total del herbicida más usado en el mundo, plantea una doble necesidad: aprovechar esta prórroga como una oportunidad, y al mismo tiempo, asumir con urgencia la responsabilidad de hacer efectiva la transición. Esa transición debe ser real, visible, concreta y, sobre todo, acompañada de conocimiento ambiental. El glifosato no es un enemigo invisible: está presente en las chacras, en los galpones, en las mochilas de pulverización. Lo usan pequeños productores de yerba mate, té y tabaco, muchas veces por desconocimiento de otras alternativas o por miedo a perder ingresos. Desde el Ministerio lo entendemos como un problema estructural. Lo abordamos con asistencia técnica y políticas de comunicación que demuestran que sí existe otro camino posible. Aplicamos también el Principio de Equidad Intergeneracional: debemos cuidar los recursos naturales no solo por nosotros, sino también por las generaciones futuras. No hay desarrollo posible si comprometemos la vida que viene. Un fallo histórico que interpela al modelo agroindustrial Recientemente, la multinacional Bayer fue condenada en el estado de Georgia, Estados Unidos, a pagar 2.100 millones de dólares por los efectos del herbicida Roundup (a base de glifosato) en la salud de un usuario que desarrolló cáncer. "La empresa ha ocultado que su herbicida causa cáncer", afirmaron los abogados demandantes. Esta sentencia no solo representa un hecho judicial sin precedentes, sino también una señal ética: el modelo productivo que utiliza agrotóxicos como herramienta principal está en crisis. En la Argentina, el glifosato es el agroquímico más utilizado, y este fallo internacional debería funcionar como un llamado de atención urgente para revisar prácticas que ya han demostrado ser nocivas. ¿Qué son los bioinsumos y por qué importan? Los bioinsumos son productos elaborados a partir de microorganismos, extractos vegetales y otros recursos naturales. Funcionan como fertilizantes o controladores de plagas, pero sin los efectos negativos del glifosato. Mejoran la calidad del producto, regeneran el suelo y, a largo plazo, incluso reducen los costos. ¿Lo mejor? Misiones ya los produce. Y también estamos desarrollando una red de formación técnica para productores. Solo falta algo esencial: que lo sepa la comunidad. Porque todo proceso de transformación requiere educación ambiental, acceso a la información y diálogo. En otras palabras, requiere aplicar el Principio de Participación. Sembrar conciencia Por todo esto, desde el Ministerio del Agro este año salimos a las chacras más convencidos que nunca: eliminar el glifosato de nuestra tierra colorada es posible. ¿Cómo? Trabajando en conjunto con quienes cuidan el suelo, escuchando sus historias y acompañando el cambio. La transición es política, sí. Pero también es cultural. Queremos que el consumidor que hoy elige productos “sin TACC” u “orgánicos”, también comience a preguntarse: “¿Este alimento es libre de glifosato?” Necesitamos que el productor sepa que no está solo. Que cada municipio se anime a liderar procesos de regulación local y formación territorial. Este enfoque también responde al Principio de Prevención: actuar antes de que ocurra el daño. Prevenir es más justo, más eficaz y más humano que reparar. No se trata de prohibir, se trata de cuidar En Misiones elegimos otro camino. Con la ley que prohíbe el glifosato, apostamos a una transición real y responsable hacia modelos de producción agroecológicos. No negamos las dificultades, pero decidimos enfrentarlas desde el compromiso, la ciencia y el acompañamiento al productor. Prohibir el glifosato no es ir en contra de los productores. Es ir a favor de la vida, de nuestros suelos, de nuestros hijos y nietos. Es una apuesta por el futuro. Y en Misiones, ese futuro ya empezó. Tenemos que actuar ahora. No tenemos un Plan B. Hoy más que nunca, la historia nos da la razón. Mientras otros pagan por las consecuencias, nosotros sembramos un futuro diferente. *Abogada especialista en Derecho Ambiental. Asesora del Ministerio del Agro y la Producción de la Provincia de Misiones.
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