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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/07/2025 04:35
El kirchnerismo aportó el jueves la iniciativa y el grueso de los votos para normas contrarias al equilibrio fiscal Hace poco menos de un año Javier Milei vetó el aumento a las jubilaciones definido por el Congreso. Los mercados reaccionaron eufóricos, porque quedó claramente demostrado el compromiso del Gobierno por sostener el superávit fiscal. El Presidente anunció ahora una decisión similar, pero la reacción de los inversores fue la inversa: hubo una caída pesada de acciones argentinas que cotizan en Wall Street y los bonos tuvieron también una jornada floja, pese al pago de capital e intereses por USD 4.200 millones pocas horas antes. Algo cambió. El nuevo derrumbe de las acciones extendió la caída del año a más del 40% en dólares, contrastando con fuertes subas en las acciones emergentes y en particular latinoamericanas. Aunque no existe una respuesta precisa, parece evidente que los inversores consideran que el riesgo político aumentó significativamente. No solo ahora aparece en este tercer trimestre la incertidumbre relacionada con el resultado electoral. Además. irrumpieron varios proyectos que implican un fuerte impacto sobre las cuentas públicas. Si las cinco iniciativas prosperan, el impacto directo es de 1,5% del PBI este año y de 2,5% el próximo. Sepultarían el principal bastión del Gobierno: el superávit fiscal. Tanto la baja de la inflación como la estabilidad cambiaria no son producto de un súbito aumento de la confianza ni ocurren de manera espontánea. Son la consecuencia del estricto control de las cuentas públicas y de la eliminación de la emisión monetaria para financiar al Tesoro. Agravantes Hay dos agravantes de la actual ofensiva legislativa sobre las cuentas públicas en relación a lo sucedido el año pasado: esta vez son cinco proyectos (tres de ellos ya se transformaron en ley), pero además hay un fuerte respaldo de la totalidad de los gobernadores a estas iniciativas. “Además de marcar la hostilidad en el inicio del trimestre electoral, constituye un desafío a la viga maestra del esquema económico, el superávit fiscal primario de 1,6% proyectado por el Ejecutivo para 2025 y más aún para el año entrante”, indicó un informe de la consultora Empiria, dirigida por Hernán Lacunza. En su discurso en la Bolsa de Comercio, Milei adelantó el veto presidencial. Pero esta vez podría haber dos tercios que se sobrepongan a ese recurso presidencial Este respaldo de los gobernadores es una señal potente que preocupa a los inversores: un amplísimo espectro político parece estar poco preocupado por el impacto fiscal de las medidas y tampoco se nota un verdadero compromiso por mantener las cuentas públicas en orden. Al mismo tiempo, queda cuestionada la supuesta batalla cultural que se creía ganada por Milei: las posturas de los políticos opositores, que también precisan los votos para las próximas elecciones, no demuestran mayor preocupación por las cuestiones fiscales. Queda cuestionada la supuesta batalla cultural que se creía ganada por Milei: a los políticos opositores no muestran interés por mantener en orden las cuentas públicas Seguramente los legisladores buscarán conseguir dos tercios de los votos en cada cámara para anular el veto presidencial e insistir con el cumplimiento de las leyes aprobadas. Donde más chances hay que esto suceda es con la ley que busca mejorar los beneficios por discapacidad. Representa un aumento del gasto de 0,4% del PBI este año y 0,7% en 2026. Aritmética electoral “Con esta aritmética electoral, quizás el esfuerzo oficial se concentre en jubilaciones (el más caro) y moratoria (el más probable), mientras el de discapacidad parece más difícil de revertir”, agregan en la consultora que dirige Lacunza. Los otros dos proyectos, impulsados directamente por los gobernadores para incrementar sus recursos de origen nacional, aun no fueron tratados en Diputados, así que se abre allí un canal de diálogo necesario para el Gobierno. Se trata del reparto de Aportes del Tesoro Nacional y la coparticipación del impuesto a los Combustibles. Un informe elaborado por los gobernadores indica que en el caso puntual de los proyectos impulsados por ellos y que ahora tienen media sanción en el Senado, el impacto fiscal es ínfimo. En el caso de los Aportes del Tesoro Nacional, el efecto sobre las cuentas públicas es apenas el 0,08% del PBI entre agosto y diciembre. Las provincias recibirían más recursos, pasando de $ 576.000 millones a $ 1,3 billones, o sea más del doble en los últimos cinco meses del año. “La caída de recursos fiscales -sostienen en el informe- es solo comparable a la ocurrida durante la pandemia de COVID-19. Esta presión política en los meses previos a las elecciones coincide, por otra parte, con un contexto mucho más delicado para el mercado cambiario. Ya desde el arranque de julio se nota una fuerte tendencia dolarizadora, que llevó a una suba de más de 8% del tipo de cambio. El oficial terminó la semana en $ 1.275, mientras que el informal trepó a 1.300 pesos. Si bien es cierto que el Tesoro realizó dos compras por un total de USD 400 millones desde fines de junio, no parece ser un argumento suficiente para explicar la presión sobre la cotización. Aunque el tipo de cambio real se recuperó significativamente, es difícil afirmar que el proceso de reacomodamiento cambiario ya finalizó. Esta vez el gobierno no cuenta con el apoyo de un grupo suficiente de gobernadores Por un lado, el Central intervino fuertemente en los últimos días en el mercado de dólar futuro (fines de julio y agosto). El objetivo es mantener los fines de mes más cercanos bajo control y disminuir la compra de dólares de manera indirecta. Por otra parte, después del 21 de julio se espera una reducción sustancial de las liquidaciones de las cerealeras, porque ya no podrán aprovechar la baja de retenciones. Por lo tanto, desde fines de julio hasta octubre habrá mucha presión sobre el tipo de cambio: más demanda de divisas, como sucede en las previas electorales, y al mismo tiempo una significativa merma de la oferta. Aguantar y tranquilizar El Gobierno ahora está abocado a aguantar los embates políticos y busca enviar una señal tranquilizadora a los mercados. El comportamiento de los activos locales el viernes dejó en claro que por ahora no es suficiente con la promesa de vetos. Ahora el objetivo es mantener la inflación bajo control, en el rango de 1,5% a 2%, para llegar lo mejor posible y obtener un buen resultado electoral. “Están desesperados, porque ven que en octubre vamos a ser La Libertad Arrasa”, aseguró Milei al presentarse en la Bolsa de Comercio el último jueves. Mientras tanto, los inversores se mantienen extremadamente cautelosos. Ya apostaron fuerte con Mauricio Macri y el final fue desastroso. Muchos perdieron la mitad o más de lo que habían apostado casi de la noche a la mañana. Son los mismos que ahora se entusiasman con el superávit fiscal y la baja de la inflación conseguida por Milei. Pero teniendo en cuenta los antecedentes quieren saber primero que probabilidades hay de un nuevo regreso del kirchnerismo. Ya conocen a la Argentina y saben que el péndulo se mueve de un extremo a otro como en ningún otro lugar del mundo.
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