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  • Tipo de cambio real: mejores condiciones para exportar a EE.UU. y Europa, pero retraso frente a China y Brasil

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 12/07/2025 02:32

    En términos generales, el tipo de cambio real resulta de la variación de tres variables: los precios internos, la cotización del dólar en la plaza local y el valor de la divisa en los principales socios comerciales (Foto: EFE) Una preocupación constante entre economistas es el nivel del tipo de cambio aplicado al comercio exterior, ya que resulta clave para evaluar la competitividad de la producción argentina, la acumulación de reservas en el Banco Central. Aunque, en términos generales, el tipo de cambio real resulta de la variación de tres variables: los precios internos, la cotización del dólar en la plaza local y el valor de la divisa en los principales socios comerciales (de exportación e importación), el enfoque predominante se ha centrado en el nivel del tipo de cambio. Incluso en el escenario actual, con un régimen de libre flotación desde mediados de abril, dentro de una banda amplia y sin intervención del Banco Central (en julio el piso para la compra es $970,3 y para la venta $1.442,42), los analistas de referencia mantienen el foco en esa variable. Aun con tipo de cambio libre flotante sin intervención dentro de una amplia banda para la compra y venta algunos economistas alertan por el supuesto atraso cambiario En una economía que a lo largo de décadas operó bajo regulaciones y políticas discrecionales, que provocaron confiscaciones y múltiples defaults e incumplimientos de compromisos con el FMI, los precios relativos quedaron distorsionados. Por eso, se asume que la forma más sencilla y rápida de ajustar la competitividad cambiaria es realizando devaluaciones periódicas, en lugar de fomentar una baja de los precios internos, en especial en el sector de las manufacturas industriales de origen no agropecuario, a partir de desregulaciones y apertura de la economía que posibilite la baja de costos. El promedio de la serie de tipo de cambio real multilateral (Itcrm) que el Banco Central calcula diariamente desde 1997 se ubicó hasta 2023 en 115,5 puntos (base 17 de diciembre de 2015, fecha en la cual comenzó el gobierno de Mauricio Macri y se eliminó el cepo cambiario vigente desde fines de 2011, al cierre de la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner). Luego, descendió a 80,4 en el último día de la gestión de Alberto Fernández, se recuperó a 95,1 como promedio en el primer año del actual gobierno de Javier Milei, volvió a caer a 82,2 en la primera mitad de 2025 y subió a 90,2 en el presente. El BCRA elabora este índice considerando el precio relativo de los bienes y servicios argentinos frente a los de los principales 12 socios comerciales del país. Se pondera cada uno según el flujo comercial de manufacturas, con un promedio móvil de 12 meses: 31% para Brasil, 19% para China, 19% para el conjunto de la zona del euro, 14% para Estados Unidos y 17% para el resto (India, Vietnam, Japón, Canadá, Reino Unido, México, Uruguay, Chile y Suiza). A nivel internacional, se considera que la evolución de los precios de las canastas de consumo representativas de cada socio, expresadas en su moneda local y con relación al valor de la canasta argentina, es una de las métricas amplias de competitividad por precio. El análisis histórico del ITCR bilateral evidencia diferencias considerables con los 12 mayores socios comerciales de Argentina El análisis histórico del ITCR bilateral evidencia diferencias considerables con esos países. En los primeros ocho días de julio de 2025 varios países registraban índices por encima del promedio general de 90,7 unidades: Reino Unido 94,6; promedio Sudamérica 94,6; Canadá 99,2; Estados Unidos 100,7; Suiza 101,7; zona del euro 104,8; México 108,2 y Uruguay 109. En estos casos, se generan mejores condiciones para la competitividad de las exportaciones argentinas. En sentido opuesto, los valores por debajo de la media general benefician la importación de esos orígenes: Japón 72,7; China 78,9; Vietnam 86,8; Chile 87,2; Brasil 87,4 e India 90,1 unidades. Los precios relativos y los tipos de cambio sirven como referencia de la productividad empresarial y la competitividad global, pero en los flujos comerciales también inciden las condiciones macroeconómicas de cada país, la política arancelaria aplicada a las importaciones y a la fijación de derechos de exportación -como en Argentina- y las expectativas generadas por el programa de gobierno, especialmente en momentos como el actual en el que la economía transita de un modelo sumamente regulado hacia una mayor apertura al mundo. Esa combinación de factores determina el saldo del flujo comercial de bienes y de la cuenta corriente de la balanza de pagos, donde además, se registran los movimientos del turismo internacional emisivo y receptivo, los pagos de intereses de la deuda, los préstamos y la operatoria de exportaciones e importaciones de servicios profesionales, culturales y otros. Al déficit de cuenta corriente hay que prestarle atención, pero no nos preocupa, porque no tiene nada que ver con otras crisis (Caputo) Si bien la cuenta corriente es deficitaria, el ministro Luis Caputo dijo en una disertación en el IAE Business School de la Universidad Austral que “hay que prestarle atención, pero no nos preocupa, porque no tiene nada que ver con otras crisis”. Para explicar esa “tranquilidad” en el equipo económico, mostró un gráfico en el que compara la relación actual de Argentina (entre 1,5% y 2% del PBI) con superávit fiscal, muy inferior a la que tuvieron otros países por crisis de financiamiento al sector público, con tipo de cambio fijo o Unión Monetaria. El déficit de cuenta corriente de Argentina en la actualidad es muy inferior al que registraron diversos países cuando enfrentaron crisis de balanza de pagos Objetivo ideal Si bien el escenario ideal es lograr una balanza de pagos con alto nivel de intercambio comercial y de servicios, y resultado equilibrado que no ejerza presión de apreciación o depreciación sobre la moneda nacional, la realidad argentina actual es distinta. El país heredó una posición deficitaria en reservas internacionales de más de USD 14.000 millones, enfrenta atrasos en pagos de deudas comerciales de importadores y carga una mayor deuda pública por un déficit fiscal abultado. Forzar un tipo de cambio de equilibrio teórico desde el comienzo puede conducir a repetir ciclos de espiral inflacionaria, recesión y pobreza. El ideal es lograr una balanza de pagos con alto nivel de intercambio comercial y de servicios, y resultado equilibrado que no ejerza presión de apreciación o depreciación sobre la moneda nacional Por ese motivo, el equipo económico de Javier Milei inició su gestión con una contundente corrección cambiaria, que llevó el Itcrm de 80,4 puntos el 7 de noviembre de 2023 a un máximo promedio de 133,5 en enero de 2024 (overshooting). Posteriormente, el índice fue reduciéndose de manera sostenida a valores más compatibles con una economía estable, sin déficit fiscal, sin rezagos cambiarios y tarifarios, con recuperación en las variables de crecimiento y reducción de la pobreza. El objetivo es volver a atraer inversiones externas y recomponer las reservas del Banco Central. “Desde que se introdujo el sistema de bandas cambiarias con flotación -el 14 de abril-, el Itcrm del BCRA acumuló un incremento del 17%. Se trata de un dato muy poderoso, porque antes del arranque del nuevo esquema la mayoría de los economistas consideraba que el atraso cambiario era cercano al 20%. Siguiendo ese razonamiento, la mayor parte del recorrido alcista del dólar ya estaría completado”, destacaba Pablo Wende en Infobae una semana atrás. En su análisis el economista escribía: “Para la economía argentina la debilidad del dólar a nivel global es una gran noticia: mientras el peso se deprecia el resto de las monedas se aprecia -como el caso del real- y permite una mejora relevante de competitividad. Puesto de otro modo: Brasil en estas vacaciones de invierno ya no estará tan regalado para los argentinos, como sucedió en el verano. Y para los brasileños que lleguen a la Argentina los precios ya no estarán por las nubes”. Brasil en estas vacaciones de invierno ya no estará tan regalado para los argentinos, como sucedió en el verano (Wende) El economista Alberto Cavallo estimó que “El índice PPP de PriceStats, que compara miles de productos idénticos (electrónica, comida y naftas), muestra una fuerte caída: la canasta es hoy 1% más barata que en EE.UU. De esas tres categorías, los electrónicos siguen mostrando la mayor diferencia. Aunque el costo relativo cayó 25 puntos porcentuales desde enero 2025, siguen siendo 52% más caros en Argentina”. En un post en la red X el economista destacó: “Los costos relativos con Brasil bajaron más de 20 puntos desde enero, por el efecto combinado de la depreciación del peso y la apreciación del real frente al dólar. Hoy, la canasta de productos idénticos es 3% más barata en Argentina, por debajo del promedio desde 2016”, bajo el gobierno de Cambiemos. Buscar una corrección cambiaria que eleve el índice de tipo de cambio real multilateral a un nivel hipotético de 100 puntos en la serie del BCRA, en las actuales condiciones macro, micro y socioeconómicas, puede llevar a repetir fracasos del pasado (Foto: Reuters) Modificar esa senda y buscar una corrección cambiaria que eleve el índice de tipo de cambio real multilateral a un nivel hipotético de 100 puntos en la serie del BCRA, si no existen fundamentos claros que lo respalden como apropiado para las actuales condiciones macro, micro y socioeconómicas, puede llevar a repetir fracasos del pasado. Intentar alcanzar estándares de países desarrollados, con elevados ingresos reales por habitante, requiere abordar múltiples dimensiones de la economía y no solo el tipo de cambio nominal para acomodar el tipo de cambio real a las necesidades de los sectores con menores ventajas competitivas.

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