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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 09/07/2025 12:34
Christian Horner en plena celebración junto al equipo Red Bull. Esos tiempos se terminaron para el británico (REUTERS/Albert Gea) El despido de Christian Horner como jefe de Red Bull en la Fórmula 1 pone fin a una historia plagada de éxitos en sus 20 años como máximo responsable del equipo que, sobre todo en los últimos tiempos, dominó la máxima categoría del automovilismo mundial. A pesar de los ocho campeonatos mundiales de pilotos –incluidos cuatro consecutivos desde 2021 gracias a Max Verstappen–, las seis conquistas entre los Constructores y los 124 triunfos más 287 podios, la relación comenzó a detonarse a principios de 2024 con el impacto de una investigación interna por “conducta inapropiada” con una empleada. La caída del imperio Horner tuvo su primer asterisco en febrero del año pasado. Antes del comienzo de la temporada, la noticia estalló de la misma forma que su salida: una noticia publicada por el medio neerlandés De Telegraaf contó que el jefe del equipo le habría enviado “mensajes sexuales” a la mujer que lo denunció. El reportero a cargo de la historia (Erik Van Haren, el mismo que publicó como primicia la crónica de su despido) expresó que conocía la identidad de la denunciante y que recibió una oferta de 760 mil euros por parte del entorno de Horner, en un intento por silenciar el caso y con la intención de evitar que se divulgue información al respecto. La investigación generó un terremoto interno en la escudería de la bebida energizante. Hasta la automotriz Ford, que le proveerá impulsores a la marca a partir de 2026 con la llegada del nuevo reglamento, presionó por una rápida resolución ante un tema que generó impacto en el paddock de la categoría. En la misma línea, la vida privada de Horner se vio afectada por esta causa interna en su contra. Su esposa, la ex Spice Girl Geri Halliwell, sufrió por los dichos contra su marido y estuvo “mortificada y enojada”, según remarcó el periódico The Sun en la época que duró el análisis de lo sucedido. Cuando todo parecía que había quedado atrás con el anuncio de su absolución, sólo 24 horas después de la noticia se filtraron capturas de los chats junto a imágenes que fueron parte de la causa que tuvo al británico en el ojo de la tormenta. Según reportaron los medios especializados en el deporte motor, una fuente que se describió como “reportero anónimo” envió a distintas direcciones de correo electrónico, entre ellas las del presidente de la FIA Mohammed Ben Sulayem, y a la del director ejecutivo y presidente de la F1 Stefano Domenicali, 79 archivos con capturas de pantalla del presunto diálogo en la aplicación de chat WhatsApp. Además, entre esos archivos había fotos que habría enviado Horner a la denunciante. En algunas de las capturas filtradas de las conversaciones se podían leer algunos comentarios. “No puedo dormir, ¿te puedo llamar?”, le habría preguntado Horner a la empleada de Red Bull. “Justo estoy lista para la cama, ya es hora de dormir”, le habría respondido la empleada, que luego se fue de la empresa. Horner habla con Max Verstappen mientras Helmut Marko los mira. El enfrentamiento entre el asesor de Red Bull y el ahora ex jefe condiciono al británico (REUTERS/Susana Vera) Pero poco tiempo después, cuando parecía que el perfecto inicio de la temporada con las victorias del campeón en Bahréin y Arabia Saudita iba a calmar las aguas internas en Red Bull, estalló una guerra interna entre el clan Verstappen (Jos, el padre de Max, y el asesor principal del equipo, Helmut Marko) y el propio Horner para la prensa europea. ¿Las razones? Marko fue el señalado de filtrar la información de la investigación por “conducta inapropiada” a la prensa, al mismo tiempo que el padre del campeón mundial hablaba en la prensa presionando por la salida del jefe todopoderoso. “Me solidarizo con la mujer, con todo lo que pasó, pero vamos a ver qué pasa”, declaró Jos Verstappen en una entrevista con el periódico británico Daily Mail después de saber que la empleada fue separada de su cargo porque consideraron que actuó de manera “deshonesta”. Otro detalle para destacar en medio de las tensiones entre las partes fue que desde España salió a la luz la teórica motivación del papá de Super Max para involucrarse en el tema: el rumor decía que Verstappen padre habría tenido una relación sentimental con la mujer que denunció a Horner. “Todas estas cosas que están pasando están influyendo en Max. Fue tercero en el primer entrenamiento, y todo lo que oímos hablar es de Horner y lo que pasó con su situación. En la rueda de prensa que Horner dio el otro día se habló de él y de sus problemas, cuando deberíamos estar hablando de Max, del coche, de su rendimiento y de la carrera. Ya he dicho que creo que está causando problemas si se queda”, disparó Jos Verstappen en la pausa previa al GP de Australia, que acabó con el abandono de su hijo en Albert Park. Jos declaraba la guerra pública y pedía por la salida de Horner. El año siguió y la situación deportiva de la escudería también fue motivo de preocupación. Más allá de otra doble victoria de Max en las carreras de China y Japón, sumado a otros triunfos en Imola y la prueba en las calles del Principado de Mónaco, la mala racha que incluyó 10 Grandes Premios sin ganar, profundizó el conflicto interno. Eso, sumado a la mejoría de McLaren, que puso a Lando Norris como contendiente, también generó una mirada diferente de parte de las máximas autoridades de la empresa en Austria para con el liderazgo de Horner. La salida de Checo Pérez tras la mala temporada 2024 condicionó el futuro de Red Bull (REUTERS/Brian Snyder) Si a esto le sumamos lo que fue el funcionamiento del RB20 de Checo Pérez a lo largo de gran parte del 2024, que influyó directamente en la derrota de RB en los Constructores (fue tercero en el campeonato con 589 puntos detrás de McLaren y Ferrari), el escenario para el CEO del equipo no fue el mejor. El piloto mexicano logró subirse al podio en cinco de las primeras seis competencias, pero su rendimiento se desplomó drásticamente a partir del Gran Premio de Emilia Romaña y se intensificó hacia el final del calendario, lo que derivó en la salida de la estructura de Pérez. Checo había renovado su contrato a mitad de año y, pocos meses más tarde, acordó su salida como conclusión de unas tensas tratativas que se extendieron durante mucho tiempo. Ya con el cuarto título mundial para Verstappen consumado, y en plena planificación de cara a un 2026 que tendrá un profundo cambio de reglamento, Red Bull salió a pista sin ser el mejor auto de la parrilla y con un cambio de pilotos tras las dos primeras carreras: las actuaciones del desafiante Liam Lawson no conformaron y el japonés Yuki Tsunoda tomó su lugar, en un trueque que desató una ola de comentarios negativos sobre las formas y el no cuidado para el joven que volvió al equipo satélite (Racing Bulls). El dominio que McLaren expuso en el último tercio del año pasado se profundizó en el inicio de la temporada 2025 y las victorias que para Max eran casi un hecho se convirtieron en una utopía. Se acrecentaron las quejas por radio. “El coche es inmanejable”, dijo Max en varias ocasiones en su recorrido por diferentes trazados. Gracias a la capacidad conductiva del neerlandés, más que a las características del Red Bull de este año, Verstappen logró ganar dos de 12 competencias. Brilló en Suzuka, un circuito hecho a la medida de él, y también en Imola, en la despedida parcial del mítico trazado italiano de la grilla de carreras. A la llegada de la mitad de la campaña, Max está lejos en la lucha por conseguir su quinto campeonato de pilotos. La dupla de McLaren, con Oscar Piastri como líder de la tabla de posiciones con 234 puntos, y seguido muy de cerca por Lando Norris (226), le sacó una brecha significativa, ya que él suma 165 unidades. Es más, George Russell y su Mercedes -suma 147- están más cerca del Red Bull que el propio múltiple campeón de los conductores del equipo con sede en Woking. Horner junto a su esposa, la ex Spice Girl Geri Halliwell (Photo by Mark Thompson/Getty Images) A poco tiempo del parate de vacaciones tras los Grandes Premios en Bélgica y Hungría, la Fórmula 1 entrará en el receso más largo del año. Será tiempo de las vacaciones para los pilotos y los equipos. Verstappen aprovechará para disfrutar el tiempo libre junto a Kelly Piquet, su esposa, y su hija recién nacida Lily. En el medio, habrá que ver si el teléfono de Max no va a recibir un llamado de Toto Wolff, el jefe de Mercedes. Hace pocos días, Sky Sport activó la bomba mediática. “Mercedes, negociaciones concretas con Max Verstappen. El neerlandés, listo para liberarse para la próxima temporada”, tituló con un breve pero contundente mensaje que impactó al mundo de la F1. ¿La salida del cuatro veces campeón del mundo será otra pieza que dejará Red Bull de cara al 2026? Eso se sabrá en algunas semanas. Lo que hoy es seguro es que, tras dos décadas como el jefe todopoderoso de la estructura, Horner fue despedido en medio de una temporada en la que la escudería de la bebida energizante dejó de ser el faro para la categoría. La fecha del miércoles 9 de julio del 2025 será recordada en la Fórmula 1 como el fin de un imperio que Horner construyó desde inicios del 2005, cuando la escudería del energizante ocupó el espacio de Jaguar Racing en la Máxima y decidió elegirlo como un jefe que cuatro años más tarde había convertido al equipo en uno de los poderosos.
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