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» Noticiasdel6
Fecha: 08/07/2025 10:45
Durante diez meses, un equipo técnico del Parque Ecológico El Puma trabajó en la rehabilitación de tres yaguarundíes hallados en la zona de Candelaria tras la destrucción accidental de su madriguera, Sol Ariana Pszegotski, médica veterinaria del parque, explicó en Cadena de Noticias: “Los animales vinieron desde la zona de Candelaria. Se estaba haciendo un movimiento de suelo para un loteo y, al pasar con la topadora, tumban la madriguera”. Los animales llegaron en estado neonatal y requerían alimentación específica desde los primeros días. “No hay leche comercial de yaguarundí, entonces hay que empezar a buscar fórmulas que más o menos se adapten. Lo más parecido, por calorías y nutrición, es la leche de cabra”, detalló Pszegotski. A medida que crecían, se inició una transición a leche deslactosada mezclada con carne. Uno de los principales objetivos del equipo fue evitar que los felinos se familiaricen con los humanos. “Buscamos que ellos nos tengan aversión, que no nos jodan, no quieran acercarse”, afirmó. Para lograrlo, implementaron estrategias de reducción de estímulos visuales y auditivos. El simple hecho de reducir los ruidos, no hablar, no escuchar música cerca de ellos ya hace mucho. A la hora de alimentarlos, no tenían que ver quién les dejaba la comida”. Sol Ariana Pszegotski, médica veterinaria Los felinos fueron trasladados a recintos de rehabilitación diseñados como simulacros de hábitat natural, donde comenzó la segunda etapa del entrenamiento. “Ahí empieza otro proceso: ya no vernos, no depender de nosotros. Y la última etapa es enseñarles a cazar y a defenderse por sí mismos”, explicó. Uno de los indicios de éxito fue su reacción negativa ante la presencia humana: “Se ponían malísimos cuando había que cambiarles la cama. Dijimos: listo, estamos yendo por buen camino”. Sobre la especie, Pszegotski señaló que tienen hábitos diurnos y no presentan patrones en la piel como otros felinos silvestres. “Son de comportamiento diurno y más bien de estrato bajo, les gusta mucho el descampado, los pastizales”. Agregó que, aunque no están clasificados como especie en peligro, su distribución se ve afectada por el crecimiento urbano. “Con la expansión de la población, o vamos a tener muchos encuentros, o vamos a terminar desplazándolos”. La médica veterinaria también remarcó la importancia de planificar rehabilitaciones específicas para cada especie. “El yaguarundí tiene en su impronta el instinto de alejarse. Solo con ciertos cuidados logramos que ellos no nos relacionen con comida ni con seguridad”, indicó. El trabajo incluyó no solo su alimentación, sino también el manejo ambiental y conductual para lograr una reinserción segura.
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