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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/07/2025 20:47
Científicos identifican la señal CXCL12 como clave para la producción de sangre sintética en laboratorio (Imagen Ilustrativa Infobae) Un hallazgo científico reciente podría transformar la medicina transfusional: comprender con precisión cómo se forman los glóbulos rojos acerca a la ciencia a producir sangre artificial de manera eficiente y a gran escala. Este avance, liderado por equipos de Reino Unido y Alemania y publicado en Science Signaling, se suma a los ensayos clínicos que ya se desarrollan en Japón, consolidando las perspectivas de disponer de reservas sintéticas para enfrentar la escasez global de donaciones. CXCL12: la señal clave en la maduración de glóbulos rojos Durante años, la hematología intentó identificar qué señal molecular desencadena la expulsión del núcleo en los eritroblastos, un paso crucial para convertirlos en eritrocitos funcionales. Este proceso, exclusivo de los mamíferos, permite maximizar la capacidad de transporte de oxígeno. Dicho de modo simple y con una analogía, es como si las células precursoras fueran trabajadores en una fábrica que necesitan dejar su “equipo de protección” (el núcleo) para poder moverse libremente y realizar su trabajo: transportar oxígeno a todo el cuerpo. El hallazgo sobre la maduración de glóbulos rojos permite avanzar hacia la fabricación industrial de sangre artificial (Freepik) La doctora Julia Gutjahr, investigadora del Instituto de Biología Celular e Inmunología Thurgau de la Universidad de Konstanz, logró identificar a la quimiocina CXCL12, presente en la médula ósea, como el factor que activa esa expulsión. “Descubrimos que CXCL12 puede inducir esta fase final, aunque lo hace en conjunto con otros factores”, señaló Gutjahr en un comunicado oficial de Queen Mary University of London. El equipo también comprobó que al eliminar CXCR4, el receptor principal de CXCL12, la maduración de glóbulos rojos se interrumpe, reduciendo drásticamente la producción de células eritroides en ratones. Esta vía CXCL12-CXCR4 se revela así como un mecanismo indispensable para completar la eritropoyesis. Además de su aplicación práctica, el hallazgo redefine el papel de los receptores de quimiocinas, tradicionalmente considerados activos solo en la membrana celular. El profesor Antal Rot, director del grupo de investigación en el William Harvey Research Institute, explicó que CXCR4 actúa también dentro de la célula, incluso en el núcleo, afectando la organización de la cromatina y la expresión génica. Esta nueva comprensión ofrece una base sólida para replicar en laboratorio todos los pasos del desarrollo eritroide, incluida la enucleación, que hasta ahora representaba un obstáculo técnico sin resolver. La sangre artificial japonesa puede conservarse a temperatura ambiente durante más de un año, superando a la sangre convencional (Freepik) La activación intracelular y nuclear de CXCR4 permite mejorar la eficiencia del cultivo, reducir el uso de factores externos y estandarizar la calidad de los eritrocitos, acercando la posibilidad de escalar su producción a nivel industrial. Japón prueba sangre artificial en humanos En paralelo a estos avances, en otros países los conocimientos no se detienen. De acuerdo con Infobae, la Universidad Médica de Nara inició en marzo de 2025 los primeros ensayos en humanos con sangre artificial, desarrollando vesículas que encapsulan hemoglobina extraída de sangre caducada. Bajo la dirección del profesor Hiromi Sakai, el proyecto busca evitar la dependencia de donantes compatibles. Estas microcápsulas replican la función de transporte de oxígeno y ofrecen ventajas logísticas clave: pueden conservarse a temperatura ambiente durante más de un año, frente a los 42 días de la sangre convencional, que requiere refrigeración. Esta durabilidad facilita su uso en hospitales rurales, zonas de conflicto o regiones sin infraestructura de frío. Los ensayos clínicos incluyen la administración de entre 100 y 400 mililitros a voluntarios, evaluando seguridad, estabilidad y eficacia. Japón prevé aplicar clínicamente esta tecnología antes de 2030 y exportarla a países que sufren escasez crónica de donaciones. Una hoja de ruta científica para resolver la escasez El avance científico ofrece una hoja de ruta para producir sangre sintética y resolver la escasez en hospitales y emergencias (Imagen Ilustrativa Infobae) Según la Organización Mundial de la Salud, más de cien países dependen de productos sanguíneos importados, una situación insostenible ante el envejecimiento poblacional y el descenso en las tasas de donación. En este contexto, el descubrimiento de Gutjahr y Rot, junto con los ensayos pioneros en Asia, constituye un avance que conecta la investigación básica con la aplicación clínica. Entender cómo inducir la maduración de los glóbulos rojos sin donantes humanos abre nuevas posibilidades para la medicina transfusional y podría ofrecer una respuesta más ágil en situaciones de emergencia o crisis humanitarias. Si bien aún existen desafíos técnicos, los investigadores coinciden en que, por primera vez, se cuenta con una hoja de ruta científica clara para alcanzar la producción estable y escalable de uno de los recursos médicos más críticos.
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