07/07/2025 17:31
07/07/2025 17:30
07/07/2025 17:30
07/07/2025 17:30
07/07/2025 17:30
07/07/2025 17:30
07/07/2025 17:30
07/07/2025 17:30
07/07/2025 17:30
07/07/2025 17:30
» Facundoquirogafm
Fecha: 07/07/2025 10:38
En Argentina, casi uno de cada 100 niños desarrolla alguna alergia alimentaria, según los últimos datos difundidos por la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC). Ante esta realidad, especialistas insisten en la necesidad de detectar a tiempo los primeros síntomas para evitar complicaciones nutricionales y mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Entre las alergias alimentarias más comunes en la infancia se destaca la Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca (APLV), que representa un tercio de los casos y suele presentarse antes de los seis meses de vida. “Esos primeros meses pueden ser muy angustiantes si no hay un diagnóstico adecuado. Es importante que los pediatras y las familias estén alertas a los síntomas y que no los minimicen”, explicó la doctora Cecilia Cavallo, directora del Comité Científico de Alergias Alimentarias y Anafilaxia de la AAAeIC. Los síntomas pueden ser digestivos, respiratorios o cutáneos, y variar según el tipo de alergia. Algunas reacciones son inmediatas, como urticaria, vómitos o inflamación de labios; otras aparecen horas o incluso días después de la ingesta, como cólicos, eczema o sangre en materia fecal. En casos más severos, puede haber riesgo de anafilaxia. Por eso, los profesionales remarcan que ante cualquier irregularidad se debe consultar al pediatra y nunca subestimar lo que el cuerpo del niño o niña está manifestando. La estrategia principal de tratamiento es la llamada dieta de exclusión, que implica eliminar completamente el alimento que provoca la reacción. En el caso de la APLV, se recomienda mantener la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y continuar hasta los dos años. Si no es posible, se utilizan fórmulas especiales bajo indicación médica. Además, la Ley Nacional 27.305 garantiza la cobertura de estas fórmulas para quienes las necesitan. El acompañamiento nutricional y psicológico también es fundamental, ya que estas condiciones impactan tanto en la salud como en lo emocional, sobre todo en entornos familiares. “El primer paso para abordar estas alergias es la sospecha clínica. Por eso, necesitamos que las familias estén informadas y atentas. No se trata solo del diagnóstico médico, sino también del seguimiento, la educación alimentaria, la lectura de etiquetas y el manejo en espacios como comedores escolares”, subrayó Cavallo. Desde la AAAeIC remarcaron que, con una detección precoz y un abordaje integral, muchas de estas alergias pueden superarse antes de los seis años, reduciendo el impacto en el desarrollo y el bienestar del niño.
Ver noticia original