07/07/2025 15:17
07/07/2025 15:16
07/07/2025 15:13
07/07/2025 15:12
07/07/2025 15:10
07/07/2025 15:10
07/07/2025 15:10
07/07/2025 15:10
07/07/2025 15:09
07/07/2025 15:09
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/07/2025 08:32
La conexión de Mel Gibson con la espiritualidad ortodoxa (REUTERS/Mario Anzuoni) Mel Gibson, actor y director de cine, ha elegido el monasterio ortodoxo de Hilandar, ubicado en el corazón del Monte Athos, para realizar un retiro espiritual mientras prepara su próxima película sobre la resurrección de Cristo. Según informó la revista ¡HOLA!, Gibson se ha integrado temporalmente a la vida monástica de uno de los enclaves religiosos más inaccesibles del mundo, en busca de inspiración, consejo espiritual y anonimato. El Monte Athos, situado en el extremo oriental de la península de Calcídica, al norte de Grecia, no es solo una montaña ni una simple comunidad religiosa. Se trata de un estado monástico autónomo, con más de mil años de historia, regido por sus propias leyes y habitado exclusivamente por monjes ortodoxos. Este aislamiento ha permitido conservar casi intacta una forma de vida medieval. La presencia de Gibson en Hilandar no es un caso excepcional: otras figuras conocidas también han buscado en este lugar silencio y espiritualidad lejos de la atención pública. El Monte Athos: un enclave autónomo y milenario El Monte Athos, enclave ortodoxo de más de mil años, mantiene tradiciones y normas propias, con acceso restringido solo a hombres (AP Foto/Thanassis Stavrakis, archivo) El Monte Athos, también llamado la “Montaña Sagrada”, forma parte del Estado griego, pero cuenta con autogobierno religioso bajo la jurisdicción del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. Su historia se remonta a más de mil años, y su estatus especial permite mantener normas y tradiciones propias. El acceso está estrictamente regulado: solo los hombres pueden ingresar, en virtud de la norma denominada avaton, vigente desde el año 1045. Esta restricción, sumada al aislamiento geográfico, ha preservado la autenticidad del lugar. El punto de partida habitual para visitar el Monte Athos es el puerto de Ouranoupoli, a unos 120 kilómetros de Tesalónica, segunda ciudad más grande de Grecia. Desde allí, cada mañana zarpan ferris hacia el puerto de Dafni, principal entrada al territorio monástico. Antes de embarcar, es obligatorio tramitar el diamonitirion, un permiso oficial que debe solicitarse con semanas de anticipación. Este documento autoriza una estancia máxima de cuatro noches y limita el acceso diario a unas 100 personas, de las cuales solo 10 pueden no ser ortodoxas. El monasterio de Hilandar: historia y patrimonio espiritual Entre los veinte monasterios principales del Monte Athos, Hilandar ocupa un lugar destacado. Fundado en 1198 por San Sava, es el único monasterio perteneciente a la Iglesia Ortodoxa Serbia en la península. Este monasterio, donde Gibson realiza su retiro, conserva una valiosa biblioteca medieval con manuscritos únicos, testimonio de siglos de vida espiritual. La información publicada por el medio destaca su relevancia tanto como centro de devoción como por su patrimonio cultural ligado a la ortodoxia serbia. El monasterio de Hilandar, fundado en 1198, se destaca por su patrimonio espiritual y cultural ligado a la ortodoxia serbia (Crédito: Instagram vía Unitedgreekamericans) La vida en Hilandar, como en el resto de los monasterios del Monte Athos, está regida por la oración, el trabajo y el silencio. Este funcionamiento, basado en una estricta disciplina espiritual, ha sido un factor determinante para que figuras como Gibson encuentren allí un espacio de recogimiento y contemplación. Vida diaria en los monasterios: oración, trabajo y austeridad La jornada en los monasterios comienza antes del amanecer. Los monjes se levantan entre las 3 y las 4 de la madrugada para asistir al oficio de maitines, seguido de la Divina Liturgia. El resto del día se reparte entre trabajo manual, lectura espiritual y momentos de oración. La alimentación es frugal y vegetariana, e incluye días de ayuno. No hay comodidades modernas: no hay televisión, internet ni relojes. El tiempo se mide según el calendario bizantino. La vestimenta de los monjes consiste en un hábito negro, símbolo de renuncia a lo mundano. Esta forma de vida, descrita por ¡HOLA! como austera y auténtica, ofrece a los visitantes una desconexión total y una experiencia de espiritualidad profunda. El silencio domina el ambiente, solo interrumpido por los oficios litúrgicos y tareas comunitarias. Normas para visitantes El Monte Athos no es un destino turístico, sino un lugar sagrado donde cada visitante es tratado como peregrino. La entrada de mujeres está prohibida. A los hombres que ingresan se les exige respeto, silencio y obediencia a los monjes. El código de vestimenta establece el uso de pantalones largos, mangas largas y ropa sobria. Está prohibido bañarse en el mar y realizar caminatas fuera de las rutas permitidas. Las normas para visitantes del Monte Athos exigen respeto, silencio, vestimenta sobria y prohíben la entrada a mujeres (AP Foto/Thanassis Stavrakis) Las fotografías están autorizadas solo en exteriores y nunca dentro de iglesias ni a los monjes, salvo con su consentimiento. El alojamiento en los monasterios es gratuito, aunque se aceptan donaciones voluntarias. Las reservas deben hacerse por teléfono con cada monasterio, una vez obtenido el diamonitirion. La estancia incluye habitación compartida, cena comunitaria y oración nocturna, según indicó ¡HOLA!. Otros monasterios destacados del Monte Athos Además de Hilandar, el Monte Athos alberga otros monasterios con relevancia histórica y espiritual. El Gran Laura, fundado en 963 por San Atanasio, es el más antiguo y uno de los más imponentes. Iviron, de origen georgiano, es conocido por el icono de la Virgen Portaitissa. Simonos Petra, literalmente suspendido sobre un acantilado del mar Egeo, destaca por su arquitectura. El monasterio de San Panteleimonos, de fundación rusa, es el más grande, con cúpulas verdes y doradas y campanas audibles a varios kilómetros. Todos estos monasterios están conectados por senderos y servicios de transporte interno, y forman un mosaico de tradiciones dentro de la península. Una experiencia de autenticidad y recogimiento El Monte Athos ofrece una experiencia de espiritualidad profunda, anonimato y desconexión total del mundo moderno (Crédito: Instagram vía Unitedgreekamericans) El Monte Athos brinda a sus visitantes una vivencia centrada en la austeridad, la contemplación y el anonimato. Este entorno, alejado de las distracciones del mundo moderno, permite una inmersión en la espiritualidad ortodoxa y en una tradición que se mantiene viva desde hace siglos. Tanto peregrinos como personalidades públicas encuentran en este lugar un espacio para reconectar con lo esencial.
Ver noticia original