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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/07/2025 04:41
Nico Hülkenberg logró su primer podio en la Fórmula 1 luego de 239 Grandes Premios (AP Photo/Darko Bandic) Los tiempos cambiaron y hoy en la Fórmula 1 un piloto puede correr y ser vigente pasados los 40 años. A los casos de Fernando Alonso (Aston Martin), quien cumplirá 44 el 29 de julio, se suma Lewis Hamilton (Ferrari), con 40. Otro caso para destacar es el de Nico Hülkenberg, quien se quedó sin equipo hace un lustro, pero aprovechó sus oportunidades esporádicas y eso le valió un retorno permanente. Este domingo, a sus 37 años, quebró una sequía histórica y dejó de ser el piloto con más carreras (239) sin conseguir un podio. Lo alcanzó al ser tercero con su Sauber en el Gran Premio de Gran Bretaña. Esta historia comenzó hace cinco años. El jueves 30 de julio de 2020, Hülkenberg, abajo de la F1, se dirigió a cumplir con un evento promocional. En una pausa, se sentó a tomar un café y sonó su celular. Recibió un llamado desde el Autódromo de Silverstone, donde la Máxima corrió su cuarta y quinta fecha en aquella temporada “¿Estás libre este fin de semana?”, fue la pregunta. La rápida respuesta del alemán fue un “sí”. A esa altura, él siguió de cerca la baja del entonces correr titular de Racing Point, Sergio Pérez, por su test positivo de COVID-19. Fueron dos carreras las que Checo estuvo ausente. Pero en los eventos británicos el germano volvió con todo y expuso al azteca, y a su compañero, el canadiense Lance Stroll. Hulk -como se lo conoce- había perdido su butaca como titular a fines de 2019 luego de correr tres años con Renault. Pasó de estar retirado de las pistas y ser comentarista para un canal de televisión de su país a generar una fiebre con el público por su buena labor, ya que terminó séptimo en Silverstone el 9 de agosto de 2020. Más tarde fue octavo en Nürburgring, donde reemplazó a Stroll. Por sus buenas actuaciones dos equipos lo sondearon para 2021 y hasta hubo rumores sobre un posible reemplazo en Ferrari a su compatriota, Sebastian Vettel, que en ese momento se estaba despidiendo de Maranello y al año siguiente se mudó a Aston Martin, nueva denominación de Racing Point. Una vez, Bernie Ecclestone definió a la F1 como una trituradora de carne. Una máquina de destruir a las personas, en especial a los pilotos. Algunos ejemplos solventan la postura del magnate inglés que condujo la categoría por casi 40 años. El caso de Hülkenberg es un ejemplo. A fines de 2019 se fue con más pena que gloria. Aquel 12º puesto en Abu Dhabi 2019 fue su pálida despedida luego de nueve temporadas, en las que prometió más de lo que cumplió. Nico Hülkenberg logró 37 de los 41 puntos que tiene Sauber en el campeonato (AP Photo/Darko Bandic) El nacido en Emmerich am Rhein -una ciudad al oeste de Alemania- el 19 de agosto de 1987, llegó a la F1 con 23 años y mucha chapa. Fue campeón en casi todas las categorías promocionales que compitió: en karting consiguió dos títulos nacionales (2002 y 2003), Fórmula BMW (2005), A1 Grand Prix (2006/2007), el Máster de Zandvoort de Fórmula 3 (2007), Fórmula 3 Euro Series (2008) y la GP2 (2009), hoy conocida como Fórmula 2. Cumplió de forma notable su escalera al cielo. Aunque con el correr de los años, se transformó en un infierno… Para 2010, Williams se llevó a la joya alemana. Ese pibe que algunos dijeron que iba a ser el sucesor de Michael Schumacher. De hecho, en sus inicios, su carrera fue manejada por Willi Weber, ex representante de Schumi, quien definió a Hülkenberg como un “talento increíble” y le puso el apodo de Hulk. Aunque otro germano de la misma edad tomó el legado y en ese ejercicio obtuvo el primero de sus cuatro campeonatos seguidos: el propio Vettel. Hülkenberg solo logró una pole positions (la única en su campaña en F1) en Brasil. Ahí se le agregó el mote de Increíble Hulk por ser el más rápido en la clasificación a bordo de un auto que no era de punta. Sin embargo, el no cumplir con las expectativas globales de la temporada lo dejó afuera en 2011, donde apenas fue piloto de Force India para los ensayos libres de los viernes. Nico Hülkenberg con el Racing Point en 2020 (EFE/EPA/Bryn Lennon /Archivo) Retornó como titular en 2012 de la mano de ese equipo donde en Bélgica logró su mejor resultado: cuarto. El podio estuvo cerca, pero no llegó. Volvió a acariciarlo en Corea del Sur (2013) y Bélgica (2016). En el medio estuvo el consuelo de ganar las 24 Horas de Le Mans en 2015 con el equipo Porsche, que no ganaba allí desde 1998. No es común en los últimos años que un corredor, siendo titular en un equipo de F1, también gane en la legendaria carrera francesa. Aunque Nico siguió en deuda en la Máxima y su luz se empezó a apagar. Renovó expectativas con su ingreso a Renault en 2017, pero tampoco tuvo el mejor medio mecánico. En 2018 superó a su joven compañero de equipo, el español Carlos Sainz (7º vs. 10º) y fue su mejor posición general en un año. Pero en 2019 lo superó el australiano Daniel Ricciardo (9º vs. 14º). Antes de terminar el ejercicio anterior, el Rombo anunció su salida y el retorno del francés Esteban Ocon. El olvidable 12º lugar en el circuito de Yas Marina en Abu Dhabi fue una triste despedida. Nico se fue con el negro récord de ser el piloto que más carreras corrió sin subir al podio. Fue inconsistente -es cierto- con sus 33 abandonos por errores propios y fallas en sus diversos monopostos. Aunque éste punto es clave: nunca tuvo un auto competitivo, de punta de verdad, para mostrarse. Los Racing Point o “Mercedes rosas”, por su parecido a los coches alemanes, que hace un lustro eran los mejores de la F1, promovieron una controversia en 2020 a raíz de la copia del diseño de sus conductos de frenos, demostraron ser muy fuertes. Hülkenberg tuvo revancha y aceptó con gusto la invitación del equipo inglés. Seguro que llegó por algo que él no quiso, que fue reemplazar durante dos carreras a un colega que contrajo COVID-19, como Checo Pérez. Aunque también supo que era –tal vez- su última chance de demostrar de qué estaba hecho. La celebración de Hulkenberg con el equipo Sauber En la primera carrera en Silverstone clasificó 13º, pero no pudo largar por fallas mecánicas. Dos semanas después de aquella llamada hubo otro resultado positivo de Pérez y Nico volvió reemplazarlo. Bajo presión, sin sobrarle nada, dio el ciento por ciento y brilló en la clasificación siendo tercero. Las redes sociales explotaron y muchos fanáticos rogaron que pudiera conseguir su podio. Sin embargo, en la competencia que celebró los 70 años de la categoría, Hulk no pudo lograrlo. Fue séptimo luego de una llamativa detención en los boxes que le ordenaron en el final y terminó detrás de Stroll… A veces ganar no lo es todo y ciertos resultados pueden resultar un éxito. La actuación parcial del teutón lo puso en los ojos de todos. Nico recuperó la consideración de los jefes de equipos. Sus colegas confirmaron que no estaba retirado. Y ratificó que era una buena opción, no solo para ser una reserva. en la despedida de Hulk de forma regular a fines de 2019, Vettel lo elogió y afirmó al sitio italiano Formulapassion que “el hecho de que un piloto como Nico no tenga asiento para el próximo año es amargo. Esto muestra que algo en la F1 no funciona correctamente”. Ambos se conocen desde la época del karting. En su regreso, sin el mejor timing, sin manejar un coche de la Máxima desde el 1 de diciembre de 2019 y retirado de las pistas, en pocas horas se volvió a subir a un monoposto y demostró lo que es capaz. No le sobró una bala, pero varias puertas se le abrieron. El festejo de la hija de Nico Hulkenberg Tras correr las primeras dos carreras de 2022 (Bahréin y Arabia Saudita) en las que sustituyó a Vettel en Aston Martin, se convirtió en el suplente más cotizado. Por ejemplo el inglés Ross Brawn, jefe técnico de la F1, sostuvo que “la competencia en Silverstone de 2020 iba a ser un reto físico increíble para Nico. No sé cuánto le dolía el cuerpo al final de la carrera, pero fue una gran actuación durante todo el fin de semana de alguien que acababa de llegar”. Y reveló que “casi lo fiché hace unos años, cuando estaba a cargo de Mercedes. Si Lewis (Hamilton) no hubiera venido, Nico era nuestra segunda opción. Siempre lo respeté mucho. Es un piloto muy fuerte que debería estar en la F1”. Nico Hülkenberg celebra luego de bajarse de su auto (Photo by Andrej ISAKOVIC / AFP) En 2023 fue contratado para volver de forma regular en el equipo Haas, pero volvió a carecer de un buen medio mecánico. Ese año su mejor resultado fue un séptimo puesto en Australia. Luego, nunca más puntuó. El año pasado pudo cosechar en 10 de las 24 fechas y sus actuaciones más destacadas fueron sus sextos puestos en Austria y Gran Bretaña. Para esta temporada el alemán dejó la escudería estadounidense y se mudó a Sauber, que arrancó como el peor equipo. Pero gracias a la inversión y mejoras que tuvieron sus coches, levantaron el rendimiento y ya son sextos en el Campeonato Mundial de Constructores. Nico cosechó 37 de las 41 unidades para su escuadra (las otras 4 fueron por Gabriel Bortoleto) y consiguió quitarse esa mochila que arrastraba siendo el piloto con más carreras (239) sin plasmar un podio. Lo logró y avisó que lo celebrará con 12 cervezas. Seguro que cuando debutó en 2010 soñó con ser campeón mundial algún día y no intentar superar un cuarto lugar como mejor resultado. El mérito de Nico Hülkenberg superó su reto al destino. Lo reivindicó como deportista porque demostró su vigencia. El ambiente supo que está en carrera y que su fuego sagrado sigue intacto. El Increíble Hulk de la F1 dejó de ser un comic y se transformó en un héroe de la vida real.
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