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» Radiosudamericana
Fecha: 05/07/2025 13:24
Viernes 04 de Julio de 2025 - Actualizada a las: 12:40hs. del 05-07-2025 SALUD Y BIENESTAR El trastorno se caracteriza por una idea obsesiva e infundada de infidelidad. Puede escalar a niveles peligrosos si no se trata. En el complejo universo de las relaciones afectivas, los celos suelen aparecer como una emoción común. Sin embargo, cuando se vuelven persistentes, irracionales y desproporcionados, pueden dar lugar a una condición psicológica conocida como síndrome de Otelo. Este trastorno, también denominado celotipia delirante, fue bautizado en referencia al personaje trágico de William Shakespeare, Otelo, quien asesina a su esposa convencido, erróneamente, de que le fue infiel. El nombre no es casual: quienes padecen este síndrome desarrollan una convicción inquebrantable y sin pruebas de que su pareja mantiene una relación con otra persona. Características del síndrome Especialistas en salud mental explican que este tipo de celos no responde a una situación real ni a señales objetivas. Quien lo padece interpreta de forma distorsionada situaciones cotidianas, como una sonrisa, un mensaje o una mirada, como pruebas de infidelidad. Un trastorno que puede escalar El síndrome de Otelo puede ir desde comportamientos controladores hasta situaciones extremas, como el acoso o el femicidio. No se trata de una simple inseguridad ni de una falta de confianza puntual. En la mayoría de los casos, está asociado a trastornos mentales mayores, como la esquizofrenia, el trastorno delirante paranoide o el abuso de sustancias. Señales de alerta • Sospechas constantes sin motivo real • Necesidad de control permanente sobre la pareja • Conductas compulsivas de revisión (mensajes, redes, llamadas) • Interpretación paranoica de situaciones neutrales • Agresividad o manipulación emocional ¿Tiene tratamiento? El síndrome de Otelo requiere intervención profesional. El tratamiento puede incluir psicoterapia, medicación antipsicótica y, en algunos casos, abordaje psiquiátrico. Detectarlo a tiempo no solo puede salvar una relación, sino también prevenir situaciones de violencia.
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