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» Diario Cordoba
Fecha: 04/07/2025 14:06
Nos acercamos al final de una semana en la que todo se ha vuelto más grave. Santos Cerdán entra en prisión, al mismo tiempo, ya verán, que se acaban las entrevistas televisivas de Ábalos, Koldo y señoras mandatadas en programas de máxima audiencia. El auto de prisión del magistrado Puente es un mensaje claro de que con el Supremo no se juega, de tener un camino despejado para saber si es un caso de enriquecimiento personal y empresarial o siguiendo el rastro acaba en financiación irregular de campañas electorales. La prisión provisional es un punto y aparte en el proceso judicial de instrucción, y le añade gravedad al momento político. Modificará el Comité Federal socialista del sábado, que será igual de unánime pero más contundente con los cambios y las propuestas regenerativas. Sumar ya ha salido públicamente demandando medidas de regeneración, pero con la misma firmeza con la que se mantiene en el Gobierno de la nación. En el otro extremo, el Partido Popular celebrará por unanimidad la reelección de su presidente, aunque igual que en los socialistas habrá ‘sottovoce’ discrepante que se mantendrá ahí hasta las próximas elecciones. Feijóo y su nuevo equipo, con Tellado y Ester Muñoz, no empiezan una etapa continuista, hay otro giro más hacia la derecha, que va inclinando de manera natural sus futuras alianzas con Vox y no están dejando otra opción por pequeña que fuera para otros pactos. El Partido Popular en su búsqueda de relatos apostaba primero por el cerco a la posible corrupción de la familia del presidente del Gobierno, apoyados en esa instrucción interminable y ‘sui generis’ del juez Peinado, en los propios errores del PSOE extremeño en el encausamiento por la contratación del hermano Sánchez y el procesamiento del primero de los secretarios de organización. Pero desde la entrada de Santos Cerdán y su reivindicación como arquitecto político de la última investidura en su declaración ante el Supremo, hay un segundo relato sobre la indecencia de su corrupción y de la de sus negociaciones con los partidos de la moción de censura PNV, Junts, Bildu y ERC. Si el PP no había ya soliviantado a los nacionalismos periféricos en estos dos años, incluso con aquellos con lo que había acordado en su historia reciente, enviar a Tellado para recordarles su responsabilidad en el sanchismo no dará resultados. Este fin de semana se oirán discursos duros contra la corrupción en ambos lados y posicionamientos ideológicos más polarizados, un discurso nacionalista español de mano dura y otro sobre mantener el progresismo a pesar de los últimos escándalos como escudo ante el ascenso de la ultraderecha. Más alejados y más confrontados. *Politóloga
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