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  • “A la gran masa argentina”, un clásico del teatro rosarino que está de regreso para revisar una vez más al peronismo

    » El Ciudadano

    Fecha: 03/07/2025 01:40

    Miguel Passarini Hubo un tiempo en el teatro nacional, a comienzos de este siglo, en el que el peronismo fue abordado desde la escena a partir de diferentes conceptos, líneas de pensamiento, lenguajes, personajes, estéticas y poéticas, casi tantas como las particularidades que encierra ese mismo movimiento político tan referencial e incandescente, surgido en los años 40 del siglo XX en la Argentina. De este modo, en medio de la debacle de 2001, el espacio de creación y experimentación escénica rosarino Esse Est Percipi, con Gustavo Di Pinto a la cabeza, estrenaba A la gran masa argentina, un texto escrito por Di Pinto junto con su coequiper de entonces, Enrique Gabenara que, revisado, con un notable nuevo elenco y en el marco de los festejos por los 30 años de creación de este colectivo, regresa este fin de semana a la cartelera local en un momento no menos singular, en términos políticos, que aquél que lo vio nacer. “A la gran masa argentina es un racconto escénico de experiencias orales que recorre, con humor y profundidad, una microhistoria del país atravesada por la cultura peronista”, escribió Di pinto a modo de presentación de un material en el que actúan Lorena Salvaggio (La Patrona), Analía Saccomanno (empleada uno), Laura Fuster (empleada dos), Pablo Fossa (operario uno), Jorge Ferrucci (operario dos) y Santiago Pereiro (operario tres, músico en vivo y creador de la música original), con diseño gráfico de Lis Mondaini, prensa y comunicación de Pamela Di Lorenzo, asistencia de producción de Clara Galindo, asistencia de dirección de Santiago Pereiro y dirección general y puesta en escena de Gustavo Di Pinto, con producción general de Esse Est Percipi. Un racconto escénico “Esta obra se sumerge en las huellas que el movimiento peronista, único movimiento de masas de la Argentina, dejó en el imaginario social y en la vida cotidiana de las y los argentinos, revelando cómo esas marcas siguen resonando hasta hoy”, sumó el director acerca de esta propuesta que, en términos dramáticos, transcurre en una panadería atemporal, donde una Evita panadera clama por su Juan que la ha dejado sola y sin la receta para que la masa leve y se eleve a su destino de grandeza. “Desde esa metáfora simple pero poderosa, sentimos que la obra despliega una imaginaria historia argentina, hilvanando momentos de humor, ternura y delirio”, sumó el creador que destacó que se trata de una nueva versión de aquél texto de más de dos décadas. Diálogos con el presente “Esta es una nueva versión de A la gran masa argentina, no es una reposición en el sentido más clásico del término, aunque sostenemos muchos de los elementos de la puesta original, como la escenografía, el vestuario, incluso la planta de luces. Pero lo cierto es que todo lo que sucede en escena es distinto, porque además los cuerpos son otros, las voces son otras, la mirada de cada uno de los actores frente al tema propuesto fue y es otra y el contexto histórico en el que volvemos también es otro; incluso podría decir que la crisis es otra”, sumó Di Pinto acerca de esta propuesta representada en distintas temporadas durante más de dos décadas, que en este tiempo participó en numerosos encuentros y festivales regionales, nacionales e internacionales y que regresa porque este equipo está “convencido de que su vigencia no sólo permanece, sino que se resignifica”. “El texto nunca fue pensado como algo cerrado. Como en casi todo el teatro que hacemos con Percipi; la dramaturgia está siempre fuertemente atravesada por el trabajo actoral. Y el texto final que se pone en escena es una construcción colectiva que se afina, se tensa y se reescribe en el ensayo, en el juego y en la escucha de las inquietudes de todos. Por eso, aunque aquel texto escrito esté presente, las escenas fluyen de otra manera, y los actores se lo apropian desde sus cuerpos, sus tiempos y sus resonancias personales. Me gusta decir que el texto escénico, el que finalmente sucede, se reinventa a partir de ellos”, sostuvo el actor, director, dramaturgo y docente. “Más allá del trabajo en escena, sí modifique uno de los monólogos antes de comenzar los ensayos, no porque ya no sirviera en términos dramáticos, ni por una necesidad de ajustar referencias políticas o sociales. Lo cambié porque ya no me representaba desde lo más personal: ese fragmento que hablaba de la panadería como hogar, como infancia, me parecía que ya no pasaba por mí (por su historia personal) con la misma verdad. Y ése, paradójicamente, fue el único cambio textual concreto. Todo lo demás cambió sin que lo tocáramos, porque lo que cambió fue el contexto. Y por eso mismo, e inevitablemente, la lectura del público a partir de ahora será otra”, profundizó el creador. Otros cuerpos, otra época En ciernes, esta nueva versión cuenta con un verdadero seleccionado de actores y actrices locales y vuelve en un momento bisagra de la historia social y política de la Argentina donde acaso lo único que reina es la confusión. “Cuando empezamos a trabajar con este elenco, que como decís es realmente un seleccionado de actrices y actores con enorme trayectoria y sensibilidad, surgió rápidamente la pregunta con relación a qué pasa con el peronismo hoy, qué nos decía una obra escrita en 2001 sobre ese movimiento y lo que representa, y en todo caso qué debería cambiar ahora. Y lo que apareció fue una lectura común, donde prevalece que A la gran masa argentina no busca hacer ni una crítica feroz ni una elegía fanatizada. Lo que hace es observar, pararse frente al peronismo como movimiento de masas, con sus aciertos y sus errores, pero reconociéndole algo que hoy sentimos urgente que es la necesidad de organización, de comunidad, de lo colectivo. En un momento donde impera el «sálvese quien pueda», la imagen de una patrona que ha perdido «la receta» no deja de ser una metáfora potente. Yo siento que esa receta nos falta a todos”, expresó Di Pinto. Y acotó: “Norberto Campos (uno de los maestros referenciales del teatro rosarino) decía siempre que «no hay teatro en soledad», y A la gran masa argentina parece decir «no hay Nación posible si nos mantenemos aislados»”. Un teatro que interpela En el mismo sentido, el dramaturgo y director destacó el presente donde el teatro, inevitablemente, se volvió una trinchera: “Si hay algo que reafirmamos en este proceso y en estas circunstancias, en esta nueva crisis que nos toca atravesar, es que seguir haciendo teatro es un acto político en sí mismo. Pero no cualquier teatro, sino un teatro que se hace preguntas, que interpela, que revisa el pasado, que escucha el presente, que convoca a la memoria. Y que, en ese gesto, inevitablemente apuesta a un futuro que entendemos como posible, aunque sea incierto, aunque sea frágil, aunque no sepamos cuál es la receta, pero decidimos buscarlo todos juntos”. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Gustavo Di Pinto (@gustavodipinto) Di Pinto, que transita un año bisagra también en su profuso recorrido artístico con una serie de reposiciones de obras que marcaron su crecimiento y posicionamiento en la escena local, como en este caso, a poco de cumplir un cuarto de siglo de su estreno original, evaluó el tiempo transcurrido y el crecimiento personal: “Pasaron 24 años desde que escribimos A la gran masa argentina, y sinceramente yo soy otro; más maduro y más seguro, sin lugar a duda. Pero no porque tenga más certezas, sino porque aprendí a navegar los interrogantes con menos culpa, con más libertad. En algún momento pensé que hacía teatro para comunicarme, como si fuera mi canal para decir lo que tenía que decir. Y hoy creo que el teatro es, más allá de todo, mi lugar para descubrir qué es lo que tengo para decir. No se trata ya de darme a conocer, sino de conocerme yo mismo en profundidad. Y en ese proceso, si el trabajo es honesto, si hay una entrega real, quizás algo le pase también al público, que de algún modo se conozca un poco más a sí mismo y que también se sorprenda. Pero está claro que 24 años es un montón. Y 30, que son los que cumple el grupo Percipi este año, aún más. Pero lo bueno es que no perdí la capacidad de asombro, de mirar para el costado, por ejemplo, y ver que estoy rodeado de este seleccionado de actores tan queridos y admirados, con ganas, con entusiasmo, con coraje, para volver a contar esta historia que un día imaginamos con Enrique, y eso me emociona profundamente, porque lo que permanece, más allá de todo, es el deseo”. Para agendar A la gran masa argentina regresa a la cartelera local este sábado 5 de julio, a partir de las 21, a la sala La Orilla Infinita (Colón 2148), donde seguirá en cartel los restantes sábados de julio y todos los de agosto en el mismo horario. Las entradas anticipadas se encuentran disponibles ACÁ

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