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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/07/2025 14:31
Donald Trump y Benjamin Netanyahu en la puerta de la Casa Blanca, (Washington, Estados Unidos) (Desde Washington, Estados Unidos) Después de una larga negociación en la Casa Blanca, Estados Unidos e Israel acordaron una propuesta de cese del fuego que se presentará formalmente a la organización terrorista Hamas a través del Emirato de Qatar y el gobierno de Egipto. La iniciativa bilateral tiene cuatro condiciones básicas: La tregua se extiende por 60 días. En ese período de tiempo, Hamas se compromete a entregar 10 rehenes vivos y 18 muertos, de un total de 50 cautivos -entre vivos y muertos- que están en Gaza. Israel facilitará la ayuda humanitaria en Gaza. Israel permitirá que los palestinos desplazados se puedan mover por la Franja para regresar a sus hogares. Las negociaciones fueron lideradas por Stevie Witkoff -enviado especial de Estados Unidos a Medio Oriente- y Ron Dermer, Ministro de Asuntos Estratégicos de Israel. Terroristas de Hamás montan guardia entre las ruinas de Gaza, antes de la entrega de rehenes capturados durante el ataque a Israel del 7 de octubre de 2023 Un borrador de la iniciativa consensuada entre la administración Trump y el gobierno de Netanyahu fue enviada a la conducción terrorista de Hamas, como paso previo a las negociaciones indirectas que deberían iniciar esta semana en El Cairo. La respuesta pública de Hamas atenúo las posibilidades de lograr un acuerdo entre Israel y los terroristas palestinos que permita la libertad de los rehenes secuestrados en Gaza. “Estamos listos para llegar a un acuerdo”, dijo Taher al-Nunu, un vocero de Hamas. Y a continuación, Al-Nunu completó: “Estamos dispuestos a aceptar cualquier iniciativa que conduzca claramente al fin total de la guerra”. Tropas israelíes desplegadas en Gaza para terminar con las operaciones terroristas de Hamas En sus distintos encuentros con Trump, Netanyahu siempre ratificó que pretendía derrotar a Hamas y que Gaza debía ser administrada hacia adelante por un consorcio de países árabes con la exclusión de la Autoridad Nacional Palestina, que aún permanece en Cisjordania. Desde esta perspectiva, sería un hecho inédito que el premier israelí acepte modificar la propuesta de tregua de sesenta días por el fin del conflicto en Gaza. Y menos aún que Hamas continué operando en el terreno que sirvió como cabeza de playa para ejecutar los actos terroristas del 7 de octubre de 2023. Netanyahu desea la libertad de todos los rehenes -vivos y muertos-, anular la capacidad militar de Hamas, expulsar de Gaza a los restos de su comandancia y planificar una transición institucional en la Franja que esté encabezada por la Liga Árabe. Donald Trump y Benjamín Netanyahu en el Salón Oval de la Casa Blanca, (Washington, Estados Unidos) La posición de Netanyahu complica sus relaciones políticas con Trump, que es su principal aliado en el mundo. Sin el presidente de los Estados Unidos, Israel no habría podido completar con éxito su ofensiva bélica contra Irán. Trump y Netanyahu se encontrarán el 7 de julio en la Casa Blanca, y será en ese cónclave que se definirá la negociación entre Israel y Hamas para lograr la libertad de los 50 rehenes cautivos en Gaza. El líder republicano ya anunció que el premier israelí aceptó su propuesta de cese del fuego, mientras Netanyahu y sus principales asesores sostienen en privado que ese acuerdo no implica convalidar todas las exigencias que presentó Hamas en público y a través de los negociadores de Qatar y Egipto. Además, Netanyahu tiene un complejo problema doméstico, si acepta la iniciativa de Trump validando las condiciones que intenta añadir Hamas. El bloque legislativo ultra-ortodoxo es clave para la supervivencia del gobierno de Netanyahu, y hace pocas horas adelantó que rompería la coalición oficial, en caso de un cese del fuego con Hamas. Es decir: Netanyahu estaría obligado a convocar a elecciones para conformar un nuevo gobierno, mientras negocia con Hamas la libertad de los rehenes en una tregua de sesenta días. En este contexto, todo depende de Trump. El Presidente de Estados Unidos tiene que convencer a Netanyahu de la necesidad de cerrar el acuerdo con Hamas sin condicionar el objetivo esencial de su derrota, contener al bloque ultra-religioso para evitar una crisis política en Israel y pedir a Qatar y Egipto que aplaquen las exigencias de los terroristas palestinos. Una agenda difícil, en un tablero geopolítico incierto.
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