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» El Ciudadano
Fecha: 01/07/2025 14:25
Desde la “Comunidad Moqoit Shiraigó”, del pueblo indígena moqoit (mocoví), expresaron su «enérgico rechazo a la decisión del gobierno municipal de Granadero Baigorria de avanzar con una licitación para concesionar el uso y explotación de la Isla de los Mástiles por los próximos 30 años». En la misma línea que la Intersectorial de organizaciones ambientales y civiles, la Comunidad del pueblo originario expuso que el proyecto, reedición de otro anterior, fue armado «sin consulta previa». Hicieron hincapié en que esa decisión debe ser consultada, entre otros actores sociales, con «los pueblos indígenas directamente afectados». La Comunidad Moqoit recalcó que el intento de concesión, cuya autoría atribuye al intendente de Granadero Baigorria, Adrián Maglia, y al secretario de Obras y Servicios Públicos, Martín Tartarelli, «constituye una violación a nuestros derechos colectivos como primeros guardadores, también conocidos como guardianes tradicionales de estas tierras y una grave amenaza al equilibrio del ecosistema del humedal del Delta del Paraná». Compromisos de preservación en peligro La Isla de los Mástiles pertenece a la provincia de Santa Fe. Fue cedida en comodato a los municipios de Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez con expreso compromiso de preservar sus ambientes y evitar ocupaciones permanentes. El Gobierno provincial lo hizo por medio de sendos acuerdos firmados en 1997 y 2003, respectivamente, sobre distintas zonas de la isla (sur y norte). Ya en 2021, y poco después de los graves incendios en el Delta que devastaron la mitad de la superficie de la isla, el municipio de Baigorria había intentado una licitación similar. También, por tres décadas. Entonces, la resistencia de organizaciones ambientales y sociales consiguió revertirla. Ambientalistas alertan por concesión de 30 años en la Isla de los Mástiles, un área natural protegida – EL CIUDADANO Tras una serie de negociaciones, se conformó así un Comité Multisectorial para definir cómo intervenir ese frágil espacio que, por contrapartida y como el resto del Humedal, brinda importantes servicios ambientales y es hábitat de una gran diversidad de especies animales y vegetales. Por eso, ahora, la sorpresa de una licitación realizada sin aviso del colectivo de organizaciones, e instituciones como la Universidad Nacional de Rosario. Y tampoco a la comunidad indígena que reclama ser escuchada. Antecedentes de temer En plena pandemia y con los incendios extendidos que consumieron gran parte del humedal en el Delta del Paraná, hubo denuncias sobre presuntas ventas de lotes fiscales y desarrollos ganaderos en la Isla de los Mástiles, que es fiscal. A partir de esos indicios de «privatización» de prepo, se creó la Comisión Intersectorial Reserva Isla de los Mástiles para que el Estado municipal vele, como lo obliga el comodato, por la protección del territorio. En 2020, esas acciones ciudadanas consiguieron un objetivo de mínima: el Concejo de Granadero Baigorria sancionó la Ordenanza Municipal 5621/20, que declara a la isla como “área natural protegida”. No obstante, la norma finalmente redactada deja huecos por donde se pueden filtrar amenazas como la actual, reiterada, del intento de concesión de la parte que debe proteger Baigorria. Eso fue lo que sucedió antes, en octubre de 2021, cuando la Municipalidad lanzó una licitación similar a la que ahora se denuncia para la “concesión de uso y explotación de zona de isla municipal y transporte náutico”. De islotes a isla La Isla de los Mástiles, tal como es en la actualidad, comenzó a formarse a partir de un siniestro náutico en octubre de 1943. La barcaza “Plaza Libertad”, una embarcación chata que cargaba 1.580.000 kilogramos de trigo a granel y 887 bultos, encalló en un banco de arena. Fue en lo que hasta entonces eran tres islotes cuya más antigua referencia data de 1888 y totalizaban apenas 25 hectáreas. Poco después, el buque petrolero “Presidente Figueroa Alcorta”, perteneciente a la flota de YPF y que navegaba aguas abajo vacío, embistió a la barcaza. Le abrió un surco en el casco que provocó su hundimiento. La barcaza quedó allí, y la sedimentación hizo su trabajo. Hoy, la Isla de los Mástiles (por los de la barcaza que se veían cuando había bajante, hasta la década de 1960), abarca unas 916 hectáreas según una mensura de 2004. Los comodatos de la provincia le cedieron 427 hectáreas al municipio de Baigorria y 389 al de Capitán Bermúdez.
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