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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/07/2025 04:40
La alianza entre Buenbit y Pomelo busca transformar el gasto diario en una oportunidad de inversión para los consumidores Ser cliente habitual de una determinada marca puede crear la posibilidad de convertirse en su accionista. La plataforma de criptomonedas Buenbit lanzó una tarjeta prepaga que otorga un “cashback”, devuelve al cliente una parte de lo gastado. Pero en lugar de reintegrar dinero en la cuenta, como es habitual, lo hace con acciones de las marcas en las que se hizo la compra La plataforma de criptomonedas Buenbit lanzó la Stockback Card, la primera tarjeta prepaga del mercado que convierte cada transacción en una oportunidad para invertir. Al utilizarla en locales y servicios como YPF, McDonald’s, Disney+, Nike, Starbucks, Spotify, Shell, Mercado Libre, Netflix y Airbnb, el usuario recibe un reintegro automático que no se acredita en forma de pesos ni saldo en cuenta, sino en acciones de la marca o criptomonedas, según el comercio. De esta manera, “cada gasto se convierte en un mecanismo para construir patrimonio y promueve un cambio en la forma de consumir, vinculando el acto de compra con la posibilidad de inversión", explicaron en Buenbit. El programa ofrece un 1% de cashback para compras nacionales y un 2% para compras internacionales. La idea busca generar un hábito de consumo que incentive a los clientes a ver sus gastos cotidianos como una forma de acumular valor, ya sea en instrumentos financieros tradicionales como acciones o en activos digitales como criptomonedas. Desde Buenbit destacaron el rol de Pomelo, una fintech argentina que provee tecnología para transacciones con tarjeta, como un socio estratégico para desarrollar la iniciativa. Henri de Royere, Head of Global Operations en Buenbit, afirmó: “Con la Stockback Card cambiamos el mindset financiero: gastar no significa perder, sino invertir. Pomelo, un socio que comparte nuestro ADN de innovación, agilidad y ganas de desarrollar el mercado latinoamericano en las finanzas digitales”. Pomelo, que el año pasado captó inversiones por USD 40 millones y que opera en 6 países de la región, aportó la infraestructura para servicios financieros, facilitando el procesamiento de cada transacción y la emisión de las tarjetas. La empresa subrayó la necesidad de que una propuesta tan disruptiva funcionara sin fricciones. Desde el procesamiento técnico hasta la emisión de plásticos, la colaboración se centró en garantizar la calidad y la escalabilidad del servicio. Santiago Witis, Country Manager de Pomelo en Argentina y Chile, explicó: “En Pomelo trabajamos para que nuestros clientes no solo lancen productos innovadores, sino que lo hagan con velocidad, excelencia e impacto. Acompañar a Buenbit en el lanzamiento de una solución tan disruptiva como la Stockback Card es un reflejo de nuestra visión compartida”. Pomelo aportó su infraestructura tecnológica para el procesamiento de transacciones y la emisión de las tarjetas (Unsplash) Además del soporte tecnológico, Pomelo ofreció herramientas de Business Analytics que resultaron esenciales para diseñar la propuesta de valor de la tarjeta. Estas herramientas permitieron a Buenbit identificar los comercios más relevantes para su campaña, con el objetivo de maximizar la experiencia de sus usuarios y hacer más atractivo el programa de cashback en forma de inversiones. La Stockback Card se distingue de otras propuestas del mercado por su capacidad de transformar una acción cotidiana en un mecanismo de ahorro e inversión. Al centrar su esquema de recompensas en la compra de acciones o criptomonedas en lugar de dinero en efectivo, la iniciativa busca captar a consumidores interesados en sumar valor a sus gastos sin realizar procesos de inversión complejos ni abrir cuentas en brokers tradicionales. La infraestructura de Pomelo respaldó la implementación de un sistema capaz de manejar transacciones de manera segura, eficiente y escalable. Esta colaboración tecnológica incluyó el soporte en la emisión de las tarjetas, el monitoreo de las operaciones y la integración de sistemas que permiten la acreditación automática del cashback en forma de activos financieros. El trabajo conjunto entre ambas empresas buscó garantizar que el usuario pudiera vivir una experiencia fluida y confiable al utilizar la tarjeta en el día a día.
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