29/06/2025 21:44
29/06/2025 21:44
29/06/2025 21:43
29/06/2025 21:43
29/06/2025 21:43
29/06/2025 21:43
29/06/2025 21:42
29/06/2025 21:42
29/06/2025 21:42
29/06/2025 21:42
» Noticiasdel6
Fecha: 29/06/2025 14:44
El coach y conferencista, Samuel Saucedo abordó en Cadena de Noticias el tema “Vivir por conveniencia vs. vivir por convicciones”, y propuso reflexionar sobre el estilo de vida que adoptan las personas. A partir de cinco ejes, explicó cómo cada decisión refleja una postura frente a los valores personales. Saucedo comenzó por la motivación que impulsa las decisiones. “Cuando se vive por conveniencia, la motivación es el beneficio inmediato. Cuando se vive por convicciones, se piensa en el beneficio a largo plazo”, indicó. A modo de ejemplo, mencionó que muchas veces las personas eligen opciones más fáciles o cercanas sin evaluar el impacto que eso puede tener a futuro. En segundo lugar, se refirió a la autenticidad. Según explicó, actuar por conveniencia puede llevar a que alguien “termine sosteniendo una imagen que no lo representa, por miedo al rechazo o al qué dirán”. En cambio, sostuvo que vivir por convicciones “permite expresarse desde lo que uno piensa y cree, sin depender de la aceptación externa”. El tercer punto giró en torno a las consecuencias futuras de las decisiones. “Puedo aceptar un trabajo que va en contra de mis valores porque está bien pagado, pero eso genera un peso interno que afecta a largo plazo”, remarcó. Desde su perspectiva, actuar según las convicciones personales “construye un legado más firme y duradero”. En cuanto a las relaciones personales, Saucedo planteó que moverse por conveniencia genera vínculos basados en intereses. “Me junto con personas por lo que me pueden aportar, aunque no compartamos valores. Eso produce relaciones superficiales”, señaló. Para él, una relación sólida se basa en la honestidad y el respeto mutuo. Finalmente, habló sobre la adaptabilidad. “Una persona con convicciones también puede adaptarse, siempre que esos cambios no contradigan sus valores”, afirmó. Y concluyó: “No alcanza con decir que uno tiene buenos valores. Hay que identificarlos, aceptarlos y vivirlos”.
Ver noticia original