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Parana » Informe Digital
Fecha: 29/06/2025 07:07
Esta historia comienza con cuatro amigos y colegas, todos ingenieros graduados en universidades públicas e hijos de familias de clase media, quienes crearon en Argentina una empresa tech que llegó a valer más de USD 14.000 millones (actualmente, USD 4.000 millones) y que cotiza en Wall Street desde 2014. Globant es el segundo unicornio de internet argentino, tras Mercado Libre, y se especializa en el diseño de plataformas tecnológicas y en prestar servicios profesionales a empresas. Nació con una web exclusivamente en inglés y con dos premisas: vender únicamente en el exterior y construir una “cultura Globant”. Lo lograron. Aunque el gigante tech fundado por Martín Migoya, Guibert Englebienne, Martín Umaran y Néstor Nocetti en 2002, en el bar Down Town Matías, ubicado en la intersección de Viamonte y Reconquista en Buenos Aires, y con un presupuesto inicial de 5.000 dólares, no es tan conocido por el público general como la empresa de Marcos Galperin, esta situación ha cambiado en parte en los últimos años, especialmente tras cerrar importantes contratos con la FIFA y la Fórmula 1. Esto le ha permitido ganar más visibilidad, particularmente con la publicidad estática del Mundial que coronó a Argentina en Qatar y luego en las carreras de Franco Colapinto, a quien también apadrinan. .responsive { width: 100%; height: auto; } Sin embargo, no todo es sencillo. La empresa, que cuenta con aproximadamente 30.000 empleados y presencia en 36 países, con una facturación de USD 2.500 millones anuales, se vio envuelta este año en polémicas relacionadas con una fuerte caída del precio de sus acciones, despidos y cierres de oficinas. ¿Está Globant en crisis? Un 2025 movido A finales de junio, Globant confirmó el despido de 1.000 empleados a nivel global, lo que representa un 3% de su fuerza laboral total. En Argentina, fueron 130 “globers”, como se les llama a sus empleados, los que debieron dejar la empresa. La noticia, que tuvo un gran impacto en el mercado y en el ecosistema digital, se hizo pública tras semanas de señales que anticipaban un proceso de reordenamiento interno. El anuncio coincidió casi simultáneamente con el cierre de dos oficinas físicas en el país, en Ushuaia y Resistencia, algo que también generó controversia. Sin embargo, la empresa minimizó estos cierres enmarcándolos en la dinámica habitual de una multinacional y posó su mirada en la apertura de un hub regional en Riad, la capital de Arabia Saudita. Desde Globant hablan de “dolores de crecimiento”. Migoya, el cofundador y CEO de la firma, detalló la decisión en una carta interna al personal, en la que resaltó que el contexto global demanda una rápida adaptación. “El mundo ha cambiado en los últimos años, y nosotros también debemos cambiar”, afirmó, destacando que este “movimiento” les permitirá “seguir creciendo de manera saludable”. Apenas unos días antes, las acciones de Globant en Wall Street alcanzaron su nivel más bajo en casi un año, cayendo a alrededor de 88 dólares. En lo que va del año, sus acciones han perdido más del 57% de su valor y un 5% en este mes. Sin embargo, la caída bursátil no parece ser una consecuencia directa de los despidos: el retroceso en el precio de la acción es una respuesta a una serie de informes de analistas que recortaron sus proyecciones de crecimiento. Estos movimientos se produjeron tras la publicación de los resultados del primer trimestre de 2025, donde Globant reportó ingresos por USD 611,1 millones, un crecimiento del 8% interanual, pero por debajo de sus propias expectativas. En ese mismo informe, la empresa ajustó su pronóstico anual: pasó de proyectar una expansión superior al 20% a anticipar apenas un 2% para el año, un recorte significativo que encendió alarmas. Desde 2014 a 2024, la empresa creció a un ritmo promedio del 30% anual, pero luego la industria comenzó a desacelerarse. A pesar de esto, Globant sostiene tener buenas perspectivas para el futuro: están convencidos de que el mercado “regresará” en 2026, según analistas; la organización está bien consolidada, ya que menos del 10% de sus empleados se encuentra en áreas no tecnológicas directas; poseen perfiles de empleados destacados y grandes clientes (como FIFA, F1, Google, EA, Santander, Unilever, Coca Cola y Disney) con baja rotación. “En estos primeros diez años en la bolsa, Globant tuvo un desempeño espectacular, muy por encima de la industria, con crecimientos anuales promedio del 28% en los últimos cinco. En la última presentación de resultados, la situación coyuntural que atraviesa el sector nos obligó a alinear nuestras expectativas de crecimiento para este año con las de la industria y eso, lógicamente, impactó en el precio de las acciones”, resumió a este medio Wanda Weigert, Chief Brand Officer global y Directora Ejecutiva de Globant en el país. “Pero el impacto en el precio de las acciones no refleja el negocio de la empresa. En el último trimestre, hubo un crecimiento del 8% en comparación con el anterior”, agregó. Contexto global En la empresa aseguran que no hay crisis. Por el contrario, afirman que sus ingresos no han dejado de crecer y, en especial, que están apostando por un nuevo esquema de venta de servicios de inteligencia artificial que acaban de lanzar, convencidos de que será revolucionario, no solo para su modelo, sino también para el mercado. Cabe destacar que la situación de Globant no es aislada, sino que forma parte de un contexto más amplio de ajustes y reorganizaciones en el sector tecnológico a nivel global. Según un estudio publicado recientemente por TechCrunch, en lo que va del año más de 22.000 empleados del ámbito tecnológico han sido despedidos. Compañías como Microsoft, Meta, Google, Salesforce, Amazon y Autodesk, entre otras, llevaron a cabo recortes que oscilan entre el 3% y el 15% de sus plantillas. En este contexto, la decisión de Globant de reducir un 3% de su personal es relativamente moderada comparada con sus pares. Simultáneamente, también son constantes las críticas que recibe, sobre todo de algunos sectores gremiales, por la falta de sindicalización en una empresa que cuenta con 5.000 empleados en el país. Ante eso, Globant responde que apenas existen algunas agrupaciones luchando por obtener personería jurídica. “No hay sindicatos en el sector. No es un tema para nosotros, ni bueno ni malo”, afirmaron en la empresa. Hace 15 días, Migoya publicó otra carta, menos divulgada y dirigida a los accionistas de la compañía. Allí, el CEO enumeró lo que considera son los factores que han generado dudas financieras sobre la empresa en medio de un “entorno macroeconómico complejo”. “Las probabilidades de una recesión en EE. UU. aumentaron significativamente desde febrero. El gasto de los consumidores se ha moderado y la incertidumbre generada por los aranceles comerciales afecta a una buena parte de nuestros clientes. Hemos observado un ritmo más lento en la conversión del portafolio en EE. UU., y el crecimiento en algunos países de Latinoamérica es menor al esperado. Si bien existen algunos desafíos a corto plazo, los consideramos transitorios, ya que la cartera se mantiene sólida”, escribió. Es cierto que, en comparación con sus competidores, se trata de una empresa que tiene muchos clientes en el sector de consumo masivo y otras grandes empresas tecnológicas, y no tantos en sectores que hoy lucen más sólidos, como el bancario. Globant compite por mercados y clientes con Accenture, Cognizant, Grid, EPAM, las indias Infosys y Tata, la inglesa Endava y la sueca Cint, entre otras. ¿Cómo percibe el mercado a la empresa? En general, su imagen local está asociada a un gigante que ha crecido con un discurso sólido y mucho marketing. No son pocos los que la ven como una startup que surgió con la agilidad y frescura de los nativos digitales, que supo moverse rápidamente frente a competidores como IBM y Accenture, así como ante nuevos entrantes, y hoy, 25 años después, es casi un incumbente del mercado (más por el tiempo transcurrido que por la posición dominante que ello podría implicar). Sigue siendo ágil, pero lo es menos. A la alta dirección de la empresa no le agrada para nada la idea de ser considerados un incumbente. “Globant es nativa digital, no nativa IA. Ha alcanzado una mayor madurez y se la puede ver en grandes eventos mundiales. Es un éxito, pero eso también conlleva aspectos no tan positivos: ya son un poco un dinosaurio. No tienen mucha burocracia ni niveles, es cierto, pero les cuesta seguir siendo una ‘startup altamente escalable’, como les gusta definirse. No es fácil con 30.000 empleados”, describió un empresario que conoce bien a los cuatro fundadores. “Es cierto que tienen mucho marketing y algo de ‘humo’ ofrecen, pero eso lo hacemos todos. El mensaje y el discurso de ventas están 10 metros por encima, mientras que la entrega de los productos es a ras del suelo”, reconoció un competidor local. “Si miramos a Globant desde Argentina, estamos en problemas. Es una multinacional cruzada por cuestiones globales que impactan en su negocio”, le dijo a este medio una fuente cercana a la empresa. Un cliente local, en tanto, manifestó que no tiene plena confianza en la capacidad de reconversión de la empresa. “El negocio de IA está inflado y por ahora no son tantos los servicios completos para grandes empresas que un proveedor externo puede ofrecer con esa tecnología. Es una empresa de servicios profesionales muy buena que tendrá que adaptarse. No sé si alguna vez han enfrentado una crisis, ni si son capaces de reconvertirse más allá de una rápida comunicación al respecto”, destacó su CEO. La ola IA En este contexto, persiste la duda sobre si la empresa podrá surfear la ola de la inteligencia artificial, a pesar de su experiencia. O en otras palabras: si sus clientes confiarán en ellos para esa transformación que genera más incógnitas que certezas. Según sus propios cálculos, se trata de un mercado que en una década alcanzará los 4,5 billones de dólares. Migoya respondió a esta inquietud presentando un nuevo modelo de venta de servicios de ingeniería, creatividad y automatización: AI Pods, una especie de Netflix para soluciones tecnológicas. Lo hizo justo después de la caída del precio de las acciones, por lo que su impacto en las cifras generales de la empresa aún se mantiene incierto. Básicamente, ya no se enfocan en vender “horas hombre”, sino en cobrar por capacidad, por lo que cada cliente consume, previo pago de tokens. Un modelo que busca ser de respuesta rápida, surgido de las “dificultades para hacer tangibles los ahorros y la eficiencia que genera la IA”, según escribió Migoya, y que ya utilizan empresas como YPF. Es una clara apuesta hacia el futuro: un modelo tan desafiante como incierto que promete revolucionar, pero que canibaliza el 75% del negocio actual de la compañía. “Globant es una empresa nativa digital, que invierte en IA desde hace más de 10 años. Los AI Pods, grupos modulares de desarrollo de software y tecnología donde humanos crean y supervisan agentes de inteligencia artificial a los que las compañías acceden por suscripción mensual, representan el contrato más flexible y conveniente de todo el mercado. No tenemos dudas de que el modelo de suscripción representa una revolución”, describió Weigert. Informes de HSBC y Bain & Co. elogiaron el nuevo modelo como algo positivo e incluso mencionaron su potencial eventual. Sin embargo, quieren verlo en acción: si los clientes lo adoptan y, sobre todo, la velocidad con la que lo hacen. En las últimas horas, la empresa lo promocionó en las pantallas gigantes de Times Square, en Nueva York. “Primer modelo de suscripción para ingeniería impulsada por IA” y “suscríbete al futuro”, se podía leer en la “gran manzana”. Gran parte del futuro del unicornio que nació en un bar dependerá seguramente de esta última jugada de Migoya y sus tres amigos-socios. Mientras tanto, en medio de tiempos turbulentos, los ojos del mercado están fijos en la tech argentina que nació global, que era casi anónima para el gran público y que ahora es un poco más conocida de la mano de la Selección campeona del mundo y las carreras de Colapinto.
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