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  • La escuela Ceibos Floridos es un ejemplo de esfuerzo comunitario en la zona de islas

    Gualeguaychu » Nova Comunicaciones

    Fecha: 28/06/2025 14:50

    La Escuela Nº103 Ceibos Floridos, ubicada en Las Cuevas, departamento Diamante, es un ejemplo vivo de cómo la educación avanza cuando hay vocación, esfuerzo comunitario y compromiso. Fundada en 1968, fue la primera escuela de gestión privada en una zona de islas. En el paisaje natural de la isla La Vascongada, nació la escuela, fundada el 25 de mayo de 1968, gracias a la labor de la Congregación Misionera Siervas del Espíritu Santo, a la Dirección de Educación de Gestión Privada del Consejo General de Educación y al pedido firme de la comunidad isleña. Actualmente se encuentra ubicada a metros del río Paraná en Las Cuevas. “Ceibos Floridos es un ejemplo de cómo la educación puede ser una causa común sostenida por la fe, la solidaridad y la vocación”, expresó la presidente del Consejo General de Educación (CGE), Alicia Fregonese. La iniciativa partió de Isidoro Ríos, conocido como Don Chololo, quien elevó a las Hermanas Misioneras Myrian Heit y Felisa Keiner la necesidad urgente de una escuela para los 37 chicos en edad escolar que vivían en la isla y no estaban alfabetizados. Con el impulso y el trabajo de la comunidad religiosa, las donaciones solidarias y el respaldo institucional del CGE, se fundó la primera escuela en una zona de islas, que adoptó el nombre Ceibos Floridos por los árboles que adornaban el lugar donde se construyó. La obra fue llevada a cabo por dos hijos de Don Chololo, quienes construyeron un aula y una habitación para el maestro. A pesar de los recursos limitados, la escuela logró expandir su misión y ser el motor educativo de la región. Su impacto permitió el nacimiento de otras escuelas isleñas como la Nº 38 Irupé, la Nº 37 Los Zorzales, la Nº 100 Las Golondrinas y la Nº 54 Las Cañas. La hermana Clara Ester Rosckopf se sumó en 1972 y, junto con las hermanas y las docentes, organizaron la separación de grados y buscaron alternativas para los estudiantes que no podían asistir diariamente debido a las inundaciones. En este contexto nació el Hogar Nuestra Señora de los Pobres que albergó varias generaciones de niños y adolescentes. Con el tiempo, las crecientes del río obligaron a las familias a mudarse a tierra firme, y muchos de los estudiantes de las otras islas se trasladaron a la Escuela Nº 103. Fue una época de enorme sacrificio, Hermanas Misioneras, docentes, familias y vecinos trabajaron juntos para sostener el funcionamiento de la escuela; que luego tuvo su edificio definitivo, en un terreno donado por Guido Airaldi, frente al arroyo Los Novillos. “Gracias a los aportes de la Congregación, a los bienhechores y a actividades realizadas por docentes y familias, se construyó también la capilla, inaugurándose en 1.988, bajo la protección de la Virgen Nuestra Señora de los Pobres. La escuela actualmente cuenta con tres niveles, inicial, primario y secundario”, explicó la directora de la escuela primaria, Elena Leiva. Ceibos Floridos es testimonio, como tantas otras escuelas privadas que surgieron como respuesta a una necesidad real. Y siguen existiendo gracias al esfuerzo conjunto de quienes creen en la educación como un derecho”, afirmó la directora de Educación Pública de Gestión Privada del CGE, Judith Trembecki. Además, agregó que en su proyecto político-pedagógico hacen un fuerte hincapié en la educación ambiental, con un claro compromiso con el proteccionismo del entorno y el vínculo con el río. Actualmente, a más de cinco décadas de su fundación, la Escuela Nº103 continúa con su misión educativa, alberga dentro del mismo complejo al Jardín de Infantes Los Zorzalitos y a la Escuela Secundaria D-197 Ceibos Floridos, atravesada por los valores que la vieron nacer, el trabajo colectivo, el compromiso social y el amor por la educación.

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