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» Elterritorio
Fecha: 28/06/2025 12:54
La aplica la Escuela 904 de Puerto Argentino en el primer ciclo. La idea tuvo buen resultado en la asistencia también sábado 28 de junio de 2025 | 9:00hs. Muchos recordarán a la hora de entrada o salida, la pregunta del maestro: “¿Quién lee la cartelera?” Era todo un orgullo. Con el tiempo esta práctica se debilitó en algunos casos, aunque volvió a resurgir como un espacio al que las escuelas le dedican diariamente tiempo para prepararla. Este año, en la Escuela 904 en Puerto Argentino, zona rural de San Pedro, ese rinconcito que es símbolo de cultura, historia e información cobró vida con el propósito de motivar la lectura en los alumnos. En los últimos años, el desafío de los docentes respecto a la lectoescritura se profundizó con la virtualidad en la pandemia por el Covid-19 y luego la vuelta a la presencialidad. En ese contexto, dando continuidad a las iniciativas desarrolladas el año pasado en la Escuela 904 recobró vida la cartelera; un espacio mayormente ubicado en la galería, con vista al mástil donde se preparan textos relacionados a alguna efemérides, frases, poemas o información de utilidad para la comunidad educativa. “Tenemos alumnos que no pudieron realizar el Nivel Inicial, estos llegan a primer grado con conocimientos mínimos, con ellos empezamos a trabajar y continuamos en segundo grado. El alumno en primer grado tiene que leer, hace tres años que insisto en que no podemos dejar para que aprenda recién en segundo grado”, señaló Raquel Vadillo, directora de la Escuela 904. En el aula se observan alumnos muy capaces, con un nivel intelectual alto, que necesitan motivación y encontrarse con propuesta que les llame la atención, que resulten amenas, dinámicas, que acompañen el ritmo de cada alumno y que no tomen el aprender a leer y escribir como una obligación. “Cuidamos la trayectoria de ellos con propuestas, con canciones, el docente trajo un proyector portátil, se usa todo tipo de innovación, que son utilizadas de acuerdo a la edad y grado, cuidamos el primer grado, es sagrado para nosotros”, subrayó Vadillo. A su vez lograron subsanar la deserción escolar. “Solía pasar que los alumnos si sabían que se les iba a tomar lectura directamente no venían, sentían mucha vergüenza, por eso podemos afirmar que al buscar estrategias para que el alumno quiera estar dentro de la institución es crucial y puedo decir que lo estamos logrando a pasos agigantados”. La cartelera comenzó a aplicarse como actividad motora, en la misma expresan efemérides que se trabajan en el aula con letras vistosas e ilustradas con imágenes, lo que motiva al alumno a sentirse seguro y desinhibido al momento de exponer ante los demás compañeros. “Es una manera de expandir la visión del niño acerca de leer, que ellos sientan que pueden leer párrafos sobre la vida de Belgrano, por ejemplo, ante los demás alumnos de la institución, esa visión a ellos les fascina porque sienten que están de cierta manera contando o enseñando a sus compañeros”, dijo la directora. Y agregó: “Cada día eran más los chicos que querían leer y ahora tenemos que turnar para que no se extienda tanto ese momento y tampoco se vuelva cansador. Dedicamos unos diez minutos a la entrada y otros diez a la salida”, explicó. De acuerdo a la temática, se cambia dos veces a la semana el texto y se utilizan equipos de sonido para darle mayor relevancia al mágico momento donde se pone en valor los beneficios de la lectura en voz alta. “Sabemos que la lectura en voz alta es muy efectiva, el niño se escucha y eso es muy productivo”. Es así como se observa a los alumnos que con mucha confianza pasan al frente para transmitir a los demás lo expuesto en la cartelera, donde los más pequeños contagian y motivan a los de grados más altos que quizás tengan dificultades para leer ante los compañeros. “Una vez que el alumno comprenda la mecánica de leer nos abocamos a lo que es la interpretación porque eso es leer. Es entender y en algunos casos aplicar en su totalidad lo que el niño va aprendiendo”, manifestó.
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