28/06/2025 11:03
28/06/2025 11:03
28/06/2025 11:03
28/06/2025 11:03
28/06/2025 11:03
28/06/2025 11:01
28/06/2025 11:00
28/06/2025 11:00
28/06/2025 11:00
28/06/2025 10:59
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/06/2025 05:06
La circulación sin chapa metálica reglamentaria puede generar infracciones y sanciones por parte del cuerpo de tránsito En los últimos meses, la imagen se repite en calles, avenidas y autopistas de todo el país: vehículos que en lugar de la tradicional chapa metálica llevan una patente provisoria de papel, pegada en el parabrisas o en la luneta. El fenómeno, que comenzó como una excepción transitoria, se volvió cotidiano debido al faltante de insumos para la fabricación de matrículas metálicas. La situación, que afecta a quienes adquieren un 0 kilómetro, o necesitan reponer una chapa robada o extraviada, no solo generó demoras administrativas, sino que también abrió interrogantes legales y operativos: ¿qué sucede si un auto con patente provisoria choca y se da a la fuga? ¿Y si no tiene ninguna identificación visible? El uso de estas patentes en papel, que en condiciones normales tienen una duración máxima de 15 días, se extendió hasta los 180 días, producto de la acumulación de pedidos y la transición entre proveedores. Durante ese lapso, según confirmaron fuentes oficiales a Infobae, la DNRPA implementó una serie de medidas paliativas para no frenar el registro de nuevos vehículos y permitir que estos pudieran circular. El problema aparece cuando ese vehículo protagoniza un siniestro o se ve involucrado en una situación irregular. Si el conductor se da a la fuga y la patente provisoria no puede ser anotada o fotografiada, identificar al titular del auto se vuelve complicado. Las patentes provisorias emitidas por el registro nacional tienen validez legal durante el período de faltante de insumos Aunque el documento provisorio está asociado a una persona determinada y su registro es oficial, en la práctica su visibilidad y resistencia son limitadas. Al estar hechos de papel, muchos se dañan con el tiempo, se decoloran por el sol, se despegan con la humedad o simplemente se rompen con el uso cotidiano. Desde las aseguradoras, expresaron a Infobae que la falta de chapa metálica les genera complicaciones. Aunque algunas compañías aceptan la patente provisoria, siempre que esté claramente visible en el parabrisas y se pueda identificar el número, la decisión final “queda a criterio de cada compañía”. De hecho, la Superintendencia de Seguros de la Nación exige que el vehículo tenga una identificación registrada. Si alguien se presenta a asegurar un auto sin chapa, el trámite requiere una consulta interna: “Si la compañía lo autoriza, se toma; si no, no se puede emitir la póliza”. En situaciones de siniestros, si un auto sin patente colisiona y luego escapa, el damnificado puede enfrentarse a una situación compleja: “Ahí es un problema, ya que no le podrá reclamar a nadie los daños”, señalaron. Las aseguradoras pueden rechazar la cobertura si el vehículo no cuenta con la identificación provisoria en condiciones En caso de que el vehículo culpable haya sido identificado, pero sin chapa visible, se debe verificar su número de chasis y motor con los datos de la cédula verde. Desde el punto de vista legal, la Ley 2148 del Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, en su Anexo I Capítulo 4.1.8, establece que “todos los vehículos motorizados destinados a circular en la vía pública deben llevar instaladas las placas oficiales de identificación de dominio entregadas por la autoridad competente a nivel nacional”. Se trata de una obligación que alcanza tanto a vehículos en circulación como a aquellos que estén estacionados o detenidos. El incumplimiento puede derivar en sanciones severas. Circular sin patente —o con una en mal estado, ilegible, doblada, tapada o colocada de forma antirreglamentaria— constituye una infracción que acarrea una multa de 1.000 unidades fijas, lo que equivale a $731.620, según el valor actualizado de la UF en la Ciudad. Además, se aplica el descuento de 10 puntos en el sistema de scoring. Por su parte, el Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, resolvió reforzar los controles en la vía pública a través del Cuerpo de Agentes de Tránsito, con el objetivo de fiscalizar con mayor rigor los vehículos sin patente reglamentaria. Según explicaron fuentes de esa cartera, se emitió una directiva para que los agentes estén debidamente informados sobre el contexto y comprendan que las patentes provisorias entregadas por la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad del Automotor (DNRPA) tienen plena validez legal en este marco excepcional. “Se consideran válidas como documentación legítima mientras se resuelve el faltante de insumos”, aseguraron desde el área de tránsito porteña. La ley de tránsito establece que las placas deben estar visibles y en correcto estado en todo momento Frente a ese panorama, el control policial en la calle se vuelve clave. “Un auto que no tiene patente se detiene y se le hace la infracción”, señalaron otras fuentes sobre los vivos que aprovechan las falta de placas de metal para circular sin dominio y evitar las multas. Así, la falta de chapa metálica se convierte en una dificultad, especialmente, en hechos de tránsito donde no hay testigos o cuando la identificación se vuelve indispensable. En paralelo, las patentes de papel no pueden ser leídas por sistemas de fotomultas automatizadas, lo que genera un vacío en la capacidad de fiscalización electrónica. Tampoco por los Anillos Digitales. Si bien el titular del vehículo puede ser identificado en el sistema de registros, la imposibilidad de capturar el número desde una cámara impide, por ejemplo, emitir infracciones por exceso de velocidad o cruce con semáforo en rojo. El uso extendido de patentes de papel genera dificultades para aplicar fotomultas y rastrear autos en siniestros La resolución del conflicto, según estimaciones oficiales, comenzó a encaminarse en abril con la llegada de las primeras entregas del nuevo proveedor, Tönnjes Sudamericana S.A., y se esperaba una normalización plena del stock en el transcurso de mayo, que aún no se ve. Mientras tanto, las calles seguirán mostrando ese parche improvisado: una hoja de papel que, aunque válida, despierta más de un dolor de cabeza en casos donde la chapa metálica podría haber hecho la diferencia.
Ver noticia original