28/06/2025 09:13
28/06/2025 09:13
28/06/2025 09:13
28/06/2025 09:13
28/06/2025 09:13
28/06/2025 09:10
28/06/2025 09:10
28/06/2025 09:10
28/06/2025 09:04
28/06/2025 09:03
Parana » Vorterix
Fecha: 28/06/2025 02:41
La Federación Argentina de la Industria del Pan (FAIPA) confirmó que en los próximos días se aplicará un nuevo aumento en el precio del pan en todo el país. Así lo informó el presidente de la entidad, Miguel Di Betta, quien argumentó que el incremento responde a la suba generalizada de los costos de producción. “Va a haber una suba a nivel nacional porque hay insumos que han subido de precio más de un 100%”, señaló Di Betta en diálogo con Radio Splendid. Además, explicó que el aumento en productos como la grasa y la margarina está vinculado a la escasez de cebo, producto de la caída en la oferta de carne y las restricciones a las importaciones. Desde FAIPA aseguraron que vienen intentando sostener los precios, pero la caída constante de las ventas y los costos operativos elevados hacen cada vez más difícil mantener la actividad. “Una panadería de 12 o 13 empleados paga una factura de luz de 5 millones de pesos”, ejemplificó Di Betta, quien también criticó la competencia desleal de comercios informales con empleados no registrados. La preocupación es compartida por panaderos de distintos puntos del país. Martín Pinto, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Merlo y referente de la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN), advirtió que ya son más de 1.400 las panaderías que cerraron en el último tiempo. “Los insumos y las materias primas siguen subiendo, las ventas cayeron un cincuenta por ciento y, si esto sigue así, van a seguir cerrando panaderías”, afirmó Pinto. También expresó que muchos panaderos hoy se endeudan no para invertir en sus negocios, sino para cubrir gastos básicos como sueldos y servicios. “El incremento de precios no es una solución, pero es la única salida que nos queda para poder seguir funcionando”, lamentó. Por último, advirtió sobre el crecimiento del trabajo clandestino, que además de dañar al sector formal, representa un riesgo para la salud pública debido a las condiciones precarias en que se elaboran los alimentos. El escenario, tanto para los industriales panaderos como para los consumidores, se torna cada vez más complejo.
Ver noticia original