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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 27/06/2025 23:24
Uno de los indicadores más importantes en los que se basan las políticas sanitarias de un país o una región es la mortalidad infantil y materna, que es la relación entre el número de muertes de niños ocurridas en el transcurso del primer año de vida con el número de nacidos vivos registrados. Hasta el momento, Gualeguaychú se ubicaba por arriba del promedio nacional (8%). Sin embargo, logró transformar este panorama y disminuir 1,5% la tasa de mortalidad infantil local. Al respecto, Pablo Alfaro, subsecretario de Salud Municipal señaló que entre los factores que influenciaron el descenso se destacaron “el gran compromiso de parte de nuestros profesionales, el trabajo interdisciplinario y mancomunado entre los diferentes niveles de atención, el rol del Colegio Médico, que nos abrió las puertas para entender mejor las estadísticas, y el cuidado de embarazadas de alto riesgo”. Y agregó: “A partir de la conjunción de todas estas variables, la ciudad logró bajar la tasa de mortalidad del 8,5% al 7%. Entre las causas de muerte más frecuentes se encuentran: malformaciones, causas cardíacas y enfermedades respiratorias”. Por otro lado, Alfaro manifestó que se verificó un incremento de embarazos adolescentes, que es un tema en el que están trabajando. A pesar de esto, el porcentaje de natalidad en la ciudad viene en caída, ya que se registraron 1.058 nacimientos en 2023 y 1.009 durante el año pasado. En lo que respecta al 2025, en el primer semestre, hubo 404 nacimientos, de los cuales la mayoría fue por cesárea. Este es otro indicador que buscan revertir ya que, según el profesional, el parto natural es más beneficioso en términos de salud, tanto para la madre como para el recién nacido. Cuidar a las mamás Uno de los pilares fundamentales de la baja en la mortalidad está dada por el Programa de Cuidado a las Embarazadas de Alto Riesgo, que se encarga directamente de la salud integral de la persona gestante: “Su objetivo es conocer en qué situación se encuentran las madres de la ciudad y está fundamentado en el trabajo de las obstetras, quienes siguen de cerca la gestación, explican de qué se trata el embarazo, le pregunta a la mujer si quiere continuar con él o no y, luego, se le realizan una seguidilla de estudios médicos. Después de esta primera instancia, la paciente pasa por otros profesionales como odontólogos, trabajadoras sociales y puericultoras”, detalló Alfaro. Con este primer acercamiento, las obstetras pueden categorizar el embarazo en dos categorías: de riesgo obstétrico, que son derivados al Hospital Centenario; o de riesgo psicosocial, que se abordan en los Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS) y son lo que más predominan. Las mujeres con riesgo psicosocial son madres con problemas de consumo o adolescentes que no conocen quién es el padre de su hijo; es decir, personas que están en un contexto social y económico vulnerable. A partir de la detección de esta situación, se contacta con una psicóloga y se le entrega el Módulo Alimentario E, que es un bolsón de alimentos con alto valor nutricional para que consuman durante el embarazo. “En la actualidad, son 73 embarazadas en esta situación, a las que les hacemos un seguimiento y tenemos la constancia de que necesitan esta asistencia. Las obstetras se contactan una vez por semana con ellas y las cuidan como oro. Se genera una relación muy maternal del Estado frente a estas realidades”, resaltó el profesional. Esta ayuda se entrega a las embarazadas hasta los seis meses de nacido su hijo, lo que permite garantizar que la madre esté bien alimentada durante el período de lactancia del menor. No obstante, Alfaro contó que “se encuentran elaborando el Programa Mil días que consiste en la entrega de un bolso para el recién nacido con todos los insumos fundamentales para su cuidado”. Y sumó: “Es importante para el seguimiento de la puérpera y el niño que nació para garantizar su salud y seguir disminuyendo los índices de mortalidad infantil. Estamos convencidos que la inversión en Salud es muy importante y este tipo de resultados es un punto a favor, un granito de arena que podemos aportar para lograr bajar las tasas a nivel provincial y nacional. Debemos seguir aunando esfuerzos y generando inversión para obtener resultados óptimos. Estos no son resultados unívocos, sino que son colectivos, fruto del trabajo mancomunado entre diferentes sectores de salud de la ciudad”. “En la actualidad, son 73 embarazadas de alto riesgo psicosocial que estamos atendiendo. Las y los obstetras se contactan una vez por semana con ellas y las cuidan como oro. Se genera una relación muy maternal del Estado frente a estas realidades”. La combinación entre seguimiento personalizado, atención interdisciplinaria y asistencia alimentaria específica ha permitido sostener una política pública centrada en los primeros momentos de vida. El abordaje integral que propone el programa —con el monitoreo obstétrico, el acompañamiento y la provisión de recursos nutricionales— apunta a reducir no sólo las cifras de mortalidad, sino también las desigualdades estructurales que afectan a muchas personas gestantes en la ciudad. “El desafío hacia adelante está en sostener y fortalecer estas líneas de acción, sumando nuevas herramientas que busque ampliar el cuidado más allá del nacimiento. La experiencia de Gualeguaychú demuestra que es posible avanzar con recursos locales, planificación estratégica y compromiso profesional, en una problemática tan sensible como la salud materno-infantil”, cerró Alfaro.
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