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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/06/2025 12:46
La pobreza en la Argentina se ubicó en 31,7% durante el primer trimestre de 2025, según informó el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales del Ministerio de Capital Humano en base a datos del Indec (AP Foto/Natacha Pisarenko) La pobreza en la Argentina se ubicó en 31,7% durante el primer trimestre de 2025, según informó el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales del Ministerio de Capital Humano en base a datos del Indec. Se trata de una caída de 23,1 puntos porcentuales respecto al mismo período del año pasado, tras el impacto de la devaluación de diciembre de 2023, y de 6,4 puntos contra el cierre del año pasado. Las cifras que publicó la cartera de Sandra Pettovello dan cuenta de que la indigencia alcanzó al 7,3% de la población entre enero y marzo. Se trata de una baja 12,9 puntos porcentuales contra el primer trimestre de 2024 y de 0,9 puntos frente al cierre del año pasado. Las cifras coinciden con la fuerte desaceleración que marcó la inflación durante la gestión de Javier Milei y en el marco de los incrementos de las canastas que marcan los umbrales de pobreza e indigencia por debajo del índice de precios minoristas. Las cifras que publicó la cartera de Sandra Pettovello dan cuenta de que la indigencia alcanzó al 7,3% de la población entre enero y marzo Es importante aclarar que la información de Capital Humano no es la que suele utilizarse de manera oficial. El Indec publica los datos de estos indicadores sociales dos veces por año, con los datos del semestre anterior. El organismo estadístico había publicado en marzo que la tasa de pobreza había finalizado en 38,1% en el segundo semestre de 2024 y la primera mitad del año fue de 52,9 por ciento. El próximo dato oficial se dará a conocer en septiembre y será el correspondiente al primer semestre de 2025. De todos modos, los analistas coinciden en la tendencia que señala el Gobierno. El economista del Cedlas, Leopoldo Tornarolli, indicó que, en base al informe de distribución del ingreso del Indec, su “estimación de la tasa de pobreza para el período octubre 2024-marzo 2025 es 34,4%, una baja significativa de 3,7 puntos respecto a julio 2024-diciembre 2024”. “Los datos de la distribución del ingreso del primer trimestre del 2025 sugieren una tasa de pobreza del 32,3% para el trimestre y una incidencia de 35% para el semestre octubre de 2024 - marzo de 2025”, dijo Martín Rozada, de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Pese a la caída de la pobreza en el segundo semestre de 2024, el estrés económico alcanzó al 50% de la población, evidenciando una fragilidad estructural. Se trata de la percepción sobre la capacidad de los ingresos totales para cubrir consumos básicos mensuales, sostener patrones de consumo y ahorrar. Así surge del último estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA)de la UCA. La insuficiencia de ingresos autopercibida se agudizó desde 2015. Previo al 2017, había una brecha importante entre los niveles de pobreza e indigencia la evaluación personal de poder atender las necesidades del hogar. A partir de ese entonces, la distancia se fue achicando a la vez que empeoraron dichos indicadores monetarios. En los últimos tres años, se observa un aumento del estrés económico En los últimos tres años, se observa un aumento del estrés económico, pero esta intensificación no es marcada entre los indigentes y pobres no indigentes, sino que el agravamiento se concentra, de manera principal y casi exclusiva, en el grupo de los no pobres. Agustín Salvia, director del ODSA, explicó que en contextos de alta inflación o de desaceleración abrupta se genera una desactualización entre el ingreso del mes anterior y los precios vigentes, lo que provoca un sesgo en la medición tradicional de la pobreza y la indigencia. Ese desfasaje reduce la efectividad de los indicadores. Otra cuestión que mencionó el especialista es que en el cuarto trimestre de 2024, el Indec realizó una mejora en su metodología y empezó captando con mayor precisión en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) los ingresos no laborales, como los programas sociales. El ODSA estudia si este cambio tuvo un impacto relevante en la notoria reducción de la pobreza de ese periodo. Al mismo tiempo, incide en la percepción el creciente peso de los gastos fijos en los hogares por las subas de tarifas y servicios, motivo por el cual aunque los ingresos hayan avanzado en términos reales, se nota una menor posibilidad de acceder a otros bienes.
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