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  • Tito Bessone, a los 67, pegó la vuelta al TC 2000: su dieta y el plan para estar entero.

    Concordia » Hora Digital

    Fecha: 27/06/2025 08:53

    Entrevista a Ernesto "Tito" Bessone Mira con atención todo el laburo en el auto, como en sus épocas de gloria que lo llevaron a ser campeón en todas las categorías donde corrió. Se trata de Ernesto Celestino Bessone, que a sus 67 años volvió a correr en el TC 2000 y se lo ve impecable al porteño. Solo las canas cambiaron de aquellos días en que fue uno de los mejores pilotos del país y hoy acompaña uno de los cambios más profundos en la historia del Turismo Competición. El 24 de noviembre de 1985 le dio el primer triunfo a una cupé Renault Fuego y se reencontró con ese mítico auto que se recuperó después de 35 años y fue restaurado por los hermanos Diego y Marcelo Medina. Volver a manejar ese coche, que tuvo de nuevo un motor de Oreste Berta, le prendió otra vez la chispa a Bessone, que salió campeón del TC 2000 en 1996, pero con un Ford Escort. Empezó en el Turismo Competición en 1982 con un Volkswagen 1500 del equipo de Luis Rubén Di Palma. Hoy Tito (03/04/1958) corre de nuevo con un VW, pero en este caso con un Nivus con los mismos colores de aquella cupé Fuego. Es un modelo que forma parte de la renovación de los autos con el ingreso de los SUV, el segmento que más se vende en el mercado automotor. Esa es la estrategia que buscan los dueños de la categoría, los hermanos Alejandro y Diego Levy, para poder revivirla y que vuelva a sus mejores épocas, metiendo en pista autos de calle que se estén comercializando hoy. Esto apunta a enganchar de nuevo el interés de otras terminales, además de Honda y Toyota, que hoy tienen sus equipos oficiales. Justo, el corredor veterano compite con el primer prototipo que armó la categoría en esta era de los SUV. Se lo ve tan copado como en sus comienzos cuando corría con su padre homónimo, quien fue el campeón nacional más longevo en Argentina cuando salió campeón en la Clase 2 del Turismo Nacional en 1985 con 62 años, al volante de un Alfa Romeo Sprint. (Bessone con el Nivus) El Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez es el patio de su casa y en uno de los boxes, el inoxidable Tito Bessone se sienta a charlar con Infobae, explicando por qué volvió a correr a su edad: “Me siento con la misma pasión de siempre. Obvio que me compromete un montón esto, este tipo de autos por la potencia, la velocidad de curva y la aerodinámica que tiene”. De su secreto para mantenerse diez puntos físicamente, indica que “entreno un montón. Tengo una rutina que la cumplo a rajatabla y le meto tiempo a lo físico. Eso me permite hacer otro tipo de deporte y entre ellos el automovilismo, que te exige mucho físicamente”. ¿Cuál es la posta? “El secreto es combinar proteínas. Hay días que consumo hidratos de carbono, pero tampoco me privo de nada porque quemo un montón de calorías”. Explica que toma “complementos vitamínicos, vitamina C, colágeno, Omega3 y creatina cuando voy al gimnasio. Y también, cuando hay sol, mínimo 30 minutos de vitamina D”. De lo físico cuenta que “después de que me retiré sentí la necesidad de seguir entrenando. La base en lo físico es la actitud y el deporte. Normalmente hago una hora y media de cardio por día, cuatro veces a la semana. Después tengo una rutina de una hora y cuarto de musculación que la hago cuatro veces por semana”. Antes de los fines de semana de carrera la actividad se intensifica y Tito describe que hace “48 kilómetros de footing y seis horas de musculación semanales”. Mientras que “si no tengo carrera, el sábado a la mañana hago musculación y el domingo a la tarde hago 12 kilómetros de footing más una hora y media de musculación. O si algún día no pude hacer nada porque estuve muy ocupado me voy a la noche al gimnasio. El cuerpo me lo pide y yo siento la necesidad de hacerlo, no puedo estar sin hacer actividad física”, explica. Aunque el corredor de Mataderos aclara que también lo ayuda su genética: “Mi viejo fue campeón a los 62 años, tenía un buen físico y en su época también entrenaba un montón”. Por otro lado, confiesa que volver a manejar la cupé Fuego de 1985 después de 40 años “fue re lindo porque el auto fue hecho desde cero por los hermanos Medina y el Savino Sport, Berta, Antelo, participó mucha gente para dejar el auto original tal cual como lo manejaba yo y la verdad es que lo dejaron hasta más prolijo y como lo tenía yo, por suerte”. La cupé Renault Fuego ganadora con Bessone en 1985 Ahora volvió a correr con los mismos colores de ese emblemático modelo del Rombo y recuerda que “fue una década tremenda por el cambio de modelos que justo se hizo en el año ‘85, que se pasó del Ford Taunus a la Sierra y del Renault 18 al Fuego, por nombrar algunos. Marcó una época importante la categoría y tuve la suerte de vivirlo. Cuarenta años después lo vuelvo a vivir con este cambio tan grande que es pasar del auto sedán al SUV, que son los autos que andan hoy en la calle y que se ven un montón. Y en este caso me toca manejar con mi compañero de equipo, Nico Palau, en el equipo Halcón. Estoy a full y trato de meterle lo mejor de mí”. Su gran rival fue Juan María Traverso y los dos eran como River-Boca en la categoría. El Flaco de Ramallo como el emblema de Renault y Tito de Ford. Tuvieron miles de batallas, como el día que se pasaron la punta en una carrera en Buenos Aires en 1986. “Fue el gran referente del automovilismo argentino. Fue un honor para mí haber corrido con él durante 20 años”, subraya. También eran tiempos con otros códigos, como la vez que Bessone lo chocó a Traverso en una definición del campeonato en Tucumán y las autoridades le iban a meter una sanción heavy de varios meses. Pero el propio Traverso, Guillermo *Yoyo Maldonado, Osvaldo Cocho* López y otros capos fueron a hablar al Automóvil Club Argentino (ACA) para que el porteño pudiera correr. “Me mandé una macana grande, me arrepiento de la maniobra y después, claro, el automovilismo argentino lo entendió así, porque se analizó la intención y el arrepentimiento. Son cosas que te tocan vivir y obvio que me enseñó un montón. Estaba re arrepentido de la maniobra, que al final no deja de ser una experiencia”, afirma. Sobre este nuevo auto del TC 2000 describe que “tiene aproximadamente 500 caballos de potencia. Para que la gente entienda, es como tener cuatro motores más que un auto de calle. Con un montón de carga aerodinámica, efecto suelo, con una goma re blanda y muy rápida, y es un auto que tiene una velocidad impresionante en recta, en curva y frena una barbaridad. Por eso en cada circuito al que fue, rompió récords”. Bessone fue campeón en todas las categorías en las que corrió: TC 2000 (1996), TC (2003), Turismo Nacional (2003), Club Argentino de Pilotos (1983 y 1984), Supercart (1995) y Top Race (2004). Dice que no hubo ningún secreto detrás de esas conquistas, sino “simplemente tener un buen equipo, gente súper comprometida que ame este deporte tanto como yo. Y cuando tenés un equipo fuerte que te banca, un gran auto y también la suerte necesaria, se logran los resultados”. Ernesto *Tito* Bessone muestra la motivación del primer día y corre contra pibes que podrían ser sus hijos. De hecho, este fin de semana en Rosario uno de sus rivales va a ser su hijo Figgo (21 años), que vuelve a la categoría y va a correr con un Chevrolet Cruze. Es el legado de tres generaciones de este apellido que es un ícono del automovilismo nacional.

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