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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/06/2025 06:30
La víctima habría sido denunciada por amenazas por el entorno familiar del detenido Un día después de que un hombre fuera asesinado de un disparo en la cabeza frente a la entrada de una escuela en Río Negro, las autoridades confirmaron su identidad y el vínculo que tenía con su agresor. Además, se conoció que la víctima tenía varios antecedentes penales en su historial, entre ellos, un presunto crimen que habría cometido en Buenos Aires. Luego de que la causa fuera asignada al fiscal Leandro López, se comunicó que el hombre era Diego Fasce (37), domiciliado en la localidad de Centenario, provincia de Neuquén. De la misma manera, ratificaron que había existido un enfrentamiento previo entre los involucrados. “Se conocían y tenían problemas personales, con denuncias de por medio”, había deslizado el comisario Javier Yañez, jefe de la Unidad Regional Quinta, poco después de que se reportara el ataque frente a la Escuela 63 de Cinco Saltos. De hecho, con el paso de las horas, los investigadores llegarían a profundizar en la relación entre Fasce y su asesino, quien se entregó junto con el arma homicida a las autoridades. De acuerdo con la información publicada por LM Neuquén, el abogado del acusado, Michel Rischmann, admitió que ambos se conocían porque la víctima había sido pareja de la sobrina del detenido. Sin embargo, en marzo de este año la relación llegó a su fin. Esto habría desencadenado una serie de ataques violentos contra ella y su familia. “La siguió hostigando, tenía custodia policial y botón antipánico, y aun así él la amenazaba. También a mi cliente y su familia”, subrayó el defensor al apuntar que habían asentado varias denuncias en su contra en el Juzgado de Familia y en la Justicia Penal. La zona en la que ocurrió el crimen En este sentido, remarcó que su cliente había vivido en un “contexto extremo de amenazas y hostigamientos” promovidos por Fasce. Incluso, el letrado destacó que el atacante no tenía antecedentes penales. “Esta persona tenía denuncias por amenazas calificadas, había sido acusado de un crimen en Buenos Aires, por el cual estuvo prófugo de la Justicia un tiempo prolongado, de hecho culminó con la sentencia sin ser detenido”, expuso Rischmann. De la misma manera, informó que la pistola que disparó era propiedad de la víctima y señaló que el enfrentamiento había comenzado cuando el hombre se acercó al vehículo del detenido. Según el relato del letrado, lo habría amenazado con el arma, le quitó el celular y el dinero que llevaba consigo. En ese momento, el acusado se encontraba junto a su pareja, mientras esperaban que el hijo de ella saliera del establecimiento educativo. “En ese forcejeo, le quita el arma y dispara”, reconstruyó al señalar que el hombre “era una persona muy peligrosa, siempre andaba armada y ya no sabían cómo detenerlo”. Por este motivo, Rischmann consideró que se trataba de un caso en el que se veía que “el Estado falló en proteger”. Y sostuvo: “Si no actuaba, las víctimas iban a ser su sobrina o él mismo”. A pesar de los detalles brindados por el abogado del detenido, el hombre aún no fue citado a indagatoria. Hasta el momento, solo se contaría con la confesión que hizo el mismo día del crimen, pero se esperaría que este viernes a las 08:00 horas amplíe su testimonio ante el fiscal. El caso El personal de la Comisaría 7° participó del operativo que permitió encontrar al presunto responsable El crimen se produjo el miércoles pasado, cerca de las 17:30 horas, cuando los alumnos de la escuela primaria N° 63 también estaban por retirarse del establecimiento. No obstante, al escucharse una serie de disparos, las autoridades pidieron a los niños y sus familiares que ingresen al edificio. Luego de que terminaran las detonaciones, notaron que un hombre yacía junto a un vehículo blanco estacionado frente al colegio. Por este motivo, se dio aviso a las autoridades locales, entre ellas, se presentó el personal de la comisaría 7°, del gabinete de Criminalística y los funcionarios judiciales. Una ambulancia constató la muerte de la víctima, quien presentaba un orificio de bala en la cabeza. Los testigos señalaron a los agentes policiales que se habrían efectuado, al menos, unos cuatro disparos. “Tuvimos que contener a los niños y las familias, decidimos hacer ingresar a todos, fue un caos, niños llorando”, relató la directora Patricia Navio, durante un diálogo con LU19. Asimismo, la institución tuvo que modificar su cronograma de funcionamiento este jueves, por cuestiones de seguridad.
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