Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • “El gesto de lo que respira”: una búsqueda íntima, personal y resiliente para abordar por capas la poética de Claudia Masin

    » El Ciudadano

    Fecha: 27/06/2025 00:02

    Miguel Passarini “Que no se sepa nunca si fue batalla o danza…”, escribe en parte a modo de presentación de su nuevo trabajo la actriz y performer rosarina Romina Bozzini García. El fragmento del poema El baile de los ahorcados, de Arthur Rimbaud, pareciera ser uno de los disparadores de una propuesta donde la poesía es la materia fundante, una materia que al mismo tiempo que se instala en el cuerpo dispara sentido, aunque los bordes de los lenguajes abordados en escena estén difuminados luego de un largo proceso de varios años de trabajo transitados desde la experimentación. El gesto de lo que respira, propuesta que acaba de ganar uno de los subsidios a la producción de Espacio Santafesino, se conocerá este sábado 28 de junio en la sala El Rayo, con el trabajo en escena de Romina Bozzini García, bajo la dirección de Yerutí García Arocena, con diseño y realización de vestuario de EstudioQUIER, diseño lumínico de García Arocena, Bozzini García y Ariel Gauna Rojas; asesoría técnica en diseño de iluminación de Nacho Farías, diseño sonoro de Juani Favre, diseño gráfico, fotografía y arte audiovisual de Arcas y Gauna Rojas, con la colaboración artística de Cecilia Colacrai y la producción de Julia Tarditti. La propuesta se anuncia como “una experiencia performática a partir de la poesía de Claudia Masin”, la notable escritora y psicoanalista chaqueña que reside en Córdoba, cuya producción intelectual, precisamente, tiene que ver directamente con el cuerpo como esa matrix que se llena de ideas, conceptos, experiencias y dispara palabras que se vuelven poemas donde la conmoción y la provocación son una marca. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de El gesto de lo que respira (@elgestodeloquerespira) Invitación a la contemplación “Como obra escénica, proponemos un cruce de lenguajes entre la danza, la poesía, el teatro y la sonoridad del cuerpo en relación con objetos y materialidades de la naturaleza. El gesto de lo que respira invita a la contemplación y es una obra minimalista, sin artificios. Una propuesta intimista y conmovedora. Su desarrollo temporal aborda ritmos e imaginarios que llevan al espectador a sumergirse dentro del mundo natural y animal, despertando la inquietud por la poesía. Una meditación para encontrarse con la propia voz”, destacan Yerutí García Arocena y quien pone el cuerpo a esta propuesta, que además es la coordinadora del espacio teatral de Abuelas de Plaza de Mayo Rosario y trabaja desde sus comienzos en la gestión de Teatro X la Identidad Rosario junto a Claudia Piccinini, por lo que cuerpo, identidad y memoria son permanentemente elementos fundacionales de sus búsquedas artísticas. Descubrir “El Cuerpo” “Arranqué con esta obra en la pandemia; si bien la poesía estuvo en mi imaginario desde muy chica y siempre escribí, en aquellos años de encierro empecé a tomar clases de escritura por zoom. Arranqué con (la periodista, escritora y poeta) Ivana Romero y es a través de ella que me acerco a la poesía de Claudia Masin. En el mismo momento en el que leímos y empezamos a trabajar con el primer poema de Claudia, me puse a rastrear toda su obra, sus libros de poesía. En ese mismo contexto acababa de salir su último material, titulado El Cuerpo, y salí a buscarlo casi compulsivamente. Sentí una necesidad enorme de leerlo: estábamos pasando un momento de mucha incertidumbre donde se cruzaban todo el tiempo la vida, la muerte, muchas pérdidas y no sólo de la vida sino de muchas otras cosas. Al mismo tiempo, ese descubrimiento se cruzaba con otras lecturas mías acerca de la naturaleza y los animales en ese momento donde la contemplación tenía, al menos para mí, un gran protagonismo. Entonces, cuando leo ese libro de Claudia se me empezaron a aparecer imágenes, escenas, y sentí que tenía que «bailar ese libro»; bailarlo a mi manera, en función de eso que yo sentía en mi cuerpo y lo que ella había escrito sobre el cuerpo. Ese fue un tiempo que me ayudó a entender que somos una parte diminuta de algo mucho más enorme que es el mundo que habitamos”, contó Bozzini García acerca de qué fue lo que la interpeló de la obra de Claudia Masin y cómo fue el proceso creativo, que desarrolló en aquél inicio en la más absoluta soledad, pensando escenas en su casa, y en un proceso que detrás de Ivana Romero la acercó a Gabby Decicco, poeta no binarie lesbofeminista. “El mundo que propone Gabby desde su taller de escritura es una hermosura en todos los sentidos; me sumé a ese grupo que es Arboleda y al mismo tiempo del aprendizaje fue un espacio de contención porque yo conté el proceso que estaba atravesando. Gabby e Ivana me contactaron con Claudia a quien le pedí autorización para usar sus poemas en una obra escénica. Seguíamos en pandemia y Claudia me contestó con un mail muy amoroso donde me decía que le daba mucha alegría que su poesía pudiese tomar otros caminos. Indudablemente, esta es una obra que está atravesada por la poesía de Claudia pero también por todo lo que nos pasó a nivel personal y colectivo durante la pandemia, donde aparecen lo emocional, lo laboral, lo familiar, los miedos, la salud, muchas pérdidas y muchos duelos. De inmediato, cuando todo empieza a abrirse un poco, me pongo en contacto con amigos de Pueblo Andino y de un espacio que es La Biaba, de Ariel Gauna Rojas y Analía Torti; empecé a ensayar ahí, después seguí en Casa 10, de Valeria Ricco, en todo momento intercambiando cosas con amigos. Todo ese proceso en un momento decantó en la necesidad de encontrar una mirada desde la dirección que me ayudara a ordenar todo eso que venía trabajando. Yerutí es alguien a quien siempre admiré como bailarina y habíamos trabajado juntas en un proyecto anterior vinculado a la producción entre Teatro X la Identidad y el Festival El Cruce; la llamé y me dijo que sí. En ese momento empezamos a trabajar y no paramos de ensayar nunca hasta ahora, con el regalo de hacernos amigas que es eso que también nos acerca el arte”, sumó Bozzini García quien además destacó los distintos territorios de militancia de cada uno/a de los/as integrantes de este proyecto, que surgió desde la fragilidad de un cuerpo en soledad, en plena pandemia, “y terminamos estrenando esta obra en un contexto político diferente donde, por otros motivos y de otras formas, los cuerpos siguen siendo violentados. Abrir los ojos cada día es, al mismo tiempo, un acto de gran fragilidad pero también de una enorme potencia”, expresó. La mirada de alguien que se acerca a un trabajo en proceso abre el juego a la puesta de sentido en un territorio donde se dirimen la diversidad, las conexiones y lo político, entre muchos otros temas. “Yerutí entendió que había material para trabajar; no agregar sino profundizar en esas búsquedas en las que yo venía investigando. Fue así que en ese proceso empezó a aparecer su poética, además de la mía y la de Claudia; es como que entre las tres construimos un nuevo cuerpo poético que es la obra. Pero además, lo hermoso de este trabajo es que el libro de Claudia está construido sobre películas que ella vio, y cada poema está escrito a partir de una película. Mientras tanto, nosotras construimos una obra desde los poemas, en algunos casos habiendo visto las películas y en otros no, lo que generó un cruce de múltiples capas que es producto de todo lo transitado a partir probar cosas. En ese sentido decimos que es una experiencia performática porque cada momento implica entrar y salir de esos poemas, más allá de la historia que pueda ver o leer cada uno y del trabajo que armamos a partir de objetos de la naturaleza con los que trabajamos en escena”. Y finalmente, la actriz y performer expresó una mirada disruptiva acerca del concepto de muerte y de pérdida que aparece desde su génesis en El gesto de lo que respira: “Particularmente, tengo encima muchos duelos y muchas pérdidas y no me victimizo porque es algo que nos pasa a la mayoría de las personas; pero sí creo que cuando uno puede ver de cerca la muerte hay algo que cambia. Vivimos en una sociedad que permanentemente oculta todo lo vinculado con la pérdida y la muerte como si no fuese parte de un ciclo vital. No enfrentar eso como un aspecto de la vida es de una enorme contradicción y siento que la escritura de Claudia, así como las luchas por los derechos humanos y los feminismos, entre muchas otras luchas, tiene que ver con reconocer los lugares de fragilidad a partir de las fortalezas porque siempre están unidos, así como el amor y el dolor también está unidos y obviamente la vida y la muerte que también están unidas. Vivimos en un mundo que niega eso todo el tiempo y en paralelo está en guerra y nos estamos aniquilando. Vemos todo el tiempo, en diversos soportes, imágenes de guerras y de gente que es violentada mientras reclama por sus derechos y creemos que son sólo eso, imágenes. No son personas, no es la naturaleza que se destruye, no son lugares en el mundo. La poesía de Claudia y el arte en general nos están interpelando todo el tiempo acerca de todo eso que nos negamos a ver; entre eso que nos pasa a nosotros y le pasa a los otros aparece la poesía para cuestionarnos y sensibilizarnos”. Para agendar El gesto de lo que respira se conocerá este sábado 28 de junio, a partir de las 21, en el teatro El Rayo (Salta 2991). Reservas con descuento: +549-341-5842730. IG: elgestodeloquerespira

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por