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» Santo Tome al dia
Fecha: 26/06/2025 21:07
Con el objetivo de mitigar el impacto ambiental y proteger la salud de los vecinos, la concejala Alejandra Chena presentó un proyecto de ordenanza para regular la gestión de aceites vegetales usados en frituras, tanto en el ámbito domiciliario como comercial. La propuesta fue ingresada durante la última sesión del Concejo Municipal. La iniciativa plantea un sistema integral que abarque desde la recolección hasta el tratamiento final de este tipo de residuos, considerados altamente contaminantes. “Estamos hablando de un residuo que, mal dispuesto, puede contaminar miles de litros de agua, obstruir redes cloacales, impermeabilizar pozos y afectar gravemente los ecosistemas”, advirtió Chena. Además, señaló que “hoy en día, en muchos municipios no existe una regulación clara sobre qué hacer con estos aceites, que incluso pueden terminar reciclándose de forma informal y volver a los alimentos, con los riesgos que eso implica para la salud”. El proyecto retoma experiencias locales, como la campaña “Reciclá tu aceite” desarrollada en 2021 junto a comerciantes gastronómicos de la ciudad, y propone ampliar su alcance mediante la creación de una red de puntos de recolección. También contempla la obligación de inscripción en un registro municipal de los grandes generadores, transportistas y operadores, para garantizar la trazabilidad del residuo. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), un solo litro de aceite de cocina puede contaminar hasta 1.000 litros de agua, lo que dimensiona la urgencia de implementar una regulación efectiva. La ordenanza prohíbe expresamente el vertido de aceites en redes cloacales o cursos de agua, así como su reutilización en productos alimenticios. En cambio, promueve la posibilidad de convenios con empresas especializadas, en línea con la ley provincial Nº 13.808, que establece lineamientos para el uso de estos aceites en la producción de biocombustibles. Además, la propuesta incluye la realización de campañas de concientización para fomentar el involucramiento de la ciudadanía. “Es una deuda pendiente de la ciudad poder contar con un marco normativo para la adecuada gestión de estos residuos”, concluyó Chena. Y agregó: “Este proyecto suma a la economía circular, a la reducción de la contaminación y a la construcción de una ciudad más saludable y sostenible”.
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