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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/06/2025 16:51
La periodista compartió el detalle que le dejó su hijo y le dio fuerzas durante su hospitalización (Instagram) La rutina de María Julia Oliván sufrió un revés inesperado cuando un accidente doméstico la obligó a dejarlo todo para centrarse en su salud. Mientras intentaba encender una chimenea en su casa, el uso de etanol provocó una explosión de fuego que le causó quemaduras significativas. El episodio terminó con una internación de urgencia en el Hospital Alemán, donde la periodista transita ahora los primeros pasos de una recuperación que será larga y que la mantiene alejada de sus actividades habituales. En ese contexto de incertidumbre y esfuerzo, encontró consuelo en el cariño de su familia y, especialmente, en un tierno gesto de su hijo Antonio, que se transformó en un bálsamo indispensable durante la internación. Desde la habitación de la clínica, María Julia recurrió a sus historias de Instagram para compartir un momento que logró acortar distancias: el presente que le llevó Antonio, cuidadosamente guardado en un folio. Se trata de un dibujo lleno de color, donde se ve a una figura con una remera decorada con un corazón rojo y la frase “Ma, te quiero mucho”, que el pequeño escribió con su puño y letra. La conductora, visiblemente emocionada, no dudó en bautizar al obsequio como “Payamédico para mamá”, agradeciendo la dulzura y la creatividad de su hijo. El diseño consistía en una persona con rostro sonriente pintado de rojo, vestido con una remera amarilla con un corazón en el centro, pantalones azules y zapatillas marrones. Llevaba una peluca bicolor, con un lado violeta y otro rosa, y extendía los brazos como si ofreciera un abrazo. El tierno gesto que tuvo su hijo durante su internación Este gesto simple significó un alivio en medio de la preocupación y los días de hospitalización, que comenzaron tras el accidente con la estufa. Al principio, los médicos estimaron que las quemaduras afectaban el 25% de su cuerpo, pero luego redujeron el cálculo a un 13%. “Y me prendí toda fuego. Así que dentro de todo la saqué barata”, compartió Oliván a Teleshow mostrando su fortaleza y su capacidad de sobreponerse, aún en los momentos más inciertos. El accidente y la prolongada internación obligaron a María Julia a pausar sus proyectos profesionales y frenar el ritmo de una carrera periodística marcada por la actividad constante. Sin embargo, en el medio del proceso de sanación, el gesto de Antonio se presentó como un bálsamo. La conductora ya había compartido anteriormente las alegrías y desafíos que atraviesa junto a su hijo, quien fue diagnosticado con autismo en los últimos años. A partir de ese momento, la periodista redefinió su modo de trabajo y su agenda diaria, decidiendo reducir sus actividades laborales para darle prioridad absoluta al bienestar y las necesidades de Antonio. La periodista mostró las heridas que quedaron en su rostro tras el accidente No es la primera vez que los logros del pequeño le devuelven alegría y esperanza a la familia. En octubre pasado, la periodista confió a este medio y a sus seguidores en redes el hito alcanzado por Antonio, que fue elegido nuevamente para izar la bandera en su colegio, reconocimiento que llegó no solo por su buena conducta, sino también por sus habilidades y entusiasmo en el área musical. “Practica en casa una escala musical con la canción de los dos patos de Baby TV”, contó emocionada en ese entonces. Estos avances, que para otros podrían pasar inadvertidos, se transforman para la periodista en verdaderos tesoros, señales de crecimiento que alimentan el optimismo y la gratitud. Durante el acto escolar, Antonio fue protagonista empuñando el micrófono, mientras la docente explicaba: “Izo la bandera por mis esfuerzos en las actividades de escala musical y por cantar fuerte y muy afinado”. El reconocimiento académico y el aplauso de sus compañeros y maestros llenaron de orgullo a la presentadora, que no dudó en compartir ese momento con quienes la siguen y conocen de cerca su historia personal. Hoy, mientras María Julia atraviesa una recuperación que se prevé larga, ese dibujo colorido y simple se convirtió en símbolo de esperanza, de vínculo y de fortaleza familiar. El pequeño gran gesto de Antonio le devolvió a la periodista la sonrisa y un motivo más para seguir adelante, confirmando que incluso en las épocas más difíciles, los lazos afectivos y las victorias cotidianas tienen la capacidad de sanar y acompañar.
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