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Parana » El Once Digital
Fecha: 26/06/2025 16:30
El productor del documental Justicia Divina que se grabó de forma secreta durante el juicio por la muerte de Diego Maradona presentó un escrito ante los fiscales de San Isidro que investigan si la jueza Julieta Makintach cometió un delito y complicó a la magistrada. Según afirmó José María Arnal Ponti, presidente de la productora Ladoble SA, la jueza sabía que se estaba grabando un documental, el cual tenía un costo estimado de 800.000 dólares. “Desde el minuto cero en que tomé contacto con el proyecto del documental, se me fue aclarado por quienes lo ofrecieron que la jueza Makintach estaba en conocimiento del mismo, de su guión y que había prestado conformidad para su realización", sostuvo acerca de Makintach, que renunció después de que el tribunal se declarara competente para iniciar un jury en su contra. Según precisó, “el proyecto para la realización de un documental del juicio por la muerte de Maradona desde la perspectiva de uno de los jueces que intervendría en el mismo fue acercado a la productora por el señor Juan Manuel D’Emilio en febrero pasado". “D’Emilio es un reconocido creativo publicitario, a quien respeto y conozco desde hace 20 años. La idea del contenido a realizarse, cuando fue presentado a la productora, ya se encontraba plasmada en un guión que fue entregado por D’Emilio”, explicó Arnal Ponti en el escrito que presentó ante los fiscales de San Isidro Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo. Los autores del guion, según Arnal Ponti, eran D’Emilio y su socia María Lía Vidal Aleman. “Vidal Aleman, conforme también me lo hizo saber desde un principio el señor D’Emilio, era amiga desde la infancia de la jueza Makintach -cuya existencia también desconocía hasta aquel momento-, relación a partir de la cual se habría gestado la idea original”, indicó. Se trata de un punto clave, porque cuando estalló el escándalo, la jueza Makintach negó la existencia del documental y solo reconoció haber autorizado el ingreso en la sala de audiencias a Vidal y a D’Emilio porque era un escritor “maradoniano”. Luego, afirmó que solo había participado de una entrevista con Vidal Alemán. El productor afirmó que Makintach “nunca concurrió” ni participó de las reuniones en la productora para el desarrollo del documental. “Conocí a la magistrada en la primera actividad que se emprendió, realizada el domingo 9 de marzo pasado, en el edificio de los Tribunales de San Isidro. El lugar, la hora y el contenido de las imágenes que se grabarían son cuestiones que siempre traté exclusivamente con D’Emilio o con la señora Vidal Alemán. Jamás con la jueza Makintach; nunca tuve su teléfono”, sostuvo Arnal Ponti. Sobre el día de la grabación con la jueza, aclaró: “La presencia en la grabación de -nada menos que- la jueza, el ingreso en un edifico público un día domingo junto y merced a ella, a la vista del personal policial que allí se encontraba, sumado a las filmaciones que de su persona se hicieron en diferentes lugares del inmueble, ratifica que no se trataba, al menos para mí, de una actividad clandestina y mucho menos ‘desautorizada’ o prohibida. Todo lo contrario”. Además, dijo que el 11 de marzo, en el primer día del juicio, concurrieron a los Tribunales de San Isidro “para grabar solo imágenes de la jueza Makintach”. “Se trató de una tarea acordada con ella y autorizada por ella, por intermedio de Vidal Alemán y/o D’Emilio. Con las tomas de la jueza en el juicio obtendríamos ya el material suficiente para poder conformar los armados audiovisuales", sumó. El productor explicó que para ello contrató a un camarógrafo freelance y que ante el tumulto en las puertas del Tribunal, la jueza mandó a su custodia a buscarlos. “Una mujer policía nos buscó en la vereda del edificio de Tribunales, nos hizo atravesar su ingreso y nos acompañó hasta dentro del mismo. Se trababa de la custodia de la jueza. Todo lo que relato ratificaba mi convencimiento que nuestra tarea se encontraba absolutamente autorizada, más allá de que ninguna duda tenía a ese momento: a la vista de todas las personas presentes -que no eran precisamente pocas- y utilizando una cámara imposible de disimular, esconder o camuflar en la sala donde se llevaría a cabo el juicio. Durante el desarrollo del debate, con la misma cámara, se tomaron planos aislados de la jueza sin importar el audio ni el hilo del juicio”, sostuvo. Arnal Ponti también explicó que las imágenes del documental que se dieron a conocer corresponden a un “teaser" y “WIP” (por sus siglas en inglés: Work in progress)“, es decir ”primigenios armados audiovisuales confeccionados al solo efecto de mostrar la idea que se pretende tenga el documental a realizarse en un futuro" para obtener financiamiento del proyecto por inversores en la etapa de venta. El 22 de mayo pasado, la Justicia ordenó allanar la sede de Ladoble SA, en la calle Machaín al 4500, en Saavedra, momento en que fueron entregados “un guion, un Teasery un WIP". Arnal Ponti aclaró que el costo de los mismos “fueron afrontados por la productora”. Además, el presidente de la productora dijo que en caso de que se realizara el documental, se vendiera y hubiera ganancias, las mismas iban a ser repartidas en partes iguales entre la productora, D’Emilio y Vidal Alemán. “Subrayo asimismo que respecto de las conversaciones que mantuve con el nombrado sobre este punto, jamás se me mencionó o se involucró o se sugirió una participación de la jueza en las posibles ganancias", cerró.
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