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» Elterritorio
Fecha: 26/06/2025 14:31
La baja en las ventas de cerveza, sumada al ingreso masivo de latas de contrabando, preocupa al sector comercial. Lucas Kerps, propietario de una cadena de supermercados, advirtió que la competencia desleal “pone en jaque al comercio legal” y reclamó controles más estrictos en la frontera. jueves 26 de junio de 2025 | 12:30hs. Un nuevo informe revela que el consumo de cerveza en Misiones registra una fuerte caída. La baja, sin embargo, no se explica solo por la temporada invernal, sino también por un fenómeno creciente y preocupante para los comerciantes locales: el contrabando de latas desde países limítrofes. “Puntualmente, la compra de cervezas ha bajado. Se trata de un producto muy de clima de verano, sobre todo en las líneas industriales. Pero además, desde hace varios meses viene con una tendencia descendente”, explicó Lucas Kerps, propietario de una cadena de Supermercados, en diálogo con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7. A esta merma estacional se suma un factor más complejo: el ingreso ilegal de cervezas desde Paraguay y Brasil, a precios con los que los distribuidores locales no pueden competir. “Estamos viendo marcas que no se comercializan en Argentina o que directamente no están importadas de forma masiva. Una de las más vistas es una marca brasileña con lata amarilla, pero también hay otras que compiten directamente con las nacionales. A mí me ofrecieron una lata verde —una de las más vendidas— a un precio mucho menor que el del distribuidor oficial”, detalló. La diferencia de precios es abrumadora: “Si hablamos del mismo producto, la misma lata, la diferencia puede ser del 30%. Es decir, toda la ganancia comercial”, señaló Kerps. “Es imposible que un distribuidor pueda competir. Esto afecta al comercio legal que paga impuestos, genera empleo y apuesta a largo plazo”. El fenómeno no se limita solo a las cervezas. Según el empresario, también se detectó contrabando de dentífricos, afeitadoras, pilas y baterías. “El otro día me ofrecieron afeitadoras al 50% del precio que yo pago al distribuidor oficial. Estamos hablando de una entrada masiva de productos, no de una familia que cruza con un Six Pack”. Kerps diferencia claramente entre los consumidores que cruzan a Encarnación para hacer sus compras personales y quienes lo hacen para revender productos en grandes cantidades. “Una familia que va al supermercado del otro lado del puente, porque le conviene, está en su derecho. Es comprensible que busquen ahorrar. Pero no es lo mismo que alguien que entra con cientos o miles de latas a venderlas ilegalmente. Ahí está el problema”. El empresario también alertó sobre el crecimiento de pequeños comercios dedicados exclusivamente a la venta de cervezas importadas. “Son negocios con torres de latas que no son de marcas locales. Si bien todos tienen derecho a competir, el problema es que lo hacen en condiciones desiguales. La competencia debe ser leal”, subrayó. La situación, advierte, se torna aún más compleja en los comercios de barrio: “Probablemente no sufran controles, pero también son parte del eslabón afectado. Es una espiral complicada. Si no se actúa a tiempo, esto puede escalar a otros productos y sectores”. Ante esta realidad, Kerps reclamó mayor presencia de los organismos de control y medidas que garanticen igualdad de condiciones. “El distribuidor oficial tiene un mix de productos que ofrecer, pero necesita apoyo. Si tiene que salir todos los días a pelear contra una guerra que ya tiene perdida, esto no va a cerrar por ningún lado”. La preocupación no es menor. Más allá del comportamiento del consumidor, el ingreso de productos ilegales representa una amenaza directa al empleo, la producción nacional y el comercio local. “Hay que respetar al consumidor, pero también hay que darle herramientas al comerciante que apuesta por hacer las cosas bien”, concluyó.
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