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» Misioneslider
Fecha: 26/06/2025 09:02
La hoja de papel fue cortada descuidadamente. Decía casi en código y con mala impresión: «Blas Adrian Gomez M = 1 – P2 Gordo Blas Alicho». La policía lo encontró en uno de los bolsillos de la chaqueta del agente federal Ricardo Ariel González (35), quien fue encontrado baleado en el interior de su socio Peugeot el 22 de julio en Loma Hermosa. En la misma escena, alguien dejó un póster con una leyenda un poco menos críptica: «‘Rengo’ Pacheco. 10 millones para mí. Aquí tienes tus 10 millones. Atentamente, San Martín». Sin duda, el crimen de González fue un ajuste de cuentas enmarcado en la guerra por el territorio, una constante durante décadas entre las bandas de narcotraficantes de San Martín. La guerra no es nueva, pero se ha intensificado en las últimas semanas tras la detención, el 29 de mayo, de uno de sus exponentes más antiguos: Javier «El Rengo» Pacheco (47), un caudillo de Villa 9 de Julio. Para entender todas las pistas (plantadas o no) que se encontraban en el interior del compañero del policía asesinado, es necesario partir del papelito que González tenía en el bolsillo, que algunos piensan que se refiere a las personas que iban a ser el objetivo de el potencial asesino contratado por el «Rengo» Pacheco o sus alrededores. Crimen con mensaje mafioso en Loma Hermosa, San Martín. Guerra narco entre «Rengo» Pacheco y «Mameluco» Villalba. Alicho Blas Adrián Gómez (28) -conocido como «El Gordo» Blas – es el miembro más violento de una banda de narcotraficantes liderada por Max Ali Alegre (32), cuyo apodo es «Alicho» (quizás porque no lo conocía, escribió González «Avicho», con «v»). Ambos se encuentran en prisión, condenados por tráfico de drogas. Viven en el Módulo I del Pabellón 2 de la prisión de Devoto. De ahí la notación M = 1 -P2. Según sentencia del Juzgado Oral Federal No. 1 de San Martín -que el 19 de mayo de 2020 lo condenó a 9 años de prisión-, “Alicho” dirigía una organización de narcotráfico con presencia en las ciudades de San Martín Loyola. , Sarmiento, Villa 18, Escalada y La Rana. En una misma decisión, tomada mediante un «juicio corto» y reuniendo cuatro causas distintas, Blas Gómez fue condenado a 7,5 años de prisión, sentencia solicitada por el fiscal Marcelo García Berro en su petición. Poco tiempo después, esta frase quedaría ensombrecida por otra, impuesta el 29 de octubre de 2020. «Que se quede ahí» En esa fecha, el TOF 1 de San Martín condenó a cadena perpetua a «Gordo» Blas por el asesinato de un ex integrante de su banda en Villa La Rana: Maximiliano Peralta, alias «Pica», a quien acusaron de denunciarlos a la policía. . Escuchar la causa es muy claro. “Aquí está la gorda ‘Pica’”, advierte un pointer vecino que detectó a Peralta en la zona y pregunta: “¿Qué hacemos? para cargar vamos, ahora crucé, dime que hacer, doy pasta? El hermano está aquí, está enamorado ”. Entonces Gómez le dice: «Fuimos allí», a lo que su interlocutor le pregunta: «¿Qué puedo hacer? ¿Lo tengo allí?». Gómez le ordena que se encargue de él: «Que se quede ahí». Guerra contra las drogas en San Martín: la banda «Rengo» Pacheco, confrontada con la organización «Mameluco» Villalba. En 2017, Gómez ya había sido procesado por el asesinato del policía federal Alan Dolz. Dolz fue asesinado en abril de 2017 en los pasillos de Villa Loyola mientras trabajaba como «encubierto». Por su muerte se decretó un duelo nacional de 24 horas, pero lo cierto es que el asesinato nunca se esclareció. El “Gordo” Blas se rindió voluntariamente y logró ser llamado “falta de mérito”. Jonathan Guevara, el único acusado que llegó a un juicio oral, finalmente fue absuelto por falta de pruebas, aunque cumplió una condena de cinco años y medio de prisión por tráfico de drogas. La conexión de Buenos Aires Aunque detenidos y condenados, las fuentes consultadas por Clarín Coinciden en que la organización «Alicho» sigue activa y que de hecho fue la gran beneficiada cuando la Policía de Buenos Aires arrestó a Pacheco, gran parte de su pandilla y familia, en mayo. Su pareja, su ex y su hijo están en la cárcel al igual que él. Es en este punto del asunto, donde un hecho pesa entre «marcar» y alarmar la relación de la banda con los bonaerenses: cuando en 2020 «Alicho» firmó una causa penal abreviada por 9 años de prisión por narcotráfico. Los abogados defensores fueron Roberto Eduardo Anauati y Sonia Florencia Anauati. Los datos solo cobran importancia cuando se suma el tercer hermano: el comisionado Maximiliano Anauati, titular del Narcotráfico Ilícito y Delincuencia Organizada en Ezeiza y quien inició y dirigió la investigación que culminó con la detención de Pacheco. Hay formas más sencillas y directas de decir esto. «Alicho», narcotraficante en San Martín, y su vinculación con los Anauati. “Alicho” fue defendido en los tribunales por los hermanos del comisionado que un año después -con base en un dato anónimo- detuvieron a uno de sus principales competidores en el narcotráfico en San Martín. Para más información, la relación entre ellos es tan estrecha que sus nombres aparecen en la misma escena del crimen: el del policía Ricardo Ariel González (35), asesinado en Loma Hermosa por motivos que aún confunden a muchos. ¿Oportunidad? Detalles para la historia: en 2006, el inspector Roberto Ignacio Anauati (58) -padre del clan- fue exonerado de Bonaerense luego de la apertura de un aviso por mantenimiento de un cultivo de soja que estaba bajo inspección de la Corte Federal. León Arslanian lo expulsó, pero luego de varias apelaciones logró colocar su situación bajo la dirección de Carlos Stornelli – y se le permitió «retirarse» por sus 30 años de «servicio». En relación a la causa penal presentada en su contra, en septiembre de 2020 sus abogados defensores solicitaron prescripción al TOF 3 de San Martín. Pero los jueces rechazaron la solicitud. Rotación generacional En San Martín se dice que Max Ali Alegre dio los primeros pasos en el narcotráfico como un «pellizco» en la organización que lidera Miguel Ángel «Mameluco» Villalba, cuyo epicentro de poder siempre ha sido Villa 18 de Septiembre. Uno de los rivales del «mercado» de Mameluco fue Javier «Rengo» Pacheco, quien tomó el poder en Villa 9 de Julio tras la muerte de Gerardo Goncebat en 2011. «Alicho» es conocido en los bajos fondos de San Martín, donde se le cita como líder de banda. Su padre boxeador tomó las piñas del apodo de «Manotazo» y se convirtió en noticia por gestionar un circuito paralelo de luchas y participar, con carácter propio, en el programa «Todo x dos pesos». “Alicho” tiene seis hermanos y uno de ellos es la Policía Federal. Ricardo González (35) fue asesinado en Loma Hermosa. Trabajó en la Delegación Mercedes de la División de Unidades Operativas Federales (DUOF) de la PFA. Con “Mameluco” y “Rengo” en prisión – y una expectativa de varios años en prisión – una nueva generación comienza a reclamar un papel más importante. Por un lado, están los hijos de Villalba y, sobre todo, Alan, que está prófugo y al que se le atribuye al menos un disparo posterior a la cárcel contra Pacheco. Por otro lado, está, entre otras, la organización de «Alicho» y Blas Gómez, que se identifica como una de las más violentas, y con una novedad: sus dirigentes no nacieron en San Martín ni hicieron su primera armas como los ladrones que habían hecho los jefes anteriores. Los «nuevos chicos del barrio» nacieron en el tráfico de drogas. ¿Más? Ahora, tras la detención de «Rengo», todos en San Martín esperan más violencia y más muertes en la lucha por el territorio. Quizás lo más impresionante fue el policía muerto en Loma Hermosa, pero dicen que hubo más. Muy elocuente es una escucha realizada el 29 de mayo, en la que narcotraficantes leales a «Rengo» intentan mantener el orden en la tropa. A un lado del teléfono está Ariel Arévalo (alias «Chino», mano derecha de «Rengo» y actualmente prófugo) y al otro un puntero. Hablan de respetar lo del «tío», ya que «Rengo» fue nombrado en honor al «tío Rico», el personaje de dibujos animados del pato Donald. «Sabes que este te hizo» -Chino: ¿Qué pasa ahí que hay un puterio de jefes? Ese ‘por boludo …’, no es así, qué ola. -NN: ¿Qué puta? ¿Qué tan chino? Ezequiel, «Rengo» y Mauro Pacheco, el clan narco. -Chino: No sé, están tratando de escribir, ese “Gangoso” se llama, que quiere matar a otras personas. -NN: No … no nos vamos … –Chino: Eso del «tío» lo respetaré. Sabes que este te hizo, idiota … -NN: Mejor … sí, llegamos, ya dije que nos vamos a poner la camiseta de «Tío». -Chino: Mira, intenta entrar. Ahora tenemos que echarle una mano al «tío». Intenta cortar el puterio, aquí nadie quiere nada, idiota. «Tío» no está muerto, idiota. Mira quién iba a salir, quién iba a subir al teleférico. Hay quilombos, procura cuidarte ahí. -NN: Tranquilo Chino, aquí estoy. GL
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