26/06/2025 07:00
26/06/2025 06:59
26/06/2025 06:57
26/06/2025 06:53
26/06/2025 06:52
26/06/2025 06:51
26/06/2025 06:51
26/06/2025 06:49
26/06/2025 06:48
26/06/2025 06:47
Parana » Informe Digital
Fecha: 25/06/2025 23:08
SAN PABLO, BRASIL.– “Hoy los modelos financieros ya no tapan errores como antes”. Esta afirmación sintetiza el punto de inflexión que, según Gustavo Portis, director de la División de Soluciones para la Agricultura de BASF, comenzó a “sentirse con fuerza” en el agro argentino desde el año pasado. Durante mucho tiempo, la rentabilidad pudo mantenerse a pesar de ciertos errores técnicos o decisiones productivas poco adecuadas, gracias a estrategias financieras que los ocultaban o disimulaban. Actualmente, ese colchón ha desaparecido. En Brasil, donde participó del World Agri-Tech South America, Portis describió cómo el cambio en el contexto macroeconómico está obligando a repensar estrategias. “La transformación del modelo macroeconómico está impactando en todas las cadenas de valor, y en el agro eso ya se evidenció con fuerza el año pasado. Básicamente, al conversar con agricultores, distribuidores y gente del campo, se puede percibir un cambio claro: hay un retorno a los procesos productivos eficientes. En todos los aspectos”, afirmó. “Donde antes los modelos financieros podían disimular errores o sostener determinadas formas de trabajo —incluso existían esquemas pensados más desde lo financiero que desde lo productivo—, hoy estamos volviendo a un enfoque centrado en la eficiencia, tanto en el campo como para nosotros”, agregó. Paralelamente, el mercado muestra señales de mayor cautela. Portis sostuvo que, ante un escenario desafiante, el productor “puso el freno en muchas actividades” debido a una combinación de tres o cuatro factores. “Uno de ellos es la situación de los precios de las commodities, que, en general, se encuentran en pisos bajos. No se espera una subida en el corto ni mediano plazo, al menos no conforme a las variables habituales de oferta y demanda”, advirtió Portis. Por otro lado, la complejidad del mercado de insumos, afectado por la alta volatilidad del petróleo, influye directamente en los precios de los fertilizantes. Además, la considerable disminución de precios desde China en el segmento de soluciones para la agricultura genera distorsiones en el mercado. “Ahora los precios se han estabilizado y se sitúan en niveles similares a los del año pasado. Sin embargo, esto obliga al agricultor a asegurarse completamente de que está tomando la mejor decisión antes de avanzar”, explicó. Indicó que muchas veces espera hasta 48 horas antes de sembrar, fertilizar o aplicar un herbicida o fungicida. Esa conducta, aunque racional, representa un significativo desafío logístico para las compañías del sector. “Para las empresas, esto representa una situación difícil de manejar, ya que debemos contar con inventarios distribuidos de manera eficiente en todo el país y con una logística lo suficientemente rápida”, señaló. Agregó: “Eso es lo que percibo en el mercado como sensibilidad, pero no veo un mercado agro, en general, que mejore sus números macro. Veo un 2025 muy similar a 2024”. En este contexto donde la eficiencia vuelve a ocupar un rol central, Portis consideró que, si bien cada tipo de productor reacciona de manera distinta, hay ciertas estrategias a seguir. “Aquellos con capacidad de respaldarse financieramente tienen, en mi opinión, tres o cuatro aspectos sobre los que trabajar. En primer lugar financieramente, ya sea a través del canje de granos, herramientas bancarias u otras alternativas, de forma tal que puedan planificar en función de la productividad y no solo desde lo financiero”, apuntó. En ese sentido, Portis destacó que las herramientas digitales aparecen como una “tendencia” cada vez más necesaria, ya que permiten tomar decisiones basadas en datos, integrando información agronómica con una mirada holística del cultivo. “No es lo mismo sembrar el mejor híbrido, pero hacerlo en un ambiente que conozco con una herramienta que me permita diferenciar si debo poner más o menos kilos en función del potencial de rendimiento. No solo soy eficiente en la cantidad de semilla que utilizaré, que representa un costo para el agricultor, sino que también exploro el tipo de suelo y cultivo de la mejor manera para buscar un mayor crecimiento”, indicó. Respecto a la nueva campaña agrícola, Portis se mostró optimista en el aspecto agronómico. Comentó que, tras dos ciclos muy difíciles, se presenta la posibilidad de un año productivo que permitiría “sanear cuentas”. Aclaró que su análisis se centra exclusivamente en lo productivo y diferenciaba ese aspecto del económico. “Estamos con buen perfil de agua, los momentos para la siembra han sido oportunos. Salvo por una pequeña inundación —que tuvo un gran impacto para quienes la sufrieron, pero fue acotada en superficie, especialmente en el norte de Buenos Aires—, el escenario es muy favorable”, subrayó. El ejecutivo resaltó que, salvo algunos lotes puntuales con demoras, el resto de las zonas productivas se encuentran en condiciones “de buenas a muy buenas” para encarar la campaña. Incluso valoró el efecto de las últimas heladas, que ayudaron a cortar ciclos de enfermedades y a controlar plagas como la chicharrita. “Está siendo un gran año desde el punto de vista agrícola, climático y del suelo”, resumió. Aclaró: “Desde el punto de vista financiero me gustaría que los precios internacionales estuviesen un poco más acomodados. Eso permitiría al agricultor obtener la rentabilidad necesaria para seguir invirtiendo, que es lo que le gusta hacer y lo que impulsa el crecimiento”, explicó. Sobre la situación financiera del sector, Portis consideró que la preocupación por la cadena de pagos es menor que en años anteriores, aunque advirtió que existen focos de atención, especialmente en el norte argentino. Recordó que esa región ha sido golpeada por sequías, ataques de chicharrita y bajos rendimientos, lo que obliga a mantener la situación bajo vigilancia. No obstante, aseguró que para BASF “hoy no hay una situación crítica”. El conflicto en Medio Oriente y la logística Portis también se refirió a las tensiones geopolíticas en Medio Oriente y su posible impacto en la logística. Indicó que, aunque podrían generar complicaciones si se prolongan, por ahora no afectan el abastecimiento de productos en Argentina. Explicó que la mayoría de los insumos necesarios para la producción ya se encuentran en el país o en etapa de elaboración en plantas regionales. Precisó que “entre Argentina y Brasil tenemos solucionado el 90% de nuestra situación”.
Ver noticia original