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» Diario Cordoba
Fecha: 25/06/2025 13:39
Pedro Sánchez no se mueve de su oposición a aumentar el gasto militar más allá del 2,1% tras firmar el acuerdo de la cumbre de la OTAN este miércoles en La Haya. Pese a que en la declaración final se plasma que "los aliados se comprometen a invertir anualmente el 5% del PIB en necesidades básicas de defensa, así como en gastos relacionados con la defensa y la seguridad, de aquí a 2035”, el jefe del Ejecutivo se agarra a que “lo acordado son las capacidades técnicas y humanas”, para cuyo cumplimiento calcula un gasto del 2,1%. Un porcentaje establecido por el ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas y del que ya receló el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, además de Donald Trump, quien llegó a señalar a España como "un problema". Lucía Feijoo Viera Frente a este aislamiento, que también fue gráfico por la falta de contacto con otros líderes durante la cumbre, y las diferentes interpretaciones, Sánchez se enroca en que este porcentaje del PIB “lo consideramos suficiente y realista”. Además, subrayó que también es “compatible con nuestro modelo social”, una línea roja de los socios parlamentarios para evitar recortes sociales. Durante su rueda de prensa tras la cumbre, el presidente del Gobierno ha hecho equilibrios para garantizar el compromiso de España con la Alianza y no romper la unanimidad, al tiempo que defendió que con su posición se “gana en seguridad”, pero también en “Estado de bienestar”. "Si hubiera otro presidente del Gobierno aquí hoy, España habría firmado el 5% del PIB en defensa y eso sería un absoluto error", abundó Sánchez tras cifrar en 350.000 millones de euros adicionales el aumento que supondría del gasto. "Nosotros no lo hemos hecho, hemos decidido ir por la vía de las capacidades y eso es un camino soberano y respetuoso con el resto de aliados", concluyó. España se compromete así a cumplir con los objetivos de colaboración con la OTAN, pero sin fijar el compromiso a incrementar su aportación al 5% del PIB. En la declaración final se modificó el texto para evitar compromisos colectivos absolutos. En lugar de “todos los aliados”, figura solo “los aliados”. Un cambio que consideran “clave” en el Gobierno para reflejar la postura de España de que no todos están obligados a alcanzar el 5% del PIB. La discrepancia es, por tanto, respecto al porcentaje del PIB que se necesitará para cumplir los compromisos, mientras que los colaboradores del Gobierno mantienen que el 5% no es vinculante. "Tanto en la declaración como en las cartas [intercambiadas con Rutte] queda clara cuál es la posición y la solución encontrada", ha replicado Sánchez. Esto es, "flexibilidad" dentro del documento firmado, y que se respeta "la soberanía nacional de nuestro país" a la hora de definir el porcentaje de gasto adecuado para cumplir con las capacidades militares comprometidas. El presidente del Gobierno ha evitado el contacto directo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y con buena parte de los líderes de los países aliados, en el comienzo de la cumbre de la OTAN, que arrancó marcada por la resistencia de España a comprometerse a gastar el 5% del PIB en defensa y seguridad. A continuación se realizó la foto de familia, en la que Sánchez estaba situado en primera fila, igual que Rutte y Trump, pero en un extremo, separado por tres líderes. En ese momento Sánchez ha permanecido con gesto serio y no se le ha visto charlar con otros colegas europeos. Sánchez se ha desmarcado de las posiciones de otros líderes para resaltar por su parte que "la clave es responder a las capacidades que se nos proponen" y que fueron pactadas el pasado 5 de junio y por un periodo de cuatro años. Sin desviarse del mensaje de priorizar estos compromisos en lugar del PIB destinado a ello por cada país, Sánchez puso el foco en la necesidad de la autonomía estratégica de la UE e "invertir de manera eficiente para lograr las capacidades propuestas". De ahí que animase de cara al Consejo Europeo de este jueves a que "hablemos menos de porcentaje de PIB y más de coproducción, compras conjuntas e interoperabilidad". Guarda la distancia Al finalizar la foto ha guardado la distancia que le separaba de Trump y, al menos ante las cámaras no ha cruzado palabra con él mientras abandonaban la escalinata. A continuación, al entrar en el plenario, Sánchez ha pasado a su lado, pero tampoco en ese momento han intercambiado ningún gesto. Algo que Sánchez ha tildado de casual y no buscado. Ya en la sala, el jefe del Ejecutivo ha sido de los primeros en ocupar su asiento, y no ha participado en los corrillos con los líderes, algo poco habitual en Sánchez que suele aprovechar los momentos previos a las cumbres para charlar con sus homólogos. Durante varios minutos previos al comienzo del discurso de Rutte, solo han permanecido sentados Sánchez, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan --ambos se han saludado y han departido brevemente con la ayuda de una traductora-- y el primer ministro de Bélgica, Bart de Wever, situado a varios puestos de distancia. El resto, permanecía de pie e intercambiaba opiniones en pequeños grupos.
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