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Santa Elena » Ladepartamental
Fecha: 24/06/2025 23:11
Un nuevo caso de mutilación de ganado fue denunciado en la zona rural de María Grande II, en el departamento Paraná. El animal fue hallado sin vida con extraños cortes en la cabeza y el área anal, al igual que otro hecho registrado días atrás en la misma zona. Lo que más llamó la atención […] Un nuevo caso de mutilación de ganado fue denunciado en la zona rural de María Grande II, en el departamento Paraná. El animal fue hallado sin vida con extraños cortes en la cabeza y el área anal, al igual que otro hecho registrado días atrás en la misma zona. Lo que más llamó la atención es que no había sangre en el lugar ni signos de ataque animal ni humano. “Es algo inusual porque no se ve sangre, ni rastros de animales o pisadas de humano. Lo más llamativo es que sacan la carne a hueso limpio, y no queda ni una gota de sangre”, describió el productor rural. El animal presentaba cortes precisos en la quijada, le faltaba la lengua y tenía lesiones en la zona anal, sin otros signos de violencia en el cuerpo ni de defensa. “No lo comen ni los bichos después, es diferente a todo. Es muy raro”, agregó el propietario del ganado. Según testimonios de vecinos y productores de la zona, este tipo de casos suele darse en pequeñas series: cada vez que ocurre una mutilación, aparecen dos o tres animales con características similares en un mismo radio geográfico. Luego, durante años no vuelve a registrarse ningún hecho, hasta que tiempo después reaparecen con el mismo patrón, lo que aumenta el desconcierto y alimenta diversas hipótesis sobre el origen de las mutilaciones. Los casos comparten un patrón que no se ajusta al accionar de depredadores ni al modus operandi de cuatreros. La precisión de los cortes, la ausencia de desorden en el lugar y la falta de huellas en el terreno han sembrado desconcierto entre los productores de la zona. Este es el segundo caso en pocos días registrado en el área de María Grande II, y ambos animales fueron encontrados con lesiones idénticas, lo que descarta casualidad y refuerza el misterio. “No hay sangre, no hay rastro de lucha, ni siquiera de que el animal haya sufrido”, señaló uno de los damnificados a Elonce.“No es algo común, yo tengo toda la vida en el campo y nunca vi cortes así”, concluyó el productor.
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