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Parana » Valor Local
Fecha: 24/06/2025 18:20
El Poder Ejecutivo espera que un shock externo suba los precios a nivel global pero asegura que el superávit fiscal y una perspectiva de mayores exportaciones aminora el impacto local. La semana inició con una nueva suba del riesgo país y Economía decidió no buscar financiamiento en dólares con Bontes. Publicidad La tensión bélica en Medio Oriente que fue interrumpida este lunes por el anuncio de cese al fuego paralizó durante los últimos días al mercado, que todavía mide cuál puede ser la onda expansiva del conflicto y si el armisticio será sostenido. Esa incertidumbre tiene algunos elementos centrales, como el precio internacional del petróleo, la inflación global y la amenaza de una fuerte volatilidad en los mercados financieros. En el Gobierno temen que la llegada de un eventual shock externo en caso de que una escalada militar pueda impactar a nivel mundial con una inflación más alta y que eso pueda, por ejemplo, empujar una suba de las tasas de interés. Eso, sumado a una aversión general inversora a mercados más riesgosos como el argentino, implicaría una dificultad adicional al equipo económico. Esa percepción de riesgo se traduce en un riesgo país que todavía supera los 700 puntos -este lunes superó las 725 unidades- más allá del superávit fiscal, el acuerdo con el Fondo Monetario y el nuevo régimen de flotación cambiaria entre bandas. Para el mercado, y en los pasillos oficiales concuerdan, los activos argentinos todavía no aparecen entre los favoritos por distintas cuestiones, desde un ordenamiento económico mayor o la aprobación de reformas hasta la expectativa por las elecciones parlamentarias. Esta semana, por lo pronto, el Gobierno decidió no ofrecer ante los inversores internacionales el Bonte 2030, que se puede suscribir en dólares, como lo hizo a fines de mayo y en la primera operación de deuda en pesos de junio. Si bien el techo mensual de emisión de Bontes era de USD 1.000 millones, el Palacio de Hacienda eligió quedarse con los USD 500 millones adjudicados hace diez días y liquidados este lunes. La incertidumbre financiera global podría haber hecho perder apetito a los inversores por activos en pesos en medio de este contexto tenso. “Probablemente habría una mayor inflación mundial y aversión al riesgo. Sería un shock externo no sólo para Argentina sino para todos los países”, mencionó una fuente oficial, que también consideró de todas formas que “si mantenemos el superávit fiscal y la economía con buenos fundamentos, porque se espera que las exportaciones aumenten, en el neto la Argentina sale favorecida”, es la lectura en la Casa Rosada. Esa suba de exportaciones la atribuyen al otro factor clave: el precio internacional del petróleo. En los despachos oficiales leyeron: “En el plano estrictamente económico, a algunas industrias nos favorece porque todos los commodities suben y nosotros somos exportadores. A la Argentina le vendría bien y aceleraría inversiones”. La reacción del Brent, uno de los precios de referencia para el crudo, ayer fue la contraria: cayó 70 dólares, un hecho que en el mercado fue interpretado como una señal “positiva” de que Irán no tomó represalias por la vía de la obstrucción del estrecho de Ormuz. En el Gobierno admiten que el frente externo puede convertirse en un factor de presión que sume volatilidad a los activos argentinos. Por eso, decidieron acelerar el ajuste para mostrar al mercado —y también al Fondo Monetario Internacional, en la misión técnica que llegará hoy a Buenos Aires— un compromiso fiscal superior al previsto. Días antes del anuncio del nuevo entendimiento con el FMI, el presidente Javier Milei había instruido a sus funcionarios a elevar el objetivo de superávit primario del 1,3% al 1,6% del PBI. La diferencia equivale a unos 2,5 billones de pesos. (Fuente: Infobae)
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