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» Noticiasdel6
Fecha: 24/06/2025 18:13
El Gobierno avanzó con una nueva desregulación que busca abaratar costos y agilizar operaciones en el comercio. Puntualmente, se eliminaron varias exigencias que hasta ahora complicaban el uso y traslado de embalajes de madera —como pallets, cajones o estructuras de soporte— utilizados para exportar mercaderías. Hasta ahora, quienes trabajaban con este tipo de embalajes debían realizar múltiples trámites, pagar autorizaciones y emitir documentos específicos, incluso si la madera ya había sido tratada para cumplir con los requisitos sanitarios internacionales. Con los cambios dispuestos por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) a través de la Resolución 450/25, esas obligaciones se simplifican y en algunos casos directamente se eliminan. Uno de los puntos centrales de la medida es que ya no será necesario emitir el Documento de Tránsito Sanitario Vegetal Electrónico (DTV-e) para transportar embalajes de madera que no contengan productos vegetales. Además, las fábricas y centros de tratamiento podrán comenzar a operar automáticamente tras presentar una declaración jurada, sin esperar autorizaciones previas. SENASA se reserva la posibilidad de realizar inspecciones, pero en un plazo breve y sin frenar la actividad. También se elimina la necesidad de una autorización específica para cada embarque, lo que permitirá reducir costos operativos y agilizar la logística de exportación. El objetivo es evitar pasos burocráticos innecesarios que encarecen la operatoria sin mejorar los controles sanitarios. Se mantendrán los estándares exigidos a nivel internacional para garantizar que los embalajes no representen riesgos sanitarios para otros países, pero se concentrarán los controles en los puntos realmente relevantes. La resolución también ajusta el sistema de trazabilidad de los embalajes tratados, actualiza las condiciones de funcionamiento de los establecimientos que prestan estos servicios y aligera las tareas formales de los profesionales técnicos encargados de supervisar el proceso. Con estas modificaciones, el Ejecutivo apunta a reducir los tiempos y los costos asociados a las operaciones de exportación que utilizan embalajes de madera, en un contexto donde la eficiencia logística es clave para ganar competitividad. Los cambios no implican una flexibilización en las exigencias sanitarias, sino una adecuación del sistema para que sea más ágil, más claro y menos costoso tanto para el Estado como para los operadores del sector. En la normativa se considera que “la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos se establecen como bases de las delegaciones administrativas el mejoramiento del funcionamiento del Estado para lograr una gestión pública transparente, ágil, eficiente, eficaz y de calidad en la atención del bien común y asegurar el efectivo control interno de la Administración Pública Nacional, con el objeto de garantizar la transparencia en la gestión de las finanzas públicas”. Y que “resulta necesario actualizar los requerimientos en materia de tránsito de embalaje de madera para permitir una operatoria más eficiente y acorde a las prácticas actuales de ese sector productivo, eliminando toda exigencia o requisito innecesario”. Añade que estas modificaciones se orientan a asegurar que todos los procesos y productos referidos a embalajes de maderas se ajusten a las normativas requisitos y estándares internacionales, garantizando así una exportación libre de barreras regulatorias y acorde a los estándares de seguridad y salubridad exigidos. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, destacó: “UNA CAPA DE COSTOS MENOS. La Resolución 450/25 con firma de su presidente Pablo Cortese, resuelve una molestia innecesaria a la producción. La cosa es así: como la madera puede ser transmisora de plagas, el comercio que se realiza con envases de madera requería un certificado de tratamiento». “Pues resulta que no solo la madera tenía que tenerlo, sino que cada productor que usaba madera debía hacer un trámite independiente con Senasa para constatar que la madera que usaba estaba tratada. Ahora, más lógicamente, se toma como válido la certificación de la planta procesadora de dicha madera evitando el segundo paso”, agregó. Y ejemplificó: “Para que visualicemos de lo que se trata. Si vendo mármol y lo empaco con madera, ese mármolero tenía que hacer un trámite en Senasa. Ahora ya no es necesario. Cada trámite menos es una capa de costos menos”. (Fuente: Infobae)
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