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» Derf
Fecha: 24/06/2025 15:24
La migraña no es simplemente “un dolor de cabeza fuerte”: es un trastorno neurológico que puede incluir síntomas como náuseas, sensibilidad a la luz o al sonido y hasta visión borrosa. En algunas personas, ciertos alimentos funcionan como triggers o desencadenantes, activando la aparición del episodio. Sin embargo, no hay una lista única ni universal: lo que afecta a un individuo puede no tener efecto en otro. Por eso, más que eliminar alimentos al azar, se recomienda observar y registrar posibles patrones. Principales alimentos que pueden ser gatillo: Chocolate: contiene cafeína y feniletilamina, compuestos que pueden inducir dolor en personas sensibles. Quesos curados: el queso azul, parmesano o gruyere contiene tiramina, una sustancia relacionada con el desencadenamiento de migrañas. Fiambres y embutidos: salames, jamón crudo y otros curados tienen nitritos y nitratos que pueden dilatar los vasos sanguíneos y provocar dolor. Alcohol (en especial vino tinto): puede generar vasodilatación, alteraciones en el sistema nervioso y deshidratación, todo lo cual favorece el dolor de cabeza. Café (en exceso o por abstinencia): la cafeína puede aliviar o causar migrañas, dependiendo del consumo habitual. La abstinencia también puede ser un gatillo. Edulcorantes artificiales (como aspartamo): se investiga su relación con cefaleas en personas que los consumen de forma frecuente. Comidas ultraprocesadas: snacks salados, sopas instantáneas, conservas o productos con glutamato monosódico pueden provocar reacciones en algunos casos. ¿Por qué no afectan a todos por igual? Cada organismo responde de forma distinta. Hay personas con predisposición genética, otras que atraviesan momentos hormonales (como el ciclo menstrual) o que están expuestas a varios factores simultáneos: estrés, falta de sueño, luces intensas, cambios de clima y ciertos alimentos. La clave está en registrar los episodios, llevar un diario de migrañas y observar si ciertos patrones se repiten tras el consumo de un alimento. Qué hacer si sospechás de un gatillo alimentario: – Evitar hacer dietas restrictivas sin guía profesional – Registrar qué comiste antes de un episodio – Evaluar el contexto: ¿dormiste poco?, ¿hubo estrés?, ¿cambios de rutina? – Consultar a un médico o nutricionista para identificar desencadenantes reales y descartar otras causas En resumen, los alimentos pueden influir en las migrañas, pero no son la causa única. Identificar qué gatilla los episodios en tu caso particular es clave para prevenirlos sin caer en restricciones innecesarias. Comer con conciencia es también parte del bienestar.
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