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» Diario Cordoba
Fecha: 24/06/2025 15:11
Desde hace más de un siglo, existe una zona marina anormalmente fría al sur de Groenlandia que parece resistir el calentamiento general del Océano Atlántico, lo que ha generado un vivo debate entre los científicos. Ahora, un nuevo estudio ha determinado como posible origen de este ‘agujero frío’ la ralentización que está experimentando la Corriente Atlántica o AMOC. Este enorme sistema de corrientes ayuda a regular el clima al transportar agua cálida y salada hacia el norte y agua más fría hacia el sur, a mayor profundidad. De este modo, se mantienen en equilibrio no solo los oceános, sino también el propio clima atmosférico. "Los científicos se han estado preguntando por qué existe esta zona fría", declaró el climatólogo de la UCR Wei Liu, quien dirigió el estudio junto con Kai-Yuan Li. "Hemos descubierto que la respuesta más probable es el debilitamiento de la Corriente Atlántica". La Corriente Atlántica se está paralizando / Agencias Esta ralentización de la corriente es algo que ya ha sido constatado reiteradamente por numerosas investigaciones, pero esta es la primera vez que se relaciona este fenómeno con la existencia de esta región de aguas anormalmente frías en el Atlántico norte. Llega menos agua cálida La Corriente Atlántica actúa como una gigantesca cinta transportadora, transportando calor y sal desde los trópicos hasta el Atlántico Norte. Una desaceleración de este sistema implica que llega menos agua cálida y salada a la región subpolar, lo que provoca el enfriamiento y la desmineralización observados al sur de Groenlandia. Liu y Li analizaron los datos sobre temperatura y salinidad acumulados a lo largo de un siglo, ya que las observaciones directas de la AMOC se remontan a tan solo unos 20 años. A partir de estos registros a largo plazo, reconstruyeron los cambios en el sistema de circulación y los compararon con casi 100 modelos climáticos diferentes. Como afirma el artículo publicado en Communications Earth & Environment, solo los modelos que simulaban una AMOC debilitada coincidieron con los datos reales. Esquema general de la Corriente Atlántica / Agencias "Es una correlación muy sólida", afirmó Li. "Si se analizan las observaciones y se comparan con todas las simulaciones, solo el escenario de una AMOC debilitada reproduce con fidelidad el enfriamiento que sufre esta región". El estudio también descubrió que el debilitamiento de la Corriente Atlántica es paralela a una disminución de la salinidad. Esta es otra clara señal de que se está transportando menos agua cálida y salada hacia el norte. Cambios en el clima de Europa Las consecuencias de esta ralentización son amplias. La anomalía del sur de Groenlandia es importante no solo por ser tan inusual, sino porque es una de las regiones más sensibles a los cambios en la circulación oceánica. Afecta los patrones climáticos en toda Europa, alterando las precipitaciones y modificando la corriente en chorro, una corriente de aire a gran altitud que dirige los sistemas meteorológicos y ayuda a regular las temperaturas en Norteamérica y Europa. La paralización de la Corriente Atlántica enfriaría el norte de Europa y calentaría aún más el sur / Efe Otros estudios han señalado que la alteración climática que puede provocar la ralentización e incluso paralización de esta corriente provocará un desplome de las temperaturas en el norte de Europa, pero una subida en el sur, aumentando así el actual contraste climático entre ambas zonas. La desaceleración también podría perturbar los ecosistemas marinos, ya que los cambios en la salinidad y la temperatura influyen en el lugar donde pueden vivir las especies. "No disponemos de observaciones directas que se remonten a un siglo, pero los datos de temperatura y salinidad nos permiten ver el pasado con claridad", afirmó Li. "Este trabajo muestra que la AMOC se ha ido debilitando durante más de un siglo, y es probable que esa tendencia continúe si los gases de efecto invernadero siguen aumentando". A medida que el sistema climático cambia, la influencia del punto frío del sur de Groenlandia podría aumentar. Se espera que, al descifrar sus orígenes, los científicos puedan preparar mejor a las sociedades para el futuro.
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