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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/06/2025 06:59
Ernesto Sábato “Les quiero pedir a los chicos y a los jóvenes que lean”; esa fue la simple -y al mismo tiempo compleja- solicitud que realizó el escritor, ensayista, pintor y físico Ernesto Sábato. La frase fue parte de su discurso inaugural durante la presentación del Plan Nacional de Lectura, el 18 de mayo de 2004 por el entonces Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Sábato era Doctor en Física y cursó estudios de Filosofía en la Universidad de La Plata. Trabajó como investigador en el Laboratorio Curie de París, en Francia, y fue en 1945 cuando su pasión por las letras lo llevó a cambiar el rumbo de su vida para llevar su nombre a lo más alto de la literatura nacional y el reconocimiento internacional. Su vínculo con el surrealismo abrió sus perspectivas y su compromiso político lo llevó a la presidencia de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) y a publicar el llamado “informe Sábato” conocido por su famosa frase “Nunca más”. Autor de las novelas El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961) y Abbadón el exterminador (1974) y de ensayos como El escritor y sus fantasmas (1963) y Apologías y rechazos (1979); Sábato fue una voz escuchada- hasta su muerte en 2011- sobre temas como la existencia humana, la ciencia, la tecnología y las problemáticas del siglo XX. Primeras ediciones de los libros de Ernesto Sábato La escuela como umbral del pensamiento y la imaginación “He venido hasta acá porque quiero hablarles de la educación, de los libros, de la importancia decisiva que tienen en la vida de los pueblos y de las personas, y de la que han tenido en mi vida”, inició su discurso Ernesto Sábato cuando se realizó la presentación del Plan Nacional de Lectura en la Escuela N° 3 Onésimo Leguizamón, en el barrio porteño de Recoleta. El Plan buscaba promover la lectura en todo el territorio argentino y plantear que el ejercicio lector era un derecho fundamental para el desarrollo personal y social e instaurar la lectura como un hábito cotidiano a partir de un trabajo con docentes, la entrega de cuadernillos y el armado federal de bibliotecas. Sabato, quien nació en la ciudad de Rojas en la provincia de Buenos Aires, no dudaba en recordar con cariño su paso por sus aulas: “Han pasado tantos años y sin embargo aún conservo el recuerdo de mi escuela de Rojas y de aquel colegio de mi adolescencia donde, igual que ustedes, fui conducido a los umbrales del pensamiento y de la imaginación. Con una mezcla de rigor y de ternura nuestras maestras y nuestros profesores nos enseñaron a buscar la verdad, a la vez que se iba formando nuestro espíritu con valores esenciales” “Junto a los saberes que integran la educación básica, ellos nos transmitieron algo de la heroica epopeya del hombre. A menudo nos sentíamos extraviados ante aquellos acontecimientos cuyos motivos últimos, sin duda, sobrepasaban lo que podíamos comprender. Por esos relatos, llenos de peligro y de pasión, lograban suscitar nuestro asombro, que es la piedra angular de la verdadera enseñanza. En aquel tiempo, se forjaron las ideas esenciales que me acompañaron a lo largo de la vida, y se echaron las raíces de todo lo que tuvo que ser”, destacó el Dr en Física que se apasionó por el arte y la escritura. Ernesto Sabato y Jorge Luis Borges Un mensaje que perdura en el tiempo En la conferencia inaugural del Plan lanzado en el Palacio Sarmiento, Sábato fue el invitado de honor y fue sincero ante los presentes; entre los que se encontraban el escritor y periodista Alejandro Dolina y la autora de literatura infantil Graciela Montes: “Por eso he venido hoy, especialmente, para hacerles un pedido: les quiero pedir a los chicos y a los jóvenes, con la autoridad que me dan los años, que lean”. “Yo también he leído de chico, y fueron los libros quienes me ayudaron a comprender y a querer la grandeza de la vida. Quienes sembraron en mi alma lo que luego los años pudieron expandir. Leía cuanto llegaba a aquellas bibliotecas de barrio, donde primero a través de libros de aventuras, y luego, porque un libro lleva, inexorablememte, a otro libro, a través de los más grandes de todos los tiempos, esos que nos entregan los abismos del corazón humano, y la belleza y el sentido de la existencia”, aseguró Sábato y no dudó en prometer: “Leer les agrandará, chicos, el deseo, y el horizonte de la vida”. “Leer les dará una mirada más abierta sobre los hombres y sobre el mundo, y los ayudará a rechazar la realidad como un hecho irrevocable. Esa negación, esa sagrada rebeldía, es la grieta que abrimos sobre la opacidad del mundo. A través de ella puede filtrarse una novedad que aliente nuestro compromiso”, resaltó Sábato en un mensaje que hoy adquiere mayor dimensión con el impacto de la IA y la importancia de la enseñanza del pensamiento crítico entre los niños y jóvenes. Un derecho En un presente donde existe una urgencia real en la alfabetización argentina, Sábato ponía el énfasis en que “privar a un niño de su derecho a la educación es amputarlo de esa primera comunidad donde los pueblos van madurando sus utopías”. “Créanme, es necesario que nos dejemos todos empapar por la utópica búsqueda de una gran educación para nuestros chicos”, resaltó y aseguró: “Lo he dicho en otras oportunidades y lo reafirmo: la búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación”. Y citando a la filósofa y activista francesa Simone Weil, Ernesto Sábato aseguró que la educación es la llave que permite “preparar para la vida real, formar al ser humano para que él mismo pueda entretejer, con este universo que es su herencia, y con sus hermanos cuya condición es idéntica a la suya, relaciones dignas de la grandeza humana”.
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