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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/06/2025 10:31
El neozelandés, de 78 años, desafió la marca mínima de tres minutos, multiplicándola por diez y mostrando que la edad no es límite para el progreso físico. A los 78 años, Maynard Williams desafió las expectativas y estableció un nuevo récord mundial en Nueva Zelanda: se convirtió en el hombre de mayor edad en realizar una plancha abdominal, manteniendo la posición durante poco menos de 31 minutos, según certificó Guinness World Records. Williams no solo superó el requisito mínimo de tres minutos para el récord, sino que multiplicó por diez el tiempo necesario, demostrando que la edad no es un límite para la disciplina física ni para la superación personal. De acuerdo con la información publicada por Guinness World Records, el hombre se mostró “increíblemente orgulloso” de ostentar este título, a pesar de las bromas de sus allegados, quienes lo calificaron de “loco” por asumir semejante reto. Detalles del récord: superando ampliamente el desafío “Estaba encantado de mantener la plancha durante poco más de media hora”, expresó, destacando que el apoyo de su pequeño grupo de seguidores fue clave en los últimos minutos. A pesar de las bromas de su entorno, quienes lo calificaron de “obsesionado”, el deportista destacó el orgullo personal que sintió al lograrlo, resaltando la satisfacción y el sentido de realización que le produjo el desafío. La categoría masculina del récord carecía de titular anterior, lo que impulsó a Williams, inspirado por referentes femeninos, a conquistar este logro (Crédito: Guinness World Record) La historia deportiva de Williams no comenzó con la plancha abdominal. Durante años, fue corredor de larga distancia, lo que le permitió desarrollar una gran fortaleza mental y física. Aunque la plancha era una disciplina nueva para él, se incorporó al ejercicio con el objetivo de reducir lesiones y combatir la pérdida muscular asociada al envejecimiento. Tras investigar sobre los límites de personas de su edad en este ejercicio, descubrió que no existía un titular masculino para la categoría, lo que lo impulsó a iniciar su preparación. Preparación y método: disciplina, tecnología y enfoque científico El neozelandés adoptó un enfoque planificado y disciplinado para su entrenamiento, apoyándose en su formación científica. Su régimen incluyó ejercicios de resistencia, cardio, planchas con peso adicional y el análisis de datos de su reloj inteligente. Además, grabó sus prácticas en video y ajustó su técnica con la ayuda de espejos. La combinación de una dieta saludable, descanso y análisis constante de su desempeño fueron fundamentales para alcanzar el récord. El día del intento enfrentó desafíos físicos como el temblor corporal durante las planchas largas, aunque este problema disminuyó con el tiempo. Para sobrellevar el esfuerzo, escuchó música, lo que le permitió distraerse y hacer más llevadero el paso del tiempo. El apoyo de su pequeño grupo de seguidores fue decisivo, especialmente en los minutos finales, cuando las palabras de aliento lo ayudaron a mantener la plancha durante más de media hora. Williams utilizó un enfoque científico en su entrenamiento, incluyendo resistencia, cardio y el análisis de datos con un reloj inteligente (Crédito: Guinness World Record) Más allá del récord, Williams transmitió un mensaje de superación. “Exigirse mucho ayuda a desarrollar fortaleza mental y a descubrir nuestras verdaderas capacidades”, afirmó. Reconoció que el proceso no es sencillo, pero que con la práctica, el esfuerzo se vuelve más fácil y el miedo disminuye. Contexto del récord: referentes femeninos y ausencia previa de marca masculina Antes de su intento, no existía un titular masculino para la plancha abdominal en la franja de mayor edad. El hombre de 78 años se inspiró al descubrir que el récord femenino lo ostentaba Annie Judis, quien a los 80 años mantuvo la plancha durante aproximadamente cuatro minutos. Actualmente, el récord femenino pertenece a Sarah Blackman, quien a los 82 años logró sostener la posición. La marca de Maynard Williams, aunque en la categoría masculina, se suma a los logros que demuestran que las personas mayores pueden desafiar límites y romper estereotipos en el ámbito deportivo.
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