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» Comercio y Justicia
Fecha: 23/06/2025 08:05
Las petroleras, por ahora a excepción de YPF, ya notificaron a los expendedores que aplicarán incrementos. Es por el atraso que arrastraban pero principalmente por el alza del petróleo tras la guerra entre Israel e Irán, ahora con EEUU como protagonista. El aumento promedio ya aplicado es de 5%. El ajuste complica la estrategia oficial de sostener la desaceleración de la inflación Con excepción de YPF -al menos por ahora-, las petroleras que operan en la Argentina ya notificaron a las estaciones de servicio que los combustibles seguirán subiendo como consecuencia del conflicto entre Israel e Irán, al que ahora se sumó en forma decisiva Estados Unidos. Concretamente y según datos a los que tuvo acceso Comercio y Justicia, todas las petroleras, salvo YPF, aplicaron subas promedio de 5% en las últimas horas. Las petroleras, que se referencian en el barril de crudo Brent de Londres, explican que desde comienzos de abril el tipo de cambio tuvo una suba de 10%, los biocombustibles un 7% y 2% el etanol. Además, señalan que los impuestos para el sector se ajustaron 1,3%. Pero el factor principal para justificar los ajustes es que “el petróleo Brent ha escalado 20% durante los últimos 30 días, debido a los eventos en Medio Oriente”. También señalan que en la misma magnitud han subido los productos terminados (nafta y diesel), necesarios para importar con el fin de cubrir la demanda en la Argentina. “Las variaciones hacen necesario comenzar el traslado a precios de estos aumentos de costos, para que toda la cadena de comercialización pueda paliar las subas de costo”, señalan. Causas Guillermo Lego, gerente general de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), se refirió al panorama actual del sector de los combustibles y anticipó que en los primeros días de julio podría aplicarse un nuevo aumento de alrededor de 5%, lo que sigue preocupando tanto a consumidores como a expendedores. “Algunas petroleras, que no son YPF, ya aplicaron subas este fin de semana del orden de 4 a 5%”, explicó Lego. Y aunque aún resta la definición de YPF y la intervención de la Secretaría de Energía, todo indica que se ajustará en ese mismo rango. Respecto a la relación con los precios internacionales, aclaró que el valor del crudo Brent, uno de los factores clave, viene subiendo. “Pasó de 63 a 77 dólares, aunque hace un año estaba en 84, por lo tanto el aumento no es tan significativo si se mira a largo plazo”, señaló. Sin embargo, para el bolsillo del consumidor “todo aumento es sensible”, y el gerente reconoció que esto golpea también al sector expendedor: “Nos aflige porque venimos con una caída de 7% en las ventas, y eso es fuerte para nuestro movimiento”. Finalmente, Guillermo Lego recordó que el compromiso del gobierno anterior era ajustar los precios según el valor del crudo: “Si sube, sube el combustible; si baja, debería bajar. Veremos ahora qué deciden desde el punto de vista inflacionario”. Con el mercado en alerta por el conflicto en Medio Oriente y su impacto en el precio del crudo, el escenario de julio se perfila con nuevos incrementos y una demanda en retroceso, un combo que preocupa tanto a consumidores como al sector. Baja, según Iaraf La evolución de los combustibles líquidos y del impuesto a los combustibles desde 2018 a la fecha se redujo en el valor final en el surtidor. Así surge de un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) encabezado por Nadin Argañaraz. Aunque la normativa dispone que el tributo a los combustibles debe actualizarse trimestralmente según la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), en la práctica estas actualizaciones han sido postergadas en varias oportunidades. El tributo fue ajustado trimestralmente conforme al IPC hasta marzo de 2021, lo que permitió mantener su valor real relativamente estable, en torno a los $420 por litro a precios de mayo de 2025. A partir de ese momento, sin embargo, las actualizaciones comenzaron a demorarse. En un contexto de inflación sostenida y creciente, esta falta de ajuste provocó una significativa caída en el valor real del tributo. En marzo de 2021, el valor real del impuesto ya se ubicaba 6% por debajo del nivel registrado en marzo de 2018. Esta tendencia se profundizó, alcanzando su punto más bajo en enero de 2024, con un valor de apenas $57 por litro (a moneda de mayo de 2025), lo que representa una reducción de 88% respecto al inicio del período. No obstante, a partir de febrero de 2024 comenzaron a implementarse actualizaciones parciales, lo que permitió recuperar parte del valor real del tributo. Actualmente, el impuesto se encuentra estabilizado en torno a los $248 por litro, ubicándose 47% por debajo del nivel de marzo de 2018. Ahora bien, dado que el precio de la nafta en CABA depende de numerosos factores, se aprecia que los cambios en el valor real del tributo afectan de manera directa a los cambios en el valor real del combustible. Entre marzo de 2018 y marzo de 2021, años en los cuales se mantuvo relativamente constante el valor del tributo, el litro de nafta se ubicó en valores relativamente altos, de $1.700 en moneda de mayo de 2025. Luego, con la reducción paulatina del valor real del tributo, el precio real de la nafta también bajó. De un valor por litro de $1.680 en mayo de 2021, descendió a uno de $866 en octubre de 2023. Posteriormente, por el efecto del incremento en el tipo de cambio, el valor del litro de nafta se incrementó rápidamente hasta $1.400. En los meses posteriores, el valor real del litro de combustible empezó a caer y el valor real del impuesto empezó a crecer. En efecto, en la actualidad el litro de nafta vale $1.166 y el impuesto $248, quedando un precio neto de impuesto de $918. Respecto a enero de 2024, la caída del precio neto de impuesto es de 33%. Si el impuesto, suponiendo el resto de las variables constantes, volviera al valor de marzo de 2018, la nafta saldría $1.385, es decir 19% más que el valor actual. Impacto sobre la inflación Por lo demás, la suba en el precio de los combustibles atenta contra la estrategia oficial de sostener la desaceleración de la inflación minorista que en mayo tocó un piso de 1,5%, según el Indec. Factores exógenos como el conflicto en medio oriente quedan fuera del alcance de las políticas que pueda aplicar la administración de Javier Milei para controlar las variables que puede arbitrar para morigerar el impacto en los precios.
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