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Usuhahia » Diario Prensa
Fecha: 23/06/2025 04:55
Obras de infraestructura esencial en el Valle de Andorra. El Gobierno provincial habilitó los servicios básicos en los barrios “Bajada de los Maestros” y “Nuestro Lugar”. La obra marca un antes y un después para quienes, durante décadas, vivieron sin acceso a redes de agua y saneamiento. Después de años de cargar agua en tachos o depender del camión cisterna, 30 familias de los sectores Bajada de los Maestros y Nuestro Lugar, en el Valle de Andorra, acceden por primera vez a los servicios esenciales de agua potable y cloacas. La obra fue ejecutada por la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS) y forma parte de un plan integral de conexión que ya alcanzó a más de 140 hogares en la zona durante la actual gestión. Los trabajos incluyeron el tendido de redes, conexiones domiciliarias, dos estaciones de bombeo cloacal y su correspondiente sistema eléctrico, articulado con la Dirección Provincial de Energía. “Tener agua segura y dejar atrás los pozos y desbordes marca un antes y un después en la vida cotidiana de estas familias”, expresó la ministra de Obras y Servicios Públicos, Gabriela Castillo, quien remarcó la importancia del avance en el desarrollo urbano del sector. Castillo destacó a la prensa que “este tipo de obras responde a una decisión política clara. El gobernador Gustavo Melella fue contundente al señalar que todos los vecinos deben contar con servicios esenciales. Hoy vemos ese compromiso hecho realidad”. Por su parte, el presidente de la DPOSS, Cristian Pereyra, subrayó que la ejecución fue posible gracias a fondos propios y al trabajo interno del ente. “Nuestro personal diseñó e instaló los tableros eléctricos, programó los automatismos, construyó las casetas y puso en funcionamiento todo el sistema. Esto fortalece nuestras capacidades y mejora el uso de los recursos”, detalló. Con la habilitación de estas dos nuevas estaciones de bombeo, Ushuaia pasó de tener 11 a 29 en funcionamiento, lo que representa un salto significativo en infraestructura sanitaria. Pero más allá de los datos técnicos, el cambio se siente en cada casa: Sergio Schumacher, residente desde hace casi tres décadas en el lugar, no ocultó su emoción. “Estamos muy agradecidos. Durante años trajimos agua en tambores. Tener agua en casa es un logro enorme” – consignó. Javier, otro vecino, lo sintetizó con palabras simples: “Es una alegría tremenda. Pasamos años sacando agua del río o esperando al camión. Hoy, poder abrir la canilla y tener agua para bañarse o limpiar es un cambio total”.
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