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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 22/06/2025 08:50
Un barrio destruido en el norte de Gaza Mucho antes de las dictaduras militares nuestra historia registra actos extremos de violencia que sufrieron comunidades de pueblos originarios. Sin ir al siglo XIX podemos recordar la Masacre de Napa´ alpí el 19 de julio de 1924 en el monte chaqueño a 132 km de la ciudad de Resistencia. Funcionarios del Estado comandados por el gobernador, comandante Fernando Centeno y terratenientes, asesinaron a cerca de medio millar de personas desarmadas. Hombres, mujeres y niños miembros de los pueblos Qom y Mocoví que reclamaban por un mejoramiento en las condiciones de trabajo en las explotaciones algodoneras. Casi un siglo después la justicia determinó que la masacre fue un genocidio. ¿No fueron carnicerías humanas las recordadas por los films Quebracho y La Patagonia Rebelde? Y qué decir de los bombardeos a la Plaza de Mayo. Los crímenes en Gaza Durante la última dictadura militar argentina, en la mayor parte de los casos en que durante la cruel represión hubo niños, estos o fueron restituídos a sus familias, aunque también hubo casos de apropiación, pero no se registraron asesinatos en masa de la población en forma indiscriminada incluyendo civiles ajenos, niños y ancianos por la sospecha de que están siendo usadas como escudos de los grupos revolucionarios. Al ver el horror de Gaza se nos retuercen las tripas Uno de los mandatos centrales de Nuestro Señor Jesucristo es el de ver la realidad (Lucas, 10). El sufrimiento ajeno sucede y muchas veces lo vemos pero preferimos no verlo. Como le pasó al sacerdote del Templo y al levita. Ellos pasaron de largo, el herido estaba ahí. Pero se dijeron a sí mismos, no ví nada -hipócritas- pero otro hombre -el natural de Samaría, probablemente un pagano, un extranjero- vió al herido tirado que había sido asaltado en el camino que va de Jerusalen a Jericó. Lo vió y se le removieron las entrañas, dice el texto griego, splanchmiz ô (Aclara Laín), se conmovió. Se acercó, lavó sus heridas con aceite y vino... las vendó.... Aunque lejano este cronista ve. Vemos a los adultos y a los niños y ancianos muertos. O heridos que esperan desesperadamente alguien que los vea. Y vemos cómo son deshechos y desplazados afuera del camino. Del camino que Dios nos dio a todos, en esta hermana tierra. En esas montañas milenarias, tierra sagrada, repitiendo la historia que Jesús le cuenta a los fariseos ocurrida entre Jerusalén y Jericó, cuando estos le preguntan ”¿Quién es mi prójimo?” y a este cronista se le retuerzan las tripas. La Asamblea General de la ONU y su Secretario ven la realidad y hacen lo que pueden La Comunidad Internacional a través de la Asamblea General de las Naciones Unidas tiene buenos ojos, ve la realidad y actúa. Basta ver la página y los informes de los comisionados y las declaraciones de los funcionarios y de su Secretario General António Gutérrez. Mediante resoluciones de la Asamblea la ONU, en diversas oportunidades desde el inicio de la invasión a Gaza intimó al Estado de Israel al cese inmediato del fuego, que se instale el diálogo para la paz, la solución de los dos Estados. Mientras tanto que se brinde asistencia y permita el ingreso de alimentos, medicamentos y la entrega de agua a la población civil y se proyecte la reconstrucción de Palestina. También la Asamblea ordenó que el gobierno israelí rinda cuentas del abuso de la legítima defensa que dice ejerció. También condenó permanentemente el terrorismo de los ejércitos mercenarios de Medio Oriente y el atentado del 7 de Octubre. E intimó a Hamás a la liberación de todos los rehenes. Los demás órganos internacionales y oficinas de la ONU La Corte Penal Internacional por su parte tomó intervención en la posible comisión de los delitos de crímenes de guerra y genocidio e imputó al Primer Ministro y al Ministro de Defensa. También la Asamblea de las Naciones Unidas, es decir los representantes de la Comunidad Internacional. La mayoría de las naciones de la tierra condenó los asesinatos y la tentativa de desalojo de la población. El Consejo de Seguridad tiene miembros permanentes y no permanentes. Los permanentes son: Reino Unido, China, Francia, Rusia y Estados Unidos. Los que no son permanentes son Argelia, Dinamarca, Eslovenia, Grecia, Guayana, Pakistan, Panamá, Corea,Sierra Leona y Somalía. Deciden los permanentes. El poder de veto en el Consejo de Seguridad puede poner en peligro la paz del mundo Formalmente las resoluciones son adoptadas por mayoría de 9 miembros. Sin embargo los 5 que son permanentes tienen poder de veto. La Carta de las Naciones Unidas faculta al Consejo de Seguridad a intervenir en los conflictos entre los Estados miembros. Cuando se debe preservar la paz ellos deberían actuar y en especial cuando se abusa del derecho a la legítima defensa (art. 51, represalias de un Estado por agresiones de otro Estado). La fuerza del derecho o el derecho por la fuerza La Carta dice que se puede ejercer el derecho a la ”legítima defensa (art. 51). Los Estados que son Miembros Permanentes -los ganadores de la Segunda Guerra Mundial- han ido admitiendo una interpretación amplia del Derecho de Defensa extendiéndolo al caso de ”amenazas” de otro Estado o cuando este pone -a juicio del primero- en peligro la paz. Esto dio lugar a abusos. El Grupo de Alto nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio de la ONU analizó esos abusos al cumplirse los 44 años de vigencia de la Carta y concluyó afirmando que cientos de veces los Estados recurrieron al uso de la fuerza y pocas veces el art. 51 (legítima defensa) fue una ”justificación verosímil”. La Carta decía el profesor Dr. José María Ruda -titular de la materia en la Facultad de Derecho de la UBA y representante de nuestro país en el Consejo de Seguridad de la ONU- es clara y su aplicación sería suficiente si se ejercieran adecuada, en forma restringida y oportunamente las facultades que la Carta le reconoce a los miembros permanentes. Casos recientes de violaciones al derecho de los pueblos a la paz La historia actual de Palestina viene precedida por muchos otros actos de genocidio o crímenes de lesa humanidad. No hace mucho en Ruanda, las élites y la minoría Tutsi y el genocidio de los Hutus; las múltiples matanzas en el Congo, el genocidio hohinyá en Asia por parte de las fuerzas militares y policiales de Birmania con millares de asesinados y cientos de miles de desplazados huyendo a Bangladesh... son sucesos recientes, en algunos casos de candente actualidad aún no superados que dan cuenta de que la ONU no alcanza y que a pesar de los esfuerzos de quienes trabajan por la paz, la barbarie sigue traicionando a la humanidad. El primer ministro israelí cuenta con un apoyo muy grande de Estados Unidos, histórico aliado de Israel, ayudándolo a tener la fuerza armada más poderosa y avanzada tecnológicamente de Medio Oriente. Apoyo de uno de los 5 del Consejo de Seguridad de la ONU con carácter de miembro permanente con poder de veto. Dios quiera que coherente con la tradición e historia las fuerzas armadas de Defensa israelíes (I.D.F.) estén al servicio de la humanidad para prevenir o defenderla de los males que la acechan, pero no para pasar por sobre los escombros de sus vecinos y apropiarse de sus tierras. Ni mucho menos para erigirse en comisario de la región. Para lo cual es menester reconocer la más alta autoridad de los organismos internacionales y el respeto de los Tratados (Conv. De Viena sobre el Derecho de los Tratados,, 1969) y el principio liminar del Derecho Internacional Público del pacta sunt servanda. Sintetizando, la Asamblea General (mayor parte de los países de la tierra) repudia y exige el Alto al Fuego; la Unicef denuncia la matanza de niños; la Corte Penal Internacional condena y las acciones que en consecuencia debería tomar el Consejo de Seguridad a favor de garantizar la paz y el respeto de los derechos se han tomado. Mientras tanto Benjamín Netanyahu ensaya un flee forward más peligroso todavía cuyo comentario excede la presente nota. Nuevos problemas y el mantenimiento de la paz Como enseñó el papa Francisco, en su Evangelii Gaudium, la paz requiere la inclusión social de los pobres, el bien común y el diálogo social (pags. 173/222). Al mismo tiempo que abordar los nuevos problemas que afectan a la humanidad: la proliferación de armas de destrucción masiva; las enfermedades infecciosas y pandemias; el terrorismo; el crímen organizado (narcotráfico, tráfico de personas, contrabando de armas, etcetera) y la pobreza extrema (ver Informe” Un mundo más seguro, la responsabilidad que compartimos” ONU 2004). El mal no sólo se desarrolla en países con pueblos pobres y tribales sino también en países con pueblos ricos que presumen de un alto nivel cultural.
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