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» Elterritorio
Fecha: 22/06/2025 00:10
La misa presidida por el obispo Martínez finalizó esta tarde y luego se hizo la procesión a pie hasta la plaza 9 de Julio. sábado 21 de junio de 2025 | 20:20hs. Fotos: Natalia Guerrero. El obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, presidió esta tarde la misa central de Corpus Christi, acompañado por los sacerdotes de la diócesis, en la cancha de Guaraní Antonio Franco, en el barrio Villa Sarita. Ante una masiva concurrencia de fieles, el obispo, en su homilía reflexionó sobre la profunda conexión entre la Eucaristía, la caridad y la dimensión social de la fe. En esta trascendental solemnidad del calendario litúrgico católico, Martínez, enfatizó la importancia de un cristianismo que trascienda el individualismo y se manifieste en el servicio a los más vulnerables y en el amor a Dios y al prójimo. Además, recordó que la tradición de celebrar Corpus Christi en comunidad se afianza desde hace muchos años en nuestra región y retoma una memoria ancestral, ya que los padres jesuitas celebraban esta fiesta en los pueblos y los indígenas procesionaban "con sus herramientas y con sus instrumentos para recibir la bendición y el Corpus". La solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi) conmemora la institución de la Eucaristía, que constituye el centro de la liturgia y del culto de la Iglesia Católica. El obispo hizo un llamado a "eucaristizarnos", es decir, a transformar nuestras vidas en una ofrenda constante, donde el enfoque esté en el otro, en el prójimo. Este proceso implica "la caridad, la justicia, la solidaridad y la equidad" como horizonte de la vida del cristiano. Martínez advirtió sobre el riesgo de un "cierto individualismo" y "mercantilismo" que tiñe la fe de muchos cristianos, y lleva a desviar de la esencial dimensión social y misionera. "Un verdadero adorador de la Eucaristía debe ser servicial y convertirse en puente de misericordia y amor para los demás", marcó. "Sólo cuando amamos nos plenificamos como personas y nos hacemos cristianos", sostuvo el religioso y reflexionó: "El egoísmo y la avaricia siempre deshumanizan; no podemos ser cristianos sin que nuestro corazón sea un corazón que ame, solidario y justo". Luego de la misa, el obispo y los fieles caminaron en procesión por las calles de la ciudad y con destino a la plaza 9 de Julio, frente a la Iglesia Catedral, donde el padre obispo realizará la bendición solemne.
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