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  • Emprendedores virales: de vender parrillas en casa a exportar sartenes y proyectar $ 9.000 millones en facturación

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 21/06/2025 13:17

    Todo comenzó en 2014, con una parrilla portátil y dos jóvenes recién egresados del colegio secundario que deseaban emprender. Hoy, poco más de una década después, Federico Schaer y Tomás Beutin dirigen una pyme en crecimiento: lo que comenzó con la venta de parrillas desmontables ha evolucionado hacia una empresa especializada en utensilios de cocina de hierro, como sartenes, que facturó $ 3.400 millones en 2024 y proyecta alcanzar los $ 9.000 millones este año, lo que representa un crecimiento del 165%. La historia de Kankay (que inicialmente se denominaría Kankay Amara, que en latín significa “amor por el fuego”) nació del amor por la cocina. “La idea surge inspirada por la pasión gastronómica de nuestros padres, que son amigos y disfrutaban cocinar durante los viajes que realizábamos en grupo”, relata Schaer. “Así que pensamos en cómo podíamos crear una parrilla desmontable para llevar a cualquier lugar. Consideramos las medidas, los materiales y lo convertimos en realidad. Con nuestra primera parrilla, comenzamos a llevarla en nuestros viajes y a cocinar en diversos lugares, como Pinamar o Bariloche”. La primera parrilla fue un éxito. “Subíamos a la camioneta con la parrilla y la llevábamos a cada viaje. La repercusión fue increíble: la gente se acercaba a preguntar dónde la habíamos conseguido y quedaba fascinada con el producto”, recuerda Schaer. Esa reacción les reforzó la idea de que tenían algo valioso en sus manos. En ese entonces, Schaer y Beutin trabajaban en una pyme y estaban ansiosos por emprender. “Decidimos hacer nuestras primeras 10 parrillas debido al éxito que había tenido la primera”, explica Beutin. La inversión inicial fue modesta: pagaron las 10 primeras parrillas con sus ahorros, que estiman en aproximadamente US$ 3.000 entre los dos. “Teníamos 23 y 21 años. Era divertido, no había nada que nos apurara. Investigábamos fábricas, tocábamos puertas de bazares. En esa época, todavía no había el boom de Instagram y publicábamos mucho en Facebook. Si alguien preguntaba por el precio, lo llamábamos hasta diez veces para lograr que finalmente comprara, jaja. Siempre hemos sido persistentes”, recuerdan. La decisión de apostar todo al proyecto llegó rápidamente. “Poco después, Fede renunció y luego hice lo mismo, y ya han pasado 10 años emprendiendo con Kankay”, dice Beutin, quien hoy tiene 32 años y es licenciado en marketing de la UCES, al igual que su socio Schaer, de 30 años. En mayo de 2024, registraron un crecimiento del 1.000% en comparación con el mismo período del año anterior; mientras que entre mayo de 2024 y mayo de 2025, el aumento fue del 216%. Actualmente, venden más de 5.000 sartenes al mes a nuevos clientes y han colocado más de 60.000 unidades desde 2024. Una característica distintiva de la empresa es que nunca ha recurrido al financiamiento externo. “Todo el crecimiento de la marca ha sido posible gracias a la reinversión constante de lo recaudado, año tras año”, explica Beutin. “Esto nos ha permitido mantener el control total sobre la marca, sus valores y decisiones estratégicas, sin depender de capital externo ni comprometer nuestra identidad.” El punto de inflexión llegó con las redes sociales y la exportación. En 2020, año de confinamiento debido a la pandemia de Covid-19, sus videos comenzaron a viralizarse y los pedidos empezaron a llegar de diversas partes del mundo. Hoy, Kankay exporta a ocho países: Estados Unidos, Australia, Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Francia, Uruguay y España. “Hemos llegado a enviar casi 100 parrillas por mes a Estados Unidos”, cuenta Schaer, quien recuerda: “Un día, nos escribió una mujer desde Estados Unidos interesada en nuestras parrillas y nosotros no sabíamos ni cómo mandársela. ‘Voy y la busco en el día’, nos dijo. Y a los pocos días tomó un vuelo desde Estados Unidos y vino a San Isidro solo por el día, retiró las parrillas, le ofrecemos un choripán y se marchó directo a Ezeiza”. Todos los productos de Kankay, comparten los socios, son 100% de industria nacional, fabricados con hierro, sin químicos ni recubrimientos tóxicos. “En comparación con otros competidores, como marcas que utilizan teflón o aluminio, nuestro diferencial radica en la calidad de los materiales que empleamos: hierro noble, sin químicos ni recubrimientos tóxicos, lo que garantiza un producto duradero y saludable”, explican. La producción se realiza en colaboración con una metalúrgica de Pilar, que tiene una capacidad mensual de 25.000 sartenes y 100 parrillas. Su producto más vendido es la sartén de la línea Carbonada, aunque también destaca la línea Curada, “única en el mercado argentino”, afirman los socios, porque llega lista para usar sin necesidad de curado inicial. Expansión territorial y nuevos productos Kankay emplea directa e indirectamente a 60 personas y proyecta llegar a 75 en 2026. En febrero de este año, tras una inversión de $ 40 millones, abrió su primer local físico en San Isidro. “La ubicación no fue elegida al azar. Está a solo 30 metros de la casa de Fede, donde comenzamos con todo esto. Además del espacio comercial, allí también funcionan nuestras oficinas, donde hoy trabajan más de 30 personas”, cuenta Beutin. De cara al año que viene, planean abrir dos nuevos locales en Recoleta y Nordelta, enfocarse más en el interior del país y desarrollar una red de distribución más sólida, además de expandirse a Chile, Colombia y Brasil. “A nivel internacional, ya tenemos una fuerte presencia de nuestros productos en Estados Unidos y soñamos con un local, así como en Chile y Uruguay“, anticipan. Su canal principal sigue siendo la tienda online, que representa el 80% de la facturación, complementándose con Mercado Libre, ventas mayoristas y el local de San Isidro. Los fundadores admiten los desafíos del contexto actual. “Durante este año hemos notado una desaceleración en el consumo, especialmente en los últimos meses”, reconocen. Sin embargo, ven oportunidades: “El consumidor argentino se está volviendo más selectivo: busca productos de calidad, duraderos y que justifiquen su inversión. En nuestro caso, eso juega a favor porque vendemos un producto que no solo tiene una vida útil muy extensa, sino que también responde a nuevas preocupaciones relacionadas con la salud”. *Fotos: Alejandro Baccarat

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