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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 20/06/2025 20:36
La NASA revela un aumento alarmante de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones, que duplican su frecuencia en los últimos cinco años. (Canva) Recientes datos proporcionados por la NASA brindaron a la luz un fenómeno inquietante: el aumento en la intensidad de los eventos climáticos extremos como inundaciones y sequías. Según los investigadores, estos fenómenos se están volviendo más frecuentes, más largos y más destructivos, con cifras que duplican el promedio de los últimos 17 años. Este cambio no solo ha sorprendido a los expertos, sino que también ha generado una gran preocupación sobre las posibles consecuencias a nivel mundial. Si bien aún no se puede afirmar con certeza que el calentamiento global sea la única causa, los datos sugieren que el cambio climático está acelerando este proceso a un ritmo más rápido del que se había anticipado. Según datos de la NASA, la intensidad de los eventos climáticos extremos ha aumentado drásticamente, afectando áreas más amplias y con mayor duración. (NASA) A través de observaciones satelitales avanzadas, la NASA ha utilizado su satélite Grace para estudiar los cambios en los sistemas hídricos de la Tierra, y los resultados son alarmantes. Estos datos muestran una intensificación de los eventos climáticos extremos, como sequías prolongadas y lluvias torrenciales, que han afectado regiones cada vez más grandes y por períodos más prolongados. Si bien los científicos advierten que estos datos aún no han sido sometidos a una revisión por pares y que se necesitarán años para confirmar la tendencia, la magnitud de los hallazgos ha provocado reacciones preocupadas en la comunidad científica y en sectores relacionados con la gestión de recursos naturales y la infraestructura. Un aumento inesperado en la intensidad de los fenómenos climáticos Los eventos climáticos extremos, como sequías prolongadas e inundaciones, se han intensificado más rápido que las temperaturas globales, según observaciones satelitales. El estudio revela que, en los últimos cinco años, los fenómenos extremos han duplicado su frecuencia e intensidad en comparación con el promedio de 2003 a 2020. Según los expertos de la NASA, estos eventos se han acelerado más rápidamente de lo que se esperaba, y las implicaciones de este fenómeno pueden ser devastadoras. “Estamos observando cada vez más eventos extremos en todo el mundo, por lo que esto es ciertamente alarmante”, comentó el doctor Bailing Li, uno de los investigadores responsables del estudio. Las mediciones del satélite Grace han mostrado que estos fenómenos no solo están ocurriendo con mayor frecuencia, sino que también están afectando áreas más extensas y causando un daño considerable a la infraestructura y al entorno natural. Los investigadores del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, que realizaron el análisis, también señalaron que el aumento de estos eventos parece estar ocurriendo a un ritmo más acelerado que el propio aumento de las temperaturas globales. A pesar de que el cambio climático y el calentamiento global se han identificado como factores que contribuyen a estos fenómenos, la rapidez con la que se están intensificando estos eventos ha tomado por sorpresa a los científicos. Aunque los datos aún no han sido revisados por pares, los expertos coinciden en que estos cambios reflejan un patrón que podría tener graves consecuencias en todo el mundo. Los científicos de la NASA advierten que el calentamiento global está acelerando fenómenos extremos, como sequías e inundaciones, con impactos globales significativos. El calentamiento global y la alteración de los sistemas hídricos Una de las principales preocupaciones derivadas de este descubrimiento es la alteración de los sistemas hídricos del planeta. De acuerdo con los investigadores, los fenómenos meteorológicos extremos, como las sequías prolongadas y las inundaciones devastadoras, están estrechamente relacionados con el aumento de las temperaturas globales. Los datos obtenidos sugieren que el calentamiento global está afectando la forma en que el agua se distribuye en el planeta, lo que aumenta la probabilidad de sequías severas en algunas regiones y de inundaciones catastróficas en otras. Este fenómeno está modificando no solo los patrones climáticos, sino también las estructuras de las infraestructuras hídricas, que no están preparadas para manejar tales fluctuaciones. El calor extremo en escuelas afecta la salud y concentración de estudiantes, evidenciando la falta de ventilación e infraestructura adecuada. - (Imagen Ilustrativa Infobae) El doctor Matthew Rodell, otro de los investigadores responsables del estudio, enfatizó la gravedad de esta situación al afirmar que «es ciertamente alarmante» observar cómo estos eventos están afectando a las comunidades, especialmente aquellas ubicadas en zonas vulnerables. Las infraestructuras de gestión del agua en muchas regiones del mundo no están diseñadas para hacer frente a los cambios rápidos y extremos en las condiciones climáticas. Esto ha generado una creciente preocupación en sectores clave, como las empresas de agua, que deben adaptarse rápidamente a estos cambios para garantizar el suministro adecuado en un entorno cada vez más incierto. Las implicaciones para la agricultura y la infraestructura La surada, un fenómeno meteorológico caracterizado por vientos secos y fuertes que pueden intensificar incendios y causar daños. - (Imagen Ilustrativa Infobae) Además de los efectos sobre el agua, la intensificación de estos fenómenos climáticos extremos está teniendo un impacto devastador en otros sectores, como la agricultura, la salud pública y la biodiversidad. Las sequías prolongadas y las inundaciones repentinas afectan los cultivos, destruyen infraestructuras y ponen en riesgo la seguridad alimentaria. Los informes de organizaciones como la Real Sociedad Meteorológica y WaterAid advierten que los cambios climáticos rápidos y extremos, conocidos como “latigazo hidroclimático”, son cada vez más frecuentes y causan un daño mayor que los eventos individuales. Estos cambios abruptos en las condiciones climáticas no solo afectan la vida de las personas, sino que también tienen consecuencias económicas profundas. En las zonas agrícolas, por ejemplo, la escasez de agua debido a las sequías o las lluvias intensas causadas por las inundaciones pueden devastar la producción de alimentos, lo que aumenta los precios y genera inseguridad alimentaria. La infraestructura pública y privada también se ve gravemente afectada, con carreteras, puentes y edificios dañados por estos fenómenos extremos. Los retos para la industria aseguradora y la economía global La contaminación ambiental es causante del cambio climático (AP Foto/Charlie Riedel) El aumento de la imprevisibilidad de estos eventos climáticos también está alterando los modelos de riesgo utilizados por la industria aseguradora. Tradicionalmente, las primas de seguros se calculan en base a datos históricos y tendencias pasadas. Sin embargo, la aceleración de estos fenómenos extremos hace que estos modelos sean cada vez más inexactos, lo que podría afectar a las economías de todo el mundo. El cambio en los patrones climáticos está llevando a una mayor incertidumbre en la planificación económica y a una mayor presión sobre los sistemas de seguros, que podrían enfrentar un aumento de las reclamaciones debido a daños derivados de eventos climáticos extremos. Según la Organización Meteorológica Mundial, la probabilidad de que al menos uno de los próximos cinco años supere a 2024 como el año más cálido registrado es del 80%. La alteración de los sistemas hídricos es uno de los efectos más graves del cambio climático, con sequías e inundaciones más frecuentes y severas a nivel global. - (Imagen Ilustrativa Infobae) Esto indica que las temperaturas globales seguirán aumentando durante los próximos años, lo que incrementará los riesgos y los impactos climáticos en la sociedad, la economía y el desarrollo sostenible. Ante este panorama, científicos y organizaciones internacionales insisten en la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los cambios que ya están ocurriendo. El estudio de la NASA y otros informes recientes subrayan la importancia de adaptarse a los cambios climáticos que ya están afectando al planeta. No solo es necesario mitigar el calentamiento global mediante la reducción de las emisiones, sino también implementar estrategias de adaptación para minimizar el impacto de los fenómenos extremos. Las ciudades y las empresas de agua deben estar mejor preparadas para manejar los cambios en el suministro y la distribución del agua. Además, la agricultura y las infraestructuras deben diseñarse teniendo en cuenta las condiciones climáticas cada vez más inestables. El cambio climático está llevando a cambios más abruptos en las condiciones climáticas, lo que afecta la agricultura, la infraestructura y la biodiversidad a nivel global. ( EFE/Piyal Adhikary) Asher Minns, del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático, mencionó que sus investigaciones en el Reino Unido también muestran un aumento de las sequías y las inundaciones, además de la creciente frecuencia de los eventos de latigazo hidroclimático. En este contexto, la planificación a largo plazo y la inversión en infraestructuras resilientes serán claves para mitigar los efectos devastadores de los fenómenos climáticos extremos. La alerta está lanzada, y es fundamental actuar con urgencia. Mientras tanto, las previsiones sugieren que los próximos años continuarán siendo testigos de eventos extremos más intensos y frecuentes, lo que desafía la capacidad de adaptación de las sociedades y las economías en todo el mundo.
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