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  • La infraestructura, el cuello de botella del campo argentino

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 19/06/2025 17:02

    El informe plantea la necesidad de mejorar caminos de tierra y accesos estratégicos para elevar la velocidad de circulación de los camiones, reduciendo tiempos y costos (Foto: Shutterstock) El modelo AGMEMOD aplicado por la Bolsa de Comercio de Rosario simuló el impacto de distintas políticas y mejoras estructurales sobre el sistema agroalimentario argentino de cara a 2035. Uno de los escenarios con mayor potencial es el que combina mejoras en la infraestructura logística con una unificación cambiaria. En este caso, las exportaciones totales del agro alcanzarían las 119,77 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 13,5% respecto al escenario base, que mantiene las condiciones actuales. Este crecimiento exportador proyectado iría acompañado de un incremento del 12,6% en la producción total de granos, alcanzando las 179,34 millones de toneladas. Del camino rural a la hidrovía: una cadena logística integrada El informe detalla un enfoque integral para mejorar la logística interna, dividido en tres ejes: Red vial rural y accesos a puerto: se plantea mejorar caminos de tierra y accesos estratégicos para elevar la velocidad de circulación de los camiones, reduciendo tiempos y costos. Transporte ferroviario y fluvial: se estima un cambio modal progresivo con mayor participación del tren y de barcazas en detrimento del camión, especialmente en zonas alejadas o con acceso a la red del Paraná. Profundización de la Hidrovía Paraná-Paraguay: se analiza una vía navegable de 40 pies de calado hasta Timbúes, permitiendo embarques más eficientes, menor cantidad de viajes y reducción de costos por tonelada. Estos avances implican una baja directa en los costos operativos del transporte terrestre, ferroviario y fluvial. Al integrarse en el modelo como mejoras en los márgenes netos del productor, se estima que incentivarían el corrimiento de área sembrada hacia cultivos con mayores requisitos logísticos, como el maíz. Para posibilitar el desarrollo futuro del agro argentino, se estima un cambio modal progresivo con mayor participación del tren y de barcazas en detrimento del camión (Foto: Shutterstock) Impacto productivo: el maíz lidera el salto Las mejoras logísticas tienen un efecto directo sobre la asignación de superficie agrícola. Se proyecta un crecimiento del área sembrada total del 1,1% respecto al escenario base. Sin embargo, este incremento es más marcado en algunos cultivos específicos: el maíz sumaría 7,9% de superficie (hasta 11,87 millones de hectáreas) y lograría un salto productivo del 27,5%, consolidándose como el principal impulsor del crecimiento. El trigo también se vería favorecido, con un aumento del 8,9% en superficie y un 22,2% en producción. Por el contrario, la soja perdería participación relativa, con una caída del 5,3% en superficie y una baja del 5,9% en su producción proyectada, en línea con su menor dependencia de insumos logísticos complejos. Proyección económica: más ingresos, más oportunidades La valorización total de las exportaciones en este escenario alcanzaría los 35.720 millones de dólares, unos 2.560 millones más que en el escenario sin mejoras. Este incremento del 8% no solo refleja un aumento en volumen, sino también una mayor competitividad global del agro argentino. En un país donde el agro representa más del 50% de las exportaciones, los beneficios logísticos impactarían de forma transversal: mayor rentabilidad para los productores, mayor industrialización por mayor disponibilidad de materia prima y, en consecuencia, mayor empleo y dinamismo económico en zonas rurales. El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario señala que estas proyecciones no pretenden predecir el futuro, sino ofrecer herramientas concretas para la toma de decisiones. La evidencia sugiere que invertir en logística no solo reduce costos, sino que libera potencial productivo. El desafío no radica solo en sembrar más, sino en transportar mejor. Y esa mejora no depende exclusivamente del productor: requiere políticas públicas, inversiones sostenidas y coordinación entre sectores para que la logística deje de ser un cuello de botella y se transforme en motor de desarrollo.

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