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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 19/06/2025 16:39
El laboratorio HLB Pharma, actualmente investigado debido a la muerte de 39 personas por fentanilo contaminado, protagonizó en Entre Ríos -hace dos años- una delicada situación que podría haber tenido un desencadenante aún más grave. Claro, si no fuera por la rápida intervención de los médicos. Todo sucedió en el sanatorio Garat de Concordia, a mediados de 2023. En esa clínica, seis mujeres con cáncer se infectaron con una bacteria luego de haber recibido dexametasona en mal estado. ¿El laboratorio que fabricó el producto?: HLB Pharma, el mismo que hoy está en la picota de la justicia por dos lotes de fentanilo contaminado que ya se llevó la vida de casi 40 pacientes. Lo vivido en Concordia fue denunciado en su momento por la Infectóloga María Florencia Prieto y equipo ante las máximas autoridades sanitarias. Sin embargo, todo quedó en la nada… “Entre los meses de julio y agosto de 2023, tuvimos el brote de una bacteria llamada Ralstonia, que se asocia a la contaminación de fármacos o productos medicinales. En este caso, lo detectamos en pacientes oncológicas, que estaban siendo sometidas a quimioterapia por cáncer de mama. Se les había infectado el catéter implantado para la quimio. Les tuvimos que retirar el catéter, sometiéndolas a una cirugía con todo lo que ello implica en cuanto a riesgos para este tipo de pacientes”, explicó la Infectóloga Prieto al programa Cuestión de Fondo (CdF), que se emite por Canal 9 Litoral. Afortunadamente, los profesionales médicos del Garat pudieron contener el brote. Fue luego de descubrir el origen del problema. Todas las pacientes oncológicas debieron ser sometidas a un tratamiento y evolucionaron favorablemente. “Nosotros tuvimos que investigar de manera exhaustiva y desde el momento cero para ver dónde estaba el problema. Había mucha preocupación. Tuvimos que investigar desde que las pacientes habían ingresado al sanatorio hasta que se iban, para ver qué era lo que estaba pasando. Los oncólogos estaban muy preocupados, porque pensaban que podía ser un problema de la institución en sí, o que no se estaban tomando las medidas de asepsia correspondiente”. Finalmente, pudieron descubrir que la bacteria provenía de un medicamente contaminado: la dexametasona. Dentro del sanatorio concordiense, Prieto se encuentra a cargo de un comité de control de infecciones. Integra también el equipo una farmacéutica y otros profesionales. Cuando se detectó el origen de la infección, se quitó el producto de circulación de toda la institución, y se completaron varias planillas con membrete de ANMAT. La farmacéutica elevó todo a través del Colegio de Farmacéuticos de Entre Ríos al organismo nacional. Una respuesta que no convenció Finalmente, en octubre de 2023 (dos meses después de la presentación), los profesionales de Concordia recibieron la respuesta de ANMAT. En una respuesta muy escueta, les contestaron “que el producto reunía las condiciones correctas”. “Nosotros analizamos cinco ampollas y en las cinco analizadas creció la bacteria. Por eso nos llamó mucho la atención la respuesta que obtuvimos por parte del organismo nacional. Por suerte, desde que nosotros retiramos este lote y hasta que obtuvimos la respuesta, no volvimos a tener problemas y pudimos continuar con nuestros pacientes”, aclaró Prieto. “Nos pareció muy meritorio lo que habíamos logrado hacer y descubrir, ya que si uno mira la literatura médica, no es habitual que se logre encontrar la fuente de infección”. Para que la investigación que descubrió finalmente la bacteria no cayera en saco roto, el equipo decidió publicar el trabajo científico en una de las revistas de infectología más importante del país. Encontrar la bacteria en ampollas cerradas de la dexametasona, implicaba que la contaminación se produjo en el proceso de manufactura, a cargo del laboratorio denunciado. Publicación científica El 23 de mayo del año pasado, Prieto -junto con un importante grupo profesional del Sanatorio Garat-, publicó el artículo: “Brote de Ralstonia mannitolilytica”. Lo hicieron en una importante revista científica argentina. Se trata de un microorganismo que -dice el artículo publicado-, “tiene la capacidad de contaminar fármacos y productos farmacéuticos, originando brotes de infecciones asociadas al cuidado de la salud”. El artículo estableció que las mujeres con infecciones tenian 61, 80, 60, 38, 54 y 60 años. “Durante el período de julio a agosto de 2023 se obtuvieron cultivos positivos para Ralstonia mannitolilytica de seis pacientes oncológicas, donde se identificó a esta bacteria como la causante de la infección asociada a catéter implantable. Todas las pacientes eran de sexo femenino, con cáncer de mama y un promedio de edad de 58 años”, aclara el informe publicado.
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