20/06/2025 04:04
20/06/2025 04:03
20/06/2025 04:03
20/06/2025 04:02
20/06/2025 04:01
20/06/2025 04:01
20/06/2025 04:00
20/06/2025 04:00
20/06/2025 04:00
20/06/2025 04:00
» El Ciudadano
Fecha: 19/06/2025 15:03
Si ves una noticia en Instagram, TikTok o X, ¿la compartes? Depende de tus ideas políticas, y si de estás de acuerdo o no. Un estudio publicado en Journal of Experimental Psychology: General exploró cómo los valores personales influyen en el contenido que compartimos en redes sociales. Liderado por Suhaib Abdurahman de la Universidad del Sur de California, el equipo de investigación examinó si la conexión entre los valores expresados en una publicación y los valores personales del lector aumentaba la probabilidad de que dicha publicación fuera compartida. Y, lo más inquietante: comprobaron que esa conexión tenía un efecto aún mayor cuando el contenido era falso. Para investigar esta relación, los investigadores diseñaron publicaciones que enlazaban a noticias reales o falsas, pero con distintos tipos de introducción. Algunas destacaban valores individualizantes, otras resaltaban valores aglutinantes y otras eran neutrales. A continuación, se presentaron a participantes que previamente habían respondido a un cuestionario para medir qué tipo de valores morales predominaban en ellos. Los resultados fueron consistentes: cuando el encuadre moral de una publicación coincidía con los valores del lector, aumentaba la probabilidad de que este decidiera compartirla. Si una persona valoraba la igualdad y veía una publicación que destacaba ese principio, era más proclive a difundirla. Lo mismo ocurría con quienes priorizaban la lealtad o la autoridad. Lo más preocupante es que esta tendencia era más marcada con publicaciones que contenían desinformación. ¿Nos paramos a reflexionar más cuando algo nos suena bien moralmente? La respuesta es no El equipo también examinó si este fenómeno se debía a que las personas pensaban más o menos al ver publicaciones acordes a sus valores. Es decir, ¿nos paramos a reflexionar más cuando algo nos suena bien moralmente? La respuesta es no. No hubo evidencia de que una mayor deliberación explicara el comportamiento de compartir. Tampoco se encontró relación entre este efecto y la capacidad de pensamiento analítico de los participantes. Esto sugiere que el acto de compartir está más ligado a una respuesta emocional que a un proceso racional. Para comprobar si estos hallazgos del laboratorio se reflejan en el mundo real, los investigadores analizaron publicaciones reales en X (antes Twitter). Usaron inteligencia artificial para clasificar los tuits según su carga moral: individualizante, aglutinante o neutral. También identificaron la ideología probable de quienes los publicaban basándose en las cuentas que seguían. El análisis reveló un patrón similar al de los experimentos: los usuarios liberales obtenían más interacción cuando publicaban contenidos alineados con valores individualizantes, mientras que los usuarios conservadores tenían más éxito cuando sus publicaciones apelaban a valores aglutinantes. Todo esto sugiere que uno de los motores más potentes para compartir en redes no es la veracidad de la información, sino su resonancia moral. Si algo encaja con nuestros principios, es más probable que lo veamos como valioso, aunque no sea cierto. Esa conexión emocional puede hacer que bajemos la guardia y no verifiquemos la información antes de hacer clic en “compartir”. En una era donde las plataformas sociales no supervisan exhaustivamente lo que se publica, este comportamiento puede contribuir a la difusión masiva de falsedades. Y si, además, nuestros valores morales están fuertemente conectados con nuestras posturas políticas (como suele ocurrir), entonces también estamos más expuestos a reforzar nuestras ideas a través de noticias que, aunque falsas, suenan bien porque dicen lo que queremos oír. Así, la desinformación no solo sobrevive, sino que prospera al abrigo de nuestras creencias más profundas.
Ver noticia original