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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/06/2025 13:04
La categoría “standalone” impide que numerosos fondos internacionales inviertan en activos argentinos (Reuters) El próximo martes 24 de junio, el organismo estadounidense MSCI (Morgan Stanley Capital International) va a celebrar su reunión anual para definir si corresponde una nueva reclasificación para la Argentina en su índice de mercados. La economía nacional se encuentra actualmente en el escalón más bajo de la clasificación: “Standalone Market”, una categoría que comparte con países en crisis o de baja visibilidad financiera como Zimbabue, Líbano, Ucrania, Panamá, Jamaica y Trinidad y Tobago. La expectativa del mercado gira en torno a la posibilidad de que el país ascienda a la categoría de “mercado de frontera”. El proceso comenzó el miércoles 19 de junio con la publicación del informe de accesibilidad de mercados de MSCI, en el que se analizaron aspectos clave como el grado de flexibilidad cambiaria, la eliminación de restricciones al capital y los avances hacia la consolidación de un mercado único y libre de divisas. La decisión final se va a conocer el martes 24. En juego está la eventual incorporación a un grupo donde se encuentran Vietnam, Marruecos, Eslovenia, Croacia y Pakistán. El paso siguiente, más ambicioso, implicaría alcanzar nuevamente la categoría de mercado emergente, estatus que poseen países como Brasil, México, India, Chile, Colombia y China. Entre los principales factores que analiza MSCI está la existencia o no de controles de capitales, que en la Argentina fueron reducidos para particulares pero se mantienen para empresas (Reuters) Según analistas financieros, un cambio en la clasificación podría desencadenar una ola de ingresos de capitales, ya que actualmente muchos fondos internacionales no están autorizados a operar en mercados clasificados como “standalone”. De concretarse el ascenso a mercado de frontera, JP Morgan estimó un flujo potencial de hasta USD 1.000 millones hacia activos financieros argentinos. La historia reciente ilustra cómo estos procesos pueden demorar. En 2016, tras el cambio de gobierno, la administración de Mauricio Macri anunció el levantamiento total del cepo cambiario. Recién en 2017, MSCI mantuvo a la Argentina en la categoría de frontera. Un año después, en junio de 2018, el país consiguió el ascenso a emergente, tras cumplir con los criterios de accesibilidad y demostrar un compromiso con la continuidad de las reformas. Sin embargo, en 2021, el regreso de los controles de cambio bajo la presidencia de Alberto Fernández provocó una doble rebaja, llevando a la Argentina a su actual calificación. Desde la asunción de Javier Milei, el gobierno implementó una serie de reformas orientadas a la liberalización del mercado cambiario. En abril de este año, anunció una eliminación casi total del cepo, lo que generó expectativas respecto a una posible reclasificación. Según un informe de Grupo IEB, encabezado por Ignacio Sniechowski, “el resultado más probable de la próxima reunión es una reclasificación a Frontier Market, que allanaría el ingreso al club de mercado emergente el año próximo”. El análisis de IEB también planteó dos condiciones que podrían demorar un regreso al estatus de mercado emergente. Por un lado, el factor tiempo, ya que MSCI toma en cuenta la irreversibilidad de los cambios. En este sentido, un triunfo electoral en los comicios de medio término podría reforzar esa percepción. Por otro lado, el criterio de accesibilidad, ya que aunque hubo un “avance enorme” en la eliminación de restricciones para personas físicas, las restricciones para personas jurídicas aún permanecen vigentes. Una reclasificación a mercado de frontera abriría la puerta a capitales que hoy están bloqueados. Pero el verdadero salto se produciría con un retorno a la categoría de mercado emergente, dado que el flujo potencial de fondos es más de 100 veces superior. Según estimaciones del mismo informe, la Argentina podría recibir entre USD 2.000 y USD 3.000 millones si logra ese ascenso. En tanto, algunas acciones comenzaron a reflejar la expectativa del mercado ante la decisión de MSCI. El índice accionario local mostró subas moderadas en los días previos a la publicación del informe de accesibilidad, a pesar del contexto internacional adverso provocado por tensiones en Medio Oriente y la persistente guerra comercial entre potencias. Desde el sector privado, distintos especialistas evaluaron el escenario. Juan Manuel Truffa, director de Outlier, consideró que “luce probable una mejora” luego de la eliminación de muchas restricciones que llevaron a la categoría “standalone”. Según su análisis, si la Argentina lograra el salto a “emergente”, el impacto inmediato sería el ingreso de flujos por hasta USD 1.000 millones y una validación internacional del rumbo económico adoptado. Truffa advirtió que existen criterios más exigentes para alcanzar la calificación de emergente, pero sostuvo que el país acumuló avances que podrían habilitar ese escenario. También subrayó que muchos inversores tienden a anticiparse a los eventos, por lo que una parte del flujo ya podría estar en movimiento. Federico Domínguez, economista, explicó que por “fundamentals” y por la remoción de regulaciones cambiarias, MSCI debería comenzar el proceso de reincorporación al índice de emergentes. “La historia argentina puede demorar un poco los tiempos, pero el camino hacia emergentes es claro. El flujo potencial supera los USD 1.000 millones”, puntualizó. La diferencia entre ser “emergente” o “de frontera” se mide en miles de millones de dólares en potenciales flujos de capital (Reuters) Desde una perspectiva más estructural, Ian Colombo, asesor financiero en Cocos Gold, explicó que la misión de MSCI es “dar una calificación de inversión a cada país según cuán fácil o seguro es invertir”, teniendo en cuenta factores como política, economía y estabilidad jurídica. En su visión, salir de la categoría standalone y pasar a mercado de frontera devolvería visibilidad internacional a los activos locales, especialmente en sectores como energía y bancos. El informe del Grupo IEB destacó que, tras la salida del cepo, el riesgo país tuvo una evolución positiva, pero el equity argentino permaneció rezagado respecto a otros emergentes. El reporte mencionó que el efecto internacional —por la volatilidad global, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre en la economía de Estados Unidos— también influyó en ese desempeño. De todos modos, IEB señaló oportunidades en sectores específicos como oil & gas, donde existen empresas que podrían canalizar el nuevo flujo inversor, como Vista Energy (VIST), YPF y Pampa Energía (PAM). En el ámbito bancario, a pesar de los desafíos en la transición hacia un negocio tradicional y de los bajos ROEs proyectados para 2025, las acciones de Banco Macro (BMA), Grupo Financiero Galicia (GGAL) y Grupo Supervielle (SUPV) figuraron entre las preferidas para eventuales posiciones estratégicas. En definitiva, los ojos del mercado están puestos en la reunión del martes 24. La decisión de MSCI podría abrir nuevas puertas para la Argentina en el circuito internacional de inversiones, restaurando parte del terreno perdido desde 2021.
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